Análisis

Rusia replantea su estrategia

El experto Jason Bush analiza para LA RAZÓN las claves del curso de la guerra de Ucrania

Imagen de la estación de Kramatorsk tras el ataque
Imagen de la estación de Kramatorsk tras el ataqueDONETSK REGIONAL STATE ADMINISTRAgencia EFE

El ataque contra la estación de tren ucraniana de Kramatorsk, en el este de Ucrania, ha provocado al menos 50 muertos, incluidos cinco niños, según las autoridades locales, que recuerdan quemiles de personas se habían concentrado ahí en espera de su evacuación.

Rusia advirtió ya, al dar por terminada la fase primera de su “operación militar” en Ucrania, que sus operaciones se concentrarían en el Donbás, donde están las autoproclamadas repúblicas separatistas, cuyo reconocimiento por parte de Moscú precedió a la invasión de Ucrania. El experto Jason Bush analiza para LA RAZÓN las claves del curso de la guerra en territorio ucraniano.

-Después de la masacre de la estación de tren. ¿Cómo cree que será la ofensiva rusa en el Este? y ¿cuánto puede durar?

Sobre esta cuestión, mis expectativas coinciden con los comentarios de relevantes funcionarios ucranianos y occidentales: “La batalla por el Donbás recordará a la Segunda Guerra Mundial, con grandes operaciones, maniobras, participación de miles de tanques, vehículos blindados, aviones, artillería. No será una operación local basada en lo que vemos en los preparativos de Rusia”, dijo el ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba en una conferencia de prensa en Bruselas.

En las próximas semanas, las autoridades esperan que las fuerzas rusas se reabastezcan y reposicionen con el objetivo de lanzar una nueva y brutal ofensiva en Donbás, que abarca las regiones de Luhansk y Donetsk, dijo el martes el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.

“Ahora vemos un importante movimiento de tropas lejos de Kiev para reagruparse, rearmarse y reabastecerse, y un cambio de enfoque hacia el este”, dijo a los periodistas en Bruselas. “Esta es una fase crucial de la guerra”.

El punto básico a tener en cuenta es que esta nueva fase de la guerra probablemente tendrá un aspecto diferente al de las ofensivas rusas iniciales, incluida la fallida contra Kiev. Esas primeras ofensivas se hicieron con prisas (a menudo por fuerzas poco armadas, como los paracaidistas) y con una organización y apoyo inadecuados. Las fuerzas rusas avanzaron con demasiada rapidez, sobrepasando sus líneas de suministro y siendo superadas en las maniobras.

Esta vez, parece que las cosas serán más lentas, más deliberadas y más concentradas. Los rusos tratarán de evitar sus errores anteriores. Esto significa que probablemente tratarán de reunir más potencia de fuego y apoyo antes de avanzar y tratarán de hacerlo en fases lentas y constantes.

Esto es algo parecido a lo que ya ha ocurrido en Mariupol. A pesar de la tenaz y sostenida resistencia allí, parece que los rusos han podido avanzar lentamente hacia la ciudad, gracias a su abrumadora potencia de fuego.

En cuanto a la duración de la nueva campaña en el Donbás, es, por supuesto, muy difícil de predecir (probablemente pocos habrían predicho hace un mes que Mariupol seguiría resistiendo después de seis semanas).

Espero que la nueva campaña en el Donbás también dure semanas, más que unos pocos días, pero semanas en lugar de varios meses. Podría estar equivocado.

-¿Cree que Rusia renovará su apetito por tomar Kiev o se centrará en el Donbás?

Es posible que vuelvan a centrarse en Kiev, pero sospecho que ya han aprendido la lección. La realidad es que no hay una manera fácil de capturar una ciudad tan grande y bien defendida, como los rusos descubrieron a su costa.

Incluso si los rusos acaban ampliando su objetivo más allá del Donbás, creo que es más probable que se centren en otros objetivos en el este o el sur de Ucrania -por ejemplo, Kharkhiv u Odessa- antes de volver a intentar capturar Kiev.

-¿Por qué la guerra no le pasa factura a Putin en términos de opinión pública rusa (tiene un apoyo masivo a pesar de los asesinatos)?

Es una buena pregunta. Es posible que no todos los rusos sean sinceros con los encuestadores y que algunos tengan miedo de decir lo que realmente sienten (una tendencia en Rusia durante la guerra es la intolerancia extrema de los disidentes).

Pero sospecho que los sondeos de opinión, que muestran un gran apoyo público a Putin y a la guerra, son en general exactos.

Esto es, ante todo, una medida de la eficacia de la propaganda estatal. La mayoría de los rusos probablemente siguen recibiendo las noticias políticas de la televisión controlada por el Estado, que ha ocultado o distorsionado la mayor parte de los hechos reales sobre esta guerra, presentándola en términos totalmente engañosos.

Hay que tener en cuenta que ahora existe una censura implacable en Rusia. Las redes sociales occidentales, como Facebook y Twitter, han sido bloqueadas, al igual que los medios de comunicación occidentales en general. La mayoría de los rusos probablemente no han visto las imágenes de las atrocidades ni de las pérdidas rusas. Probablemente (como muchos alemanes de a pie en la Segunda Guerra Mundial), no quieren saberlo.

También creo que el apoyo ruso a Putin y a la guerra refleja factores bien conocidos de la psicología social. La historia ha demostrado una y otra vez que la mayoría de la gente suele creer que su país (tribu) debe tener razón y que el otro bando tiene la culpa. El poder del nacionalismo. A menudo resulta demasiado incómodo enfrentarse a la verdad.

Así suele ocurrir en tiempos de guerra, sobre todo en las fases iniciales de la misma. El efecto “rally-round-the-flag”.

Jason Bush es investigador del «think tank» Eurasia Group