Polémica

“Dimite o haremos daño a tu familia”: Bennett recibe amenazas de muerte

El primer ministro israelí y su hijo, objetivo de las balas enviadas en dos cartas. Las autoridades aumentan la seguridad del “premier” y su familia

Las autoridades han aumentado la seguridad del primer ministro israelí, Naftali Bennett y de su familia
Las autoridades han aumentado la seguridad del primer ministro israelí, Naftali Bennett y de su familiaMenahem KahanaAgencia AP

El primer ministro israelí, Naftali Bennett, recibió dos cartas con balas en el interior a lo largo de la semana. La primera era dirigida al premier, y la segunda a su hijo Yoni, de 15 años, que fue enviada a la vivienda de la familia en la ciudad de Ra’anana.

Desde que el líder de Yamina asumió el poder del estado judío tras sellar un acuerdo de rotación con Yair Lapid el año pasado, ha estado en el ojo del huracán. La derecha nacionalista y los sectores extremistas del sionismo religioso lo acusan de “ladrón de votos” y de ser “el primer ministro del movimiento islamista” (por su acuerdo de coalición con la facción árabe Ra’am). Para forjar el “gobierno del cambio” y desplazar a Benjamín Netanyahu del poder, Bennett quebró su promesa de no pactar con la izquierda.

Para el ministro de defensa Benny Gantz, las amenazas suponen “cruzar todas las líneas rojas”, ya que una bala dentro de un sobre puede terminar “en tres disparos de pistola”. Se refirió así al asesinato del ex primer ministro Isaac Rabin, baleado por un extremista de derechas en una manifestación pacifista en Tel Aviv. Semanas antes, el hoy diputado Itamar Ben Gvir –cuya facción accedió a la Knesset gracias a los tejemanejes de Netanyahu- mostró ante las cámaras de televisión la placa del coche oficial del líder laborista. “Alcanzamos el coche. Llegaremos también a Rabin”, afirmó desafiante. Su fatídica premisa se cumplió, y aquellos disparos fulminaron un proceso de paz con los palestinos que parecía inminente.

El cambio de gobierno en Israel vino marcado por una incesante campaña de incitación contra Bennett por parte de comentaristas televisivos y usuarios de redes sociales. Yossi Verter, analista de Ha’aretz, apunta a “Bibi” como principal culpable: “Cuando Netanyahu está en la oposición y pisando el terreno, y ahora encima inculpado judicialmente, el gobierno y la seguridad nacional entran en peligro”. Recordó el turbio ambiente callejero tras la firma de los Acuerdos de Oslo, en que el Likud propagó que “Rabin ya no dispone del mandato popular”. Las proclamas de traidor y los carteles del asesinado premier vestido con uniforme de las SS nazis “fueron la base que normalizó la incitación”. “Bibi” estaba entonces a pie de calle liderando las marchas.

Además de las dos cartas, el ejército israelí comunicó que arrestó a un soldado sospechoso de publicar contenidos amenazantes hacia Bennett en redes sociales. El canal 12 reportó que las cartas podrían haber sido enviadas por la misma persona o grupo, ya que utilizaron un lenguaje similar e incluyeron el mismo tipo de balas.

Tras recibir la primera misiva, el equipo de seguridad del premier decidió reforzar la unidad dedicada a proteger a la familia de Bennett, y la policía criminal y los servicios secretos emprendieron una investigación conjunta para intentar hallar a los culpables. Bennett manifestó que “el conflicto político no debe alcanzar la violencia, el bullying y las amenazas de muerte. Como líderes y ciudadanos, debemos asegurar que este fenómeno deje de existir en nuestro país”. En víspera del Día del Recuerdo a las víctimas del Holocausto y ante la inminente celebración del Día de la Independencia, hizo un llamamiento a la “calma y la reconciliación” desde todo el espectro político. “Tenemos una sola casa, y no podemos quemarla”, enfatizó.

Para su hijo Yoni, “es triste que pasen estas cosas por culpa de la incitación, con gente a quienes les lavaron el cerebro y tienen una plataforma para influir a otros”.

La “coalición del cambio” de Bennett vive un periodo de inestabilidad e incertidumbre, después que la diputada Idit Silman –del mismo partido Yamina del premier­­­­- anunció su renuncia. De este modo, la coalición perdió la mayoría de 61 escaños necesaria para gobernar.Desde entonces, el Likud sigue echando leña al fuego. En su perfil de twitter, el partido de Netanyahu acusó a Bennett de gastar “50 millones de shekel del erario público para reformar su casa privada”. Ha’aretz aclaró que se gastaron 160.000 shekel (45.000 euros) para reforzar la seguridad de la oficina de trabajo en su hogar privado, ya que la residencia oficial en Jerusalén está en obras.

Pese a la gravedad del suceso, Betsalel Smotrich, líder del “Sionismo Religioso” y arduo rival de Bennett, cuestionó la veracidad de las cartas, e insinuó que podría ser una maniobra para mejorar la popularidad del premier.

En el pasado, la policía ya investigó recurrentes amenazas dirigidas al primer ministro israelí. En agosto de 2021, se detuvo a dos residentes del sur del país por mensajes graves publicados en Facebook. Como ocurriera con el difunto Rabin, circularon imágenes de Bennett ataviado con una kufiyya (pañuelo árabe) y el lema “traidor”.

Ante este panorma, el Jerusalem Post alertó en su editorial que “otro asesinato político en este país sería equivalente a lanzar queroseno en una casa con riesgo de incendio”. Se diferenció la libertad de expresión con los llamados a matar a un líder político, y señaló que esto surge de “una atmósfera tóxica, con políticos y comentaristas acusándolo frecuentemente de impostor y mentiroso”.