Guerra

Los socios de Putin dan la espalda a Rusia y se niegan a apoyar la invasión de Ucrania

La OTSC no comparte la visión de que la expansión de la OTAN hacia el Este sea una amenaza

El presidente de Rusia Vladimir Putin
El presidente de Rusia Vladimir PutinAlexander NemenovAgencia AP

Los presidentes de Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán se reunieron en el Kremlin junto a Vladimir Putin en el marco de la invasión a Ucrania. En la conversación, aseguraron que no están dispuestos a acompañar a Rusia en la guerra en territorio ucraniano.

Estos países no comparten la visión de que la expansión de la OTAN, en relación con la posible adhesión de Finlandia y Suecia a la Alianza, se trate de una amenaza al Este o pueda constituir un peligro para su seguridad o temen ser el objetivo de una próxima invasión.

La declaración emitida tras la reunión de los seis miembros de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) no mencionó a Ucrania ni lo que Rusia denomina como “operación militar especial”. Solo Putin y Lukashenko hablaron de la actual situación en la nación.

Según las agencias de noticias rusas, Putin repitió en numerosas ocasiones que Ucrania estaba desarrollando armas biológicas y volvió a justificar la guerra para “desnazificar Ucrania”. Por su parte, el bielorruso habló de “intento de desmembrar a Ucrania” y condenó el hecho de que el país haya caído “bajo la influencia de Occidente”.

“No fue una reunión feliz y no salió bien”, tuiteó el experto en Rusia y economista sueco Anders Åslund. Dijo que los comentarios expresados por los líderes de los otros países de la OTSC, Tayikistán y Kirguistán, “fueron un mundo aparte de Lukashenko y Putin”. “Se negaron a enviar soldados al frente como quería Rusia”, agregó.

La OTSC se trata de una alianza militar que desde 2001 cuenta con unas fuerzas colectivas de reacción rápida de 5.000 efectivos y desde 2009 con otros 5.000 soldados de una fuerza de reacción operativa. En su total, cuentan con algo más de 1,2 millones de soldados, de los cuales el 80% son rusos.

Tras esta decisión, todo indica que Putin tendrá que seguir con su invasión en soledad, aunque todo podría cambiar si se prolonga el conflicto durante varias semanas más, ya que Rusia necesitaría de armas y soldados externas.