Análisis
“Ucrania ya ha ganado la guerra”
El experto Robert Farley analiza para LA RAZÓN las claves de la actualidad en el conflicto ucraniano
Ucrania ha dado por iniciada la ofensiva final rusa contra la región de Donbás, en el este del país. Según fuentes ucranianas, tropas rusas intentan romper las líneas enemigas con una maniobra envolvente desde la región de Járkov al norte, la ciudad portuaria de Mariúpol al sur y la región de Lugansk al este del Donbás.
“Han comenzado a apretarnos con mucha fuerza desde el sur y también desde el norte. El plan de cercar nuestras fuerzas lo intentan llevar a cabo por todas partes”, comenta Oleksii Arestóvich, asesor presidencial ucraniano. El experto Robert Farley analiza para LA RAZÓN las claves de la actualidad en el conflicto ucraniano, en el que Rusia, asegura este analista, ya ha perdido una parte importante de la batalla.
¿Qué posibilidades tiene Ucrania de ganar la guerra?
En cierto sentido, Ucrania ya ha ganado. Ha impedido que se cumplan los objetivos más ambiciosos de Rusia (inclusive, la toma de Kiev y la captura de toda la costa del Mar Negro). Además, no parece probable que Rusia pueda generar ofensivas serias en los próximos meses para volver a intentar capturar esas zonas. La resistencia ucraniana también ha dejado claro que la nación de Ucrania es real y que Rusia no puede esperar ocupar todo el país o establecer un régimen títere en Kiev.
Sin embargo, Moscú sigue en posesión de una parte considerable del territorio ucraniano. Si Rusia emprende una ofensiva a finales de la primavera y principios del verano, podría capturar aún más territorio. Es posible, aunque no probable, que las contraofensivas ucranianas recuperen parte de esta zona. Sin embargo, el final más probable de la guerra sigue siendo la ocupación rusa de parte del territorio ucraniano.
La OTAN asegura que el conflicto durará más tiempo del esperado, quizá meses. ¿Puede Rusia permitirse esta guerra? ¿Enviarán los países de la OTAN más armas pesadas?
Rusia puede permitirse esta guerra porque tiene su propia industria de Defensa y puede seguir imprimiendo rublos. También dispone de un flujo constante de divisas procedentes de las ventas de energía, aunque éstas pueden ser más limitadas en el futuro. Sin embargo, la continuación de la guerra causará un grave daño a largo plazo a la economía rusa, hasta el punto de que su contracción puede llegar a parecerse a la de principios de la década de 1990. Simplemente depende de cuánto dolor estén dispuestos a soportar el pueblo y el gobierno rusos para conquistar unos pocos kilómetros cuadrados más de Ucrania.
Con respecto a la OTAN, todo indica que el suministro de armas continuará y aumentará, e incluirá tanques, sistemas avanzados de defensa aérea y, muy probablemente, aviones. Así pues, Rusia lucha también con las bases industriales de defensa de Occidente.
¿Tendrán éxito las conversaciones de paz una vez que Putin tome la región del Donbás?
Tal vez. Capturar la región de Donbás puede ofrecer a Rusia una forma de salvar la cara para terminar la guerra. Los puntos de una posible paz más difíciles de alcanzar no son los referidos a cuestiones territoriales sino que implican la neutralidad y la desmilitarización de Ucrania. Este país puede aceptar una forma de neutralidad, pero es muy poco probable que se desmilitarice. Además, Kiev exigirá garantías de su seguridad a Occidente, lo que sin duda anularía el objetivo de convertirse en un país neutral como quiere Rusia. Mucho dependerá del curso de los combates en Donbás, incluidos los costes infligidos a las fuerzas rusas y la duración de la campaña.
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