Francia

El presidente reelegido dibuja un nuevo Gobierno verde ¿y de izquierdas?

El presidente francés tomará posesión este miércoles y nombrará un nuevo gabinete con Elisabeth Borne como posible primera ministra

Elisabeth Borne suena como la primera ministra del nuevo Gabinete de Emmanuel Macron
Elisabeth Borne suena como la primera ministra del nuevo Gabinete de Emmanuel Macronlarazon

Ya es oficial: Macron es presidente por segunda vez. Tal como se esperaba, los franceses formaron una barrera contra la extrema derecha de Marine Le Pen y dieron al mandatario cinco años más de gobierno. Y aunque todavía se escuchan los cantos de victoria, en realidad, Emmanuel Macron tiene un verdadero reto por delante que no es tan festivo: sabe que tiene que lidiar con un país dividido en el que una buena parte votó, no por él, sino en contra de una ideología extremista.

Para ello, deberá conformar un nuevo equipo de gobierno y todo indica que, contrariamente a lo que hizo en 2020, esta vez se inclinará a la izquierda. El día 27 de abril, el Consejo Constitucional francés hará el anuncio oficial del nuevo presidente. En la sala de ceremonias del Palacio del Elíseo, Emmanuel Macron será investido con el Gran Collar de Gran Maestro de la Legión de Honor, para luego pronunciar su discurso de toma de posesión. A partir de allí tendrá luz verde para hacer los cambios de gabinete que crea necesarios.

El actual Primer Ministro, Jean Castex, aunque constitucionalmente nada le impide mantenerse en el cargo, ya ha anunciado que presentará su dimisión, como un gesto de “tradición republicana” ante el inicio del nuevo mandato.

Por su parte, Macron ya ha prometido que nombrará a un primer ministro que se encargue directamente de la planificación ecológica “para avanzar dos veces más rápido en la reducción de gases con efecto invernadero”. En un discurso pronunciado en Marsella, días antes de la segunda vuelta, el presidente concentró casi todo su discurso en lo ecológico: el cambio climático, la contaminación de los plásticos, la energía limpia, el cuidado de los recursos naturales y los temas verdes en general. “La política que yo dirigiré en los próximos cinco años será ecológica o no será política” remata Macron, rescatando en el último minuto un tema que estuvo bastante ausente a lo largo de la campaña electoral.

Para reemplazar al primer ministro Castex, suena mucho el nombre de la ministra de Trabajo, Elisabeth Borne, muy apreciada en el círculo de Macron, fiel a sus ideas, eficiente… y mujer, lo que enviaría un fuerte mensaje de cambio a toda Francia.

Pero además, Emmanuel Macron tiene previsto nombrar a “dos ministros fuertes” que sirvan de apoyo al primer ministro ecologista: un titular de Planificación Energética cuya misión – en palabras de Macron- será hacer de Francia “la primera gran nación en salir del petróleo, del gas y del carbón”; y un futuro ministro encargado de la “Organización Ecológica Territorial”, que llevará adelante una agenda de descentralización y deberá reinvertir en el transporte fluvial y ferroviario, además de acelerar la renovación de viviendas, fijándose una meta de al menos 700.000 por año durante los próximos cinco años. “Ese ministro también tendrá la tarea de mejorar la calidad del agua, el aire y los alimentos” - asegura el presidente reelecto sin especificar exactamente cómo se lograrán estos objetivos.

Los que se quedan y los que se van

Nada está garantizado en el nuevo gabinete, pero la prensa francesa y los actores políticos ya hacen apuestas sobre cómo quedará el tablero de gobierno en el nuevo quinquenio de Macron.

Se habla de los miembros fieles al presidente, que mantendrían sus cargos: Olivier Véran, que probablemente se mude del ministerio de Sanidad a otra cartera para olvidar el mal trago del covid-19 pero siempre manteniéndose a bordo del barco macronista. El ministro del Interior, Gérald Darmanin, podría también mantenerse en su puesto, especialmente después de haber presentado un proyecto de ley para reforzar la seguridad contra los ciberataques provenientes del extranjero y duplicar la presencia policial en las calles. También se quedarían Bruno Le Maire como titular de Finanzas, Julien Denormandie, ministro de Agricultura y uno de los favoritos del presidente; y Roxana Maracineanu, quien tiene sobre sus hombros la responsabilidad de organizar nada menos que los Juegos Olímpicos París 2024.

Podríamos, en cambio, ver partir al canciller, Jean-Yves Le Drian, ya con 74 años y una larga carrera política. La ministra de Defensa y Armas, Florence Parly, así como el ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, que ha acompañado a Macron a lo largo de sus primeros cinco años de mandato, también estarían de salida.

Sin embargo, estos movimientos servirían para conformar un nuevo gobierno que durará poco tiempo ya que también se acostumbra en Francia que el gabinete renuncie después de las elecciones legislativas que se desarrollarán pronto: el 12 y el 19 de junio. La continuidad de este gabinete dependerá en gran medida de si Macron mantiene la mayoría parlamentaria que posee actualmente.

Mélenchon, ¿primer ministro?

Para Jean Luc Mélenchon, candidato de extrema izquierda que ocupó la tercera posición en la primera vuelta electoral con un 22% de los votos, la fiesta no ha terminado.

Con las elecciones legislativas a la vuelta de la esquina, el izquierdista de 70 años ha pedido a sus adeptos “que lo elijan primer ministro”. ¿Cómo es eso posible?

Si en las legislativas el partido de Mélenchon, La Francia Insumisa, obtiene una mayoría parlamentaria, el presidente Macron estaría en la obligación de aceptar lo que se denomina “la cohabitación”. Esto es, el nombramiento de un primer ministro que no provenga de las filas del partido oficial sino del que haya obtenido más escaños en la Asamblea Nacional.

“A los franceses les pido que me elijan primer ministro en una ‘tercera vuelta’ y para ello, les pido que elijan una mayoría de diputados insumisos”- dijo Mélenchon a la prensa el pasado martes.

El escenario no es descabellado pero es poco probable: Según una encuesta de la BVA publicada el viernes, el 66 % de los franceses encuestados no quiere que Emmanuel Macron, en caso de reelección, pueda beneficiarse de una mayoría en la Asamblea Nacional. Recordemos también que en primera vuelta, los extremos – izquierda y derecha- sumaron 52% de los votos. Aún así, el partido de Macron, La

République En Marche, tiene actualmente 265 escaños en la Asamblea contra 17 de Mélenchon y 7 de Agrupación Nacional, partido dirigido por Marine Le Pen. Una cohabitación necesitaría una verdadera avalancha de votos contra el presidente que acaba de reelegirse.