Los perdedores
La debacle de Hidalgo deja al Partido Socialista en vía muerta
La alcaldesa de París se queda por debajo del 2% de los votos y está en el aire su futuro político
Anne Hidalgo se presentó a las elecciones presidenciales de Francia con las encuestas en contra, sabiendo que sería complicado acceder a una segunda vuelta en la que Macron y Le Pen se postulaban como favoritos, así como que, en caso de que la ultraderechista tuviera un batacazo en estos comicios del 10 de abril, Mélenchon o Zemmour serían los que acompañarían al mandatario francés. Pero las encuestas no fallaron, y la candidata socialista sufrió hoy un varapalo histórico en las urnas con apenas un 2 % de los sufragios.
“Sé que estáis decepcionados”, reconoció la alcaldesa de París, a la que los institutos demoscópicos dan entre el 1,9 y el 2,1 % de los votos. En 2017, Benoît Hamon, con un 6,36% de los votos, había cosechado los peores resultados de la historia del Partido Socialista francés. Un récord que se ha encargado Hidalgo de batirlo, sin siquiera cosechar apenas una tercera parte de la intención de voto de hace cinco años.
Durante esta campaña de las presidenciales, no se ha cansado de poner como referencia de lo que hubiera querido conseguir en Francia las coaliciones con gobiernos socialistas y socialdemócratas en el poder en Europa y de forma particular el español de Pedro Sánchez, con el que ha coincidido en múltiples ocasiones tanto en Francia como en España.
En uno de sus primeros actos electorales, el pasado 12 de noviembre, recibió precisamente el respaldo del primer ministro portugués, António Costa, y de Pedro Sánchez, que manifestó su deseo de tenerla en el Consejo Europeo como próxima presidenta francesa.
Hidalgo, que es desde 2014 alcaldesa de la capital, París (una ciudad que el PS conquistó a la derecha en 2001) nació en la ciudad gaditana de San Fernando en 1959, en una familia republicana Tiene la doble nacionalidad, francesa y española, elementos biográficos que han tenido un peso muy significativo en su trayectoria política. Su propia historia personal y familiar -con perseguidos y represaliados por el franquismo- también ha pesado en su voluntad de ayudar a sacar del olvido a La Nueve, la división formada por españoles que en agosto de 1944 lideraron la liberación de París de los nazis.
Decepción
Para Anne Hidalgo supone un rechazo rotundo y pone en tela de juicio su futuro como alcaldesa y como figura política. Pero además supone un revés mortal para el Partido Socialista, el mismo que acompañó a François Mitterrand y a François Hollande en sus respectivas candidaturas y presidencias.
El bajo porcentaje obtenido por el partido no solamente es una derrota política sino también un golpe financiero. Según la ley electoral francesa, el reembolso de los costes de campaña se hace dependiendo de la votación obtenida en primera vuelta, distinguiendo dos tipos de candidatos: los que obtengan menos del 5% de los votos, tendrán derecho al 4,75% de la cuantía del tope de gasto, es decir, poco más de 800.000 euros; los que superen esta barrera podrán reclamar el 47,5% del techo fijado, es decir, 8 millones de euros.
Con menos de 2% de la votación en primera vuelta, el Partido Socialista corre el riesgo de caer en bancarrota. Recordemos que en los últimos diez años, las finanzas de la izquierda han estado en rojo. En 2017, justo antes de la campaña presidencial de Benoît Hamon - quien perdió estrepitosamente y quedó en un quinto lugar - el partido habría registrado un déficit de 17,8 millones de euros y habría recurrido a un préstamo de 20 millones de euros, garantizado con una hipoteca.
En diciembre de ese mismo año, el PS decidió vender su histórica sede en el barrio de Solférino por 45,5 millones de euros, pero según la prensa francesa, este monto no fue suficiente para pagar las cuentas. La venta del edificio habría sido distribuida de la siguiente manera: 20 millones de euros permitieron pagar el préstamo hipotecario ya adquirido, 10 millones fueron destinados a la compra de la
nueva sede del partido a las afueras de París y unos cinco millones más se usaron para financiar el plan social de unos 54 militantes que el PS tuvo que retirar de su plantilla
Pide el voto para Macron
Pero el Partido Socialista francés ha cosechado los peores resultados de su historia. Tras ello, Hidalgo pidió el voto de la segunda vuelta, que tendrá lugar dentro de dos semanas (24 de abril) para Macron, el cual, sin sorpresas y como sucedió en 2017, tendrá que derrotar a la líder ultraderechista Marine Le Pen.
“En línea con el compromiso de toda mi vida y para que Francia no caiga en el odio de todos contra todos, os pido a todos votar contra la extrema derecha de Marine Le Pen, con la papeleta de Emmanuel Macron”, indicó en una declaración apenas unos minutos después de que se hicieran públicas las primeras estimaciones de voto.
Afirmó que después de esta primera vuelta aparece “una Francia dividida y con múltiples fracturas, con una extrema derecha en las puertas del poder” y por eso su llamamiento para evitar la victoria de Le Pen.
Insistió en que apoyar el 24 de abril a Macron es un acto “de responsabilidad” que no borra en nada la urgencia de trabajar por el clima y por la justicia social, dos políticas en las que ha sido muy crítica con las realizaciones del presidente durante su mandato.
Por eso dijo que, una vez terminada la elección presidencial, habrá que trabajar para que la izquierda se una de cara a los comicios legislativos que se celebrarán en junio y para el futuro.
Señaló que ella trabajará para que vuelva a recuperar su orgullo “una izquierda moderna, abierta, de todos los colores, inventiva. Porque sin ella, la Francia que queremos, la Francia republicana democrática, social, laica y europea no puede cumplir sus promesas de libertad, de igualdad y de fraternidad”.
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