Alianza Atlántica

Scholz respalda la adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN

El canciller alemán alerta de que Putin podría atacar a otros países europeos

Olaf Scholz, junto a las primeras ministras de Finlandia, Sanna Marin (izda.), y Suecia, Magdalena Andersson, en el castillo de Meseberg
Olaf Scholz, junto a las primeras ministras de Finlandia, Sanna Marin (izda.), y Suecia, Magdalena Andersson, en el castillo de MesebergCLEMENS BILANAgencia EFE

El castillo de Meseberg, cerca de Berlín, acoge durante dos días las reuniones a puerta cerrada entre los Gobiernos de Alemania, Suecia y Finlandia. Tres aliados de la UE que tal vez pronto también lo serán de la OTAN. De hecho, los ministros de Exteriores de la Alianza Atlántica celebrarán en la capital alemana una reunión el 14 y 15 de mayo donde se abordara, entre otros asuntos, la eventual adhesión de los dos únicos países nórdicos que no pertenecen al Tratado de Washington.

Flanqueado por las primeras ministras sueca, Magdalena Andersson, y finlandesa, Sanna Marin, el canciller alemán, Olaf Scholz, aseguró este martes que “estamos siguiendo el debate en cada país con atención, pero, por supuesto, serán Suecia y Finlandia quienes decidirán”. En caso de que Estocolmo y Helsinki llamen a las puertas de la OTAN, Berlín les brindará todo su apoyo: “Está claro que si estos dos países deciden que quieren ser parte de la OTAN, pueden contar con nuestro apoyo”.

El líder socialdemócrata alemán, criticado por su prudencia inicial a la hora de apoyar militarmente a Ucrania frente a la agresión rusa, no se anduvo por las ramas y alertó de que el régimen de Vladimir Putin puede tener en su punto de mira a otros países europeos. “Nadie debe dar por hecho que Rusia no vaya a atacar otros países. Alemania apoyará a Finlandia y a Suecia, en caso de que decidan ingresar”, aseguró Scholz en un intento de despejar la principal incertidumbre para los Gobiernos de los dos países escandinavos: las garantías de seguridad de la OTAN mientras dure el proceso de adhesión a la organización. “Nadie puede estar seguro de que Rusia no va a volver a romper la legalidad internacional por la fuerza”, advertía el canciller alemán.

Por su parte, Andersson recordó que los partidos políticos suecos se encuentran inmersos en un profundo debate sobre el futuro rumbo de su política de seguridad y defensa al que contribuirá el Gobierno socialdemócrata el 13 de mayo con la presentación de un “análisis sobre la situación de seguridad” que incluirá la eventual integración en la OTAN. Tras insistir en que “todas las opciones están sobre la mesa”, la primera ministra sueca recordó que “esta es, por supuesto, una declaración importante, aumenta el margen de movimiento de Suecia”.

Desde la anexión ilegal de Crimea, Estocolmo se preparara frente a la creciente agresividad militar de Rusia y se ha comprometido a aumentar su gasto militar hasta el 2% del PIB. “La situación de seguridad exige una integración más estrecha que antes, también con nuestros socios transatlánticos”, explicó Andersson. “Necesitamos ampliar nuestras capacidades defensivas y hacerlo rápido”, añadió la primera ministra sueca, que subrayó en alemán que “compartimos con Alemania un profundo compromiso con los valores democráticos”.

Como Andersson, la jefa del Gobierno finlandés se mostró prudente porque “todavía no hemos decidido si presentaremos la solicitud o seguiremos nuestro camino actual”, en referencia al histórico no alineamiento militar de los países nórdicos. Po ello, Marin destacó que “Finlandia y Suecia se enfrentan a decisiones importantes con respecto a su propia seguridad”.

Con 1.340 kilómetros de frontera común con la Federación Rusa, los finlandeses se han tomado muy en serio la invasión de Ucrania. De ahí que los ciudadanos, tradicionalmente reacios a entrar en la Alianza Atlántica, apoyen ahora mayoritariamente sumarse a ese paraguas de seguridad que proporciona el artículo 5 de la OTAN (la defensa común colectiva en caso de que uno de los socios sea atacado).

“El ataque de Rusia a Ucrania ha cambiado drásticamente nuestro entorno de seguridad, y ya no hay vuelta atrás. Ahora vemos más claramente hacia dónde quiere llevarnos Rusia, que es básicamente a un mundo de esferas de influencia donde los más fuertes tienen la última palabra”, describió Marin.

Como en la vecina Suecia, la próxima semana será clave para la eventual adhesión a la OTAN. El 12 de mayo, el presidente de la República, Sauli Niinistö, que comparte la competencia de la política exterior con el Gobierno y el Parlamento, comunicará su posición. Dos días más tarde, el 14 de mayo, Marin anunciará la suya en un congreso extraordinario del Partido Socialdemócrata (SDP). Hasta ahora ambos han preferido no dar su opinión para no influir en el debate que mantienen los partidospolíticos en el “Eduskunta” (Parlamento).

En este sentido, la jefa de Gobierno finlandesa aseguró que “sea cual sea la decisión, estará basada en el compromiso con los finlandeses y con la contribución a una seguridad común”.

En caso de que Suecia y Finlandia soliciten formalmente su adhesión a la OTAN, serían invitadas a sumarse a la organización por los 30 aliados transatlánticos en la Cumbre de Madrid del 29 y 30 de junio.