Suecia

Suecia y Finlandia entregan este miércoles su solicitud formal para ingresar en la OTAN

Estocolmo y Helsinki confían en que Turquía no sea un escollo en el proceso de adhesión, que durará entre seis meses y un año

La ministra de Exteriores, Ann Linde, firma la carta en la que Suecia pide la adhesión a la OTAN
La ministra de Exteriores, Ann Linde, firma la carta en la que Suecia pide la adhesión a la OTANHenrik MontgomeryAgencia EFE

El imparable proceso de adhesión de Suecia a la OTAN ha dado este marte un paso mas. Un día después de que el Gobierno socialdemócrata sueco anunciara su deseo de sumarse a la organización militar, la ministra de Asuntos Exteriores, Ann Linde, firmó a las 9 de la mañana en un solemne acto en su ministerio la carta en la que el país nórdico solicita formalmente unirse a la Alianza Atlántica.

“Hemos terminado haciendo lo que creo que es mejor para Suecia”, reconocía Linde mientras estampaba su firma rodeada de fotógrafos en la sede del Ministerio de Exteriores en la plaza Gustav Adolfs del centro de Estocolmo.

Este miércoles, los embajadores sueco, Axel Wernhoff, y finlandés, Klaus Korhonen, ante la organización entregarán a las ocho de la mañana el documento al secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, en Bruselas. El martes, el Parlamento de Finlandia ha dado luz verde por una amplísima mayoría a su entrada en la organización. Su presidente, Sauli Niinistö, que se encuentra hoy y mañana en Estocolmo en una visita de Estado, se reunió con la primera ministra, Magdalena Andersson, tras dar un discurso oficial ante el “Riksdag” (Parlamento sueco).

Durante la rueda de prensa conjunta con su invitado, Anderson subrayó que “la pertenencia a la OTAN fortalece la seguridad en Suecia, pero también en la región del mar Báltico, y el hecho de que lo hagamos junto con Finlandia significa que podemos contribuir a la seguridad en el norte de Europa”. “Nuestra solicitud conjunta de la OTAN es una señal de que estamos unidos para el futuro”, indicó la primera ministra sueca.

Si bien el debate sobre la OTAN ha corrido paralelo entre los dos vecinos escandinavos, Finlandia tomo la iniciativa, lo que aumentó la presión sobre las autoridades suecas, conscientes de que quedar aislados en el Báltico fuera del paraguas de seguridad del artículo 5 del Tratado de Washington les dejaría más expuestos a las amenazas militares rusas.

El presidente finlandés, Sauli Niinistö, y la primera ministra sueca, Magdalena Andersson, en Estocolmo
El presidente finlandés, Sauli Niinistö, y la primera ministra sueca, Magdalena Andersson, en EstocolmoAnders Wiklund/TTAgencia AP

De ahí que Andersson aprovechara para recordar la estrecha amistad que une a ambos vecinos. “Tenemos una larga historia común. Compartimos tradiciones, valores y cultura. En los últimos meses, también ha quedado claro que la seguridad de Suecia y Finlandia están estrechamente vinculadas. Y durante la crisis que ha creado la guerra ilegal de Rusia, la estrecha cooperación que hemos tenido entre nuestros países ha sido crucial”, aseguró.

La opinión de los suecos sobre la OTAN, que apenas apoyaba el 25% en diciembre pasado, ha dado un giro radical tras la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero. Hoy más de la mitad de la población apoya la adhesión. Según la última encuesta de Novus, el 58% de los suecos dice “sí” a la OTAN, frente a un 23% que se opone y un 19% que se mantiene indeciso. “Ahora, una clara mayoría de los suecos está a favor de la membresía en la OTAN. La encuesta de la semana pasada apuntaba en esta dirección, pero ahora se confirma. Magdalena Andersson reconocía que se sentía segura con el pueblo sueco detrás de ella. Esta encuesta confirma claramente por primera vez que este es el caso”, explica Torbjörn Sjöström, director ejecutivo de Novus.

El proceso de adhesión

Con la entrega de las misivas de los embajadores de los dos países nórdicos arranca este miércoles un proceso de adhesión exprés que se prolongará entre seis meses y un año.

Nada más recibir la carta, los embajadores de los 30 actuales miembros de la organización la discutirán y tomarán una decisión, probablemente ese mismo día. El debate correrá a cargo de Bettina Cadenbach, vicesecretaria general de la OTAN.

Tras el correspondiente análisis del país candidato, la organización militar publicará un informe donde se informará si el solicitante cumple con los requisitos para ser miembro de la OTAN, que incluye una nueva carta del ministro de Exteriores del país solicitante donde confirma que entiende las condiciones y mantiene su deseo de integrarse en la Alianza. Es entonces cuando, los embajadores permanentes firman un protocolo de adhesión. Todo estos pasos deberían completarse en dos semanas.

Una vez que los Estados miembros han firmado el correspondiente protocolo al Tratado de Washington, Suecia y Finlandia se convertirán en “miembros invitados” con derecho a participar en todas las reuniones, pero sin derecho de voto aún.

Una vez redactado, el tratado de adhesión es remitido a los 30 Parlamentos nacionales para que sean ratificados por sus Parlamentos o Gobiernos, según su legislación nacional. lo que podría llevar unos seis meses, si bien muchos aliados han prometido un proceso más rápido, dado que Suecia y Finlandia cumplen los criterios democráticos y militares de la organización transatlántica.

Los dos países nórdicos se convertirán en Estados de pleno de derecho de la organización cuando concluido el proceso de ratificación en los 30 Estados y ellos mismos lo hayan aprobado en su Parlamento y estampado su firma.

Este calendario, no obstante, puede verse retrasado por algunos socios con la intención de sacar alguna ventaja de las nuevas adhesiones. Este es el caso de Turquía, cuyo presidente, Recep Tayyip Erdogan, se niega dar el plácet a la adhesión de Estocolmo y Helsinki por “acoger a terroristas kurdos”.

En este sentido, Linde aseguró que seguirán los contactos con Ankara, donde llegará la próxima semana una delegación diplomático sueco-finlandesa para tratar con su homólogos turcos la adhesión a la OTAN. “Se están realizando varios esfuerzos diplomáticos. Nos abstenemos de comentar más sobre esto”, se limitó a decir la jefa de la diplomacia sueca para no echar más leña al fuego en las difíciles relaciones con Turquía.

Tanto Suecia como Finlandia están dispuestos a tratar con Ankara las diferencias. “Estamos buscando contacto con Turquía y estamos listos para tener un diálogo a diferentes niveles y también, por supuesto, viajar a Turquía”, asegura Andersson.

Niinistö, por su parte, se muestra sorprendido por el cambio de posición de Erdogan sobre la adhesión a la OTAN de los dos países nórdicos. “Tuve una conversación telefónica con el presidente Erdogan a principios de abril. Estaba claro que apoyaba la membresía finlandesa. Ahora parece que hay otras opiniones”, asegura el presidente finlandés, que, pese a todo, se muestra optimista sobre una pronta solución.

En opinión de Björn Fägersten, investigador principal del Instituto de Política Exterior de Suecia, el proceso de adhesión puede toparse con inesperados contratiempos. “El mayor riesgo es si algunos países eligen usar el poder de veto como una forma de obtener otras ventajas, o si los países son presionados por terceros poderes, por ejemplo, que Rusia intente influir en los miembros existente”, advierte Fägersten.

Visita a la Casa Blanca

La amenaza de veto turco será abordada con todo seguridad por la primera ministra sueca, Magdalena Andersson, y el jefe de Estado finlandés, Sauli Niinistö, con el presidente e EE UU, Joe Biden, durante su encuentro en la Casa Blanca de este jueves. Además de la adhesión a la OTAN, discutirán sobre la agresión de Rusia contra Ucrania y las relaciones transatlánticas en el nuevo contexto de seguridad, según anunció en un comunicado el Gobierno sueco. Un día antes, el ministro de Exteriores turco, Mevlüt Cavusoglu, viajará también a Washington para entrevistarse con el secretario de Estado, Antony Blinken.