Batalla

Illia Samoylenko, el héroe de Mariupol que defiende Ucrania sin un ojo y con un brazo artificial

Oficial del Batallón Azov, fue a la guerra en 2015, un año después de que la anexión rusa de Crimea, y fue cuando sufrió la pérdida de sus miembros

Illia Samoylenko, oficial en Azov
Illia Samoylenko, oficial en AzovLa Razón

Illia Samoylenko había perdido el brazo izquierdo mientras defendía a Ucrania. También perdió uno de sus ojos. Pero el tener un ojo artificial y un brazo de titanio no le impide seguir luchando contra las tropas rusas en Mariupol. “¡Un hombre de voluntad de hierro, un verdadero héroe!”, dicen los ucranianos.

Oficial del Batallón Azov, fue a la guerra en 2015 (un año después de que comenzara la batalla por la anexión rusa de Crimea) y fue cuando perdió las dos partes de su cuerpo.

“Continúa su lucha con una prótesis mecánica de titanio y espera terminar la carrera de historia”, explico Euromaidan Press.

Las Naciones Unidas temen que miles de civiles hayan muerto en Mariúpol por los ataques de las tropas rusas y apuntan que lo podrán verificar cuando una misión de observadores pueda acceder a la ciudad, que ha sufrido una enorme destrucción.

Asimismo, al menos cien civiles ucranianos permanecen refugiados en las instalaciones de la planta de acero de Azovstal, en la ciudad del sur de Ucrania, según informó un asesor de la alcaldía de la ciudad, Petro Andriuschenko.

“Mariupol. Azovstal. Además de los militares, al menos 100 civiles permanecen en refugios. Sin embargo, esto no reduce la densidad de los ataques de los invasores”, escribió en su cuenta de Telegram el asesor municipal, según la agencia Interfax-Ukraine. También dijo que “la artillería pesada y la aviación continuaron bombardeando la planta durante todo el día (de ayer). Los intentos de asalto por tierra siguen sin tener éxito. Pero la ciudad vuelve a escuchar el sonido de los cañones”, precisó Andriuschenko.

La sitiada ciudad al borde el mar de Azov está completamente bloqueada por las tropas rusas desde casi el comienzo de la invasión, el pasado 24 de febrero, y las instalaciones de la acería han servido como refugio a cientos de civiles y militares que aún aguantan el asedio.

“Este ataque es otro recordatorio de que en esta guerra, como en muchos otros conflictos, son los civiles los que pagan el precio más alto”, ha señalado el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, antes de reiterar que “civiles e infraestructura civil deben estar a salvo en momentos de guerra”.

Asimismo, ha indicado que “esta guerra debe terminar y debe establecerse la paz, en línea con la Carta de la ONU y el Derecho Internacional”. “Naciones Unidas y sus socios humanitarios en Ucrania seguirán apoyando a aquellos cuyas vidas han sido rotas por la guerra”, ha zanjado.