Elecciones
La izquierda francesa deja de ser un referente para los obreros
Los extremismos arrasan entre los jóvenes de Francia y el liberalismo seduce a los más “seniors”
Con la segunda vuelta ya definida entre Emmanuel Macron y Marine Le Pen, la pregunta ahora es cómo va a moverse el mapa social-electoral para elegir el próximo presidente de Francia. La radiografía del votante francés y sus diferentes categorías, definirá quién le da su voto a quién el 24 de abril. Comencemos por analizar el voto obrero: lo primero que hay que decir es que la tradicional inclinación de los trabajadores de las clases C, D y E a votar por la izquierda francesa ha cambiado a lo largo de los años. Hoy las categorías de empleados y obreros se decantan por la extrema derecha de Marine Le Pen. Lo hicieron también en 2017.
Según la encuestadora IPSOS, Le Pen habría conseguido un 36% del voto obrero en esta primera vuelta, contra un 18% obtenido por Macron. Por su parte, los jefes de industria, ejecutivos y jubilados prefieren reelegir al presidente, con porcentajes que van desde el 30% hasta el 38%, en el caso de los retirados. Jérome Fourquet, director del polo Opinión del Instituto Francés de Opinión Pública, lo explica así: «Los menos calificados están confinados, mucho más que antes, en las profesiones menos visibles y peor pagadas. Pareciera que el partido Rassemblement National hubiera capitalizado progresivamente el resentimiento de haber sido relegados cultural y socialmente».
Las cifras por edad también favorecen a Le Pen: según Ipsos, en esta primera vuelta la candidata de extrema derecha obtuvo un 26% de votos en la categoría de 18 a 24 años contra un 20% obtenido por Macron. Un resultado que podría sorprender, visto que el mandatario es el candidato más joven de la carrera electoral y ha incluido en su estrategia de campaña el uso de los medios más adaptados a esa franja de edad: TikTok, Snapchat, Instagram y otras redes sociales que conectan mejor con los jóvenes.
Pero las sorpresas siguen: en realidad, el candidato que más votos obtuvo en la categoría joven fue Jean-Luc Mélenchon quien, a sus 70 años, parece haber transmitido eficazmente sus ideas de extrema izquierda, alcanzando un 31% en la franja de 18 a 24 años y un 34% en la de 25 a 34 años. Ahora bien, ¿el llamado de Mélenchon a «no darle ni un solo voto a Marine Le Pen» significaría que los jóvenes que votaron por él se volcarían a hacerlo por Macron en segunda vuelta? Nada está escrito.Por su parte, Macron se posiciona bien entre los «seniors» con un 41% de votos entre los franceses de más de 70 años, pero está obligado a salir a buscar el voto joven, que aún no logra conquistar del todo. Desde la mañana siguiente de la primera vuelta, se le vio en la calle, estrechando manos y respondiendo sonriente a las preguntas de ciudadanos y periodistas. Una imagen que no se vio antes de la primera vuelta.
En lo que concierne a las diferencias entre el voto del campo y la ciudad, algunos patrones se repiten: como en 2017, Emmanuel Macron recoge una importante votación en las grandes ciudades, alcanzando un 26,9% en las de más de 100.000 habitantes. Macron conquistó especialmente el oeste de Francia, logrando un porcentaje de 32,8 % en la región de Bretaña. En todas las regiones de Francia metropolitana, excepto las de Occitania y Provenza-Alpes-Costa Azul, Macron registra al menos un 25% de los votos. Por su parte, Mélenchon es también mucho más votado en las zonas urbanas que Le Pen, lo que podría representar una ventaja para Macron en segunda vuelta, si la extrema izquierda se activa para reelegir al presidente saliente.
En la ciudad de París, la diferencia entre Macron y Le Pen es abrumadora: 35,33% para el mandatario contra 5,54% para la candidata de extrema derecha. Le Pen sale bastante favorecida en Marsella y Niza, en el Mediterráneo, con un 20,89% de votos en la primera y un 22,39 en la segunda, lo que confirma la sensibilidad hacia los problemas migratorios y de seguridad en las ciudades portuarias del sur, que reciben la mayor cantidad de migrantes africanos. No hay que olvidar la categoría de votantes que obtuvo el 26% este domingo: los abstencionistas. Después de todo, se trata del segundo nivel más alto de abstención para una elección presidencial bajo la Quinta República en Francia. Según las estadísticas, esta franja está compuesta por mujeres y obreros.
El grupo de estudios estadísticos BVA señala que la abstención en las mujeres representó este domingo un 29% de electoras registradas contra un 24% en hombres. Si miramos las clases socioeconómicas, la diferencia es mayor: la abstención en los obreros franceses alcanzó un 35% contra un 14% en mandos ejecutivos de empresa. Según el mismo estudio, la razón para estas cifras es que los abstencionistas sentían una falta de confianza en el proceso electoral y un total desinterés por los candidatos de la contienda.
¿Y qué dicen las primeras encuestas sobre la intención de voto para la segunda vuelta? La empresa IPSOS Francia, apoyada en sondeos a boca de urna realizados en la noche de este domingo, publica cifras favorables a Emmanuel Macron: 54 % frente a 46 % para Marine Le Pen, un escenario mucho más ajustado que en 2017.
✕
Accede a tu cuenta para comentar