Presión

Reino Unido ordena una investigación parlamentaria contra Johnson por “mentir” sobre el “partygate”

La medida aumenta la presión sobre el primer ministro británico

La medida fue instigada por el Partido Laborista de la oposición y se aprobó después de que el gobierno abandonara sus esfuerzos para que los legisladores conservadores la bloquearan
La medida fue instigada por el Partido Laborista de la oposición y se aprobó después de que el gobierno abandonara sus esfuerzos para que los legisladores conservadores la bloquearanStefan RousseauAgencia AP

Boris Johnson será finalmente investigado para esclarecer si mintió deliberadamente al Parlamento cuando afirmó en repetidas ocasiones que no se habían incumplido las normas durante el confinamiento en pleno escándalo del Partygate. En caso de que se demuestre que no dijo la verdad, podría suponer motivo de dimisión.

El líder tory se convirtió la semana pasada en el primer inquilino de Downing Street en ser multado por violar la ley. La sanción impuesta por Scotland Yard corresponde a la pequeña fiesta sorpresa que su pareja Carrie le organizó por su cumpleaños en plenas restricciones en 2020. Aunque él insiste en que “ni en ese momento ni posteriormente” pensó que la celebración en la Sala de Gabinete previa a la reunión con sus ministros estuviera en contra de las reglas que existían entonces en pandemia, donde claramente se prohibía a los británicos reunirse en interiores.

La jornada de ayer estuvo llena de los habituales volantazos que caracterizan al Gobierno de Johnson. Aunque el premier estaba de viaje en India, el Ejecutivo presentó inicialmente una enmienda a la moción de la oposición laborista para retrasar la investigación. Pero tras la indignación que eso provocó entre las propias filas tories, se acabó retirando y se dio libertad de voto a los conservadores. Ninguno se opuso a la petición de la oposición por lo que finalmente la moción salió adelante sin necesidad de votación.

“Johnson ha perdido la confianza de la ciudadanía por las fiestas celebradas en Downing Street durante el confinamiento. Ahora, está claro que ha perdido la confianza de los diputados”, matizó el líder laborista Keir Starmer.

El líder de los Liberal Demócratas, Ed Davey, señaló por su parte que los diputados británicos “estaban demasiado avergonzados” para respaldar a Johnson durante la votación, pero también “son demasiado débiles para echarle”.

A su juicio, Reino Unido necesita que Johnson delegue en alguien que tenga “la confianza” de la ciudadanía y pueda liderar en asuntos como la guerra en Ucrania. “La verdad es que el primer ministro ha perdido la confianza de la ciudadanía”, continuó, antes de remarcar que, “francamente, no está a la altura de su trabajo”.

La Comisión de Privilegios estará a cargo ahora de la pesquisa. Eso sí, no comenzará su trabajo hasta que haya concluido la investigación que sigue llevando a cabo Scotland Yard sobre las fiestas en pleno confinamiento y se haya publicado el informe completo que realizó sobre la materia la alta funcionaria Sue Gray, quien ya adelantó a principios de este año que “hubo fallos de liderazgo y juicio”.

De momento, Scotland Yard ya ha impuesto alrededor de 50 multas. No se descarta que Johnson reciba más sanciones, aunque la Policía indicó ayer que no habrá nada hasta pasadas las elecciones locales del próximo 5 de mayo, donde los tories podrían perder hasta 800 asientos a manos de la oposición laborista.

En definitiva, Johnson está de momento a salvo. Pero su puesto no está del todo garantizado. De hecho, hay varias voces dentro de su propio partido que piden su dimisión. El diputado “tory” Steve Baker lideró ayer las críticas desde su bancada al esgrimir que “hace tiempo que se tendría que haber marchado”.

La Comisión de Privilegios está conformada por siete diputados que reflejan la composición de la Cámara de los Comunes. Actualmente está compuesta por cuatro conservadores, dos laboristas y uno del Partido Nacional Escocés. Cuando acabe la investigación, deberá preparar un informe y derivarlo después a la Cámara de los Comunes y sus conclusiones y recomendaciones tendrían que volver a votarse.

Es complejo saber si el premier aguantará todos los obstáculos y se mantendrá como candidato del Partido Conservador para las próximas elecciones previstas para 2024. De momento, una razón importante para mantenerle en el poder es que la formación no cuenta ahora con un sustituto claro. El ministro del Tesoro, Rishi Sunak, que durante tiempo fue visto como el gran favorito se ha quedado ahora sin ninguna posibilidad. Y no solo por el hecho de que también ha sido multado, sino porque su popularidad ha caído en picado tras la subida de impuestos y un escándalo respecto al estatus fiscal de su mujer.