Cuenta atrás
A Putin le queda un mes para ganar la guerra
En plenas negociaciones de paz, todavía encauzadas por buen camino, la teoría de la supuesta fecha ideada por el presidente de Rusia cobra todavía más fuerza
El complejo imperialista del que diversos líderes mundiales, como el estadounidense Joe Biden o el francés Emmanuel Macron, acusaban a Vladímir Putin desde que éste contradijera sus propias palabras y pusiera en marcha oficialmente la “operación militar especial” en Ucrania el pasado 24 de febrero, no son pocas las teorías que apuntan al simbólico 9 de mayo como la fecha programada por el presidente ruso para apropiarse de la victoria poniendo fin a su propia guerra.
Pero, de ser ciertas estas predicciones de los servicios de inteligencia, tanto estadounidenses como ucranianos, a Putin se le habrían roto todos los esquemas al verse obligado a enfrentarse a una inesperada resistencia de su país vecino, a manos de las fuerzas militares y hasta de la misma población civil. La invasión rusa en Ucrania, lejos de alcanzar el anhelado deseo del presidente ruso de reconstruir la Unión Soviética, podría ser el mayor fracaso del líder de Rusia y su letal condena en los libros de Historia.
Los servicios de inteligencia estadounidenses han alertado, desde finales de 2021, de las intenciones del Kremlin de invadir su país vecino, a juzgar por el amplio despliegue de tropas ruso en la zona fronteriza con Ucrania. La cifra de ese apoyo militar superaba la escalofriante cantidad de 200.000 soldados a principios de 2022.
A pesar de las acusaciones, Putin negó en todo momento que fuera a perpetrar ningún ataque contra Ucrania. Pero los frenéticos acontecimientos bélicos que se han sucedido desde entonces han demostrado lo contrario. Y, una vez más, los servicios de inteligencia de Estados Unidos alertan ahora de los nuevos indicios que apuntan a las intenciones del líder ruso de terminar estratégicamente la guerra el próximo 9 de mayo.
En plenas negociaciones de paz, todavía encauzadas por buen camino, la teoría de la supuesta fecha del 9M ideada por Putin para poner fin a la guerra cobra todavía más fuerza. Que la idea inicial del presidente ruso fuera conquistar todo el país o que, por el contrario, ejerciera la máxima presión para conformarse con la estratégica zona del Donbás, sigue siendo un misterio.
Pero fuera lo que fuere, todo apunta a que, ante la inesperada resistencia ucraniana extendida durante más de 40 días de guerra, el presidente Vladimir Putin podría resignarse ahora a quedarse con el Este de Ucrania, “desnazificando” el Donbás y, por consiguiente, cantando la victoria de Rusia en la zona fronteriza.
Un mes exacto antes de esa predicción, expertos de todo el mundo apuntan al 9M como la simbólica elección de Putin para reescribir la historia de Rusia. El 9 de mayo de cada año, Moscú celebra un extravagante desfile coincidiendo con la victoria de la antigua Unión Soviética ante la rendición de la Alemania Nazi.
Adolf Hitler se suicidó el 30 de abril de 1945 y una semana después la cúpula militar de la Alemania nazi firmó la claudicación de sus tropas ante la Unión Soviética, aunque la noticia no llegó a la antigua URSS hasta el 9 de mayo de 1945, hace casi 77 años. En el simbólico aniversario de esta histórica victoria para Rusia, Putin tendría pensado autoproclamada su propio triunfo personal con la conquista de Ucrania, ahora frustrada, como antesala a otras posibles invasiones en países fronterizos.
Altos funcionarios ucranianos confirman las intenciones de Putin de hacer coincidir el fin de la guerra en Ucrania con la misma fecha en la que Rusia celebra el fin de la Segunda Guerra Mundial. “Según la información disponible, entre el personal de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusia, constantemente se lleva a cabo un trabajo de propaganda que impone la idea de que la guerra debe completarse antes del 9 de mayo de 2022″, advertía el estado mayor general de las Fuerzas Armadas de Ucrania hace unos días.
La resistencia ucraniana, tanto en la capital como en las grandes ciudades del país y otras zonas estratégicas con las que Rusia contaba, ha obligado a dar marcha a atrás a las tropas rusas, retrasando la deseada conquista y forzando a la cúpula militar rusa a cambiar de estrategia. Estados Unidos, Ucrania y otros países aliados creen incluso que las fuerzas militares rusas están engañando a Putin escondiendo información de derrotas en algunas ofensivas clave para alcanzar la victoria por miedo a represalias.
La Asamblea General de las Naciones Unidas suspendía este jueves a Rusia del Consejo de Derechos Humanos, por mayoría y a petición de Estados Unidos, en una simbólica decisión sin presentes por las atrocidades cometidas en Ucrania, mientras durante semanas destacados líderes mundiales, como el presidente Joe Biden, acusaban a Vladimir Putin de “criminal de guerra” por la masacre cometida contra civiles en territorio ucraniano desde que dio comienzo la invasión rusa.
El último ataque de Rusia con misiles tenía lugar este viernes contra una estación de tren abarrotada en la ciudad de Kramatorsk, situada al Este de Ucrania, dejando un balance de 39 víctimas mortales y un centenar de heridos. Las vías férreas son unas de las principales rutas de evacuación del país para millones de personas que huyen desde hace semanas de la guerra.
“¡Hay tantos cadáveres! Hay niños, sólo hay niños!”, se escucha gritar a una mujer ucraniana, rodeada de maletas y destrucción tras el ataque ruso, en la misma estación de ferrocarril en la que las autoridades calculaban había unas 4.000 personas tratando de huir en el momento del bombardeo.
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