Guerra

Borrell acusa a Rusia de cometer un “crimen de guerra” con el bloqueo de cereales en el Mar Negro

El jefe de la Diplomacia europea insta a Moscú a permitir el comercio de grano desde Ucrania para evitar una crisis alimentaria

El alto representante de la UE, Josep Borrell, atiende a los medios de comunicación a su llegada a la reunión de Luxemburgo
El alto representante de la UE, Josep Borrell, atiende a los medios de comunicación a su llegada a la reunión de LuxemburgoJULIEN WARNANDAgencia EFE

El máximo representante de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, ha calificado hoy el bloqueo ruso a los cereales de Ucrania como un “crimen de guerra” y ha hecho un llamamiento a Vladimir Putin para que los puertos puedan estar operativos. “Es inconcebible, uno no puede imaginar que millones de toneladas de trigo permanezcan bloqueadas en Ucrania mientras en el resto del mundo la gente sufre hambre”, aseguró el político español a su llega a la reunión de los ministros de Exteriores convocados en Luxemburgo.

En la última cumbre europea, los jefe de Estado y de Gobierno de los Veintisiete abordaron este asunto sin que se tomaran medidas concretas. Una de las ideas sobre la palestra reside en poner en marcha una misión naval para poder escoltar a los barcos que permanecen en los puertos del Mar Negro sin poder salir a navegar.

El ministro de Exteriores lituano, Gabrielus Lansbergis, defendió a su entrada a la reunión de los ministros de Exteriores de los Veintisiete la necesidad precisamente de defender los puertos ucranianos con medios militares. “Desafortunadamente no hay otra forma de abrir los puertos como el de Odesa”, reconoció . Francia también ha propuesto apostar por las rutas ferroviarias que conectan el puerto de Odesa con el Danubio a través de Rumanía, pero fuertes diplomáticas europeas reconocen la dificultad de poner en marcha esta iniciativa.

Borrell no mencionó en su intervención ninguna medida concreta en este sentido pero sí señaló los esfuerzos conjuntos con la ONU para buscar soluciones. “Espero que nadie puede resistir la presión de la política internacional y al final se logre un acuerdo”, aseguró el máximo representante de la diplomacia comunitaria. Tras la reunión de los ministros de Exteriores, los Veintisiete suscribieron un texto de conclusiones en el que también mencionaron la posibilidad de poner en marchas vías alternativas, aunque durante estas semanas los esfuerzos para establece corredores terrestres y fluviales no han tenido demasiado éxito ya que el 90% de los cereales que Ucrania exportaba al resto del mundo salían del Mar Negro, el enclave ahora bloqueado.

La ONU estima que 1.400 millones de personas pueden verse afectadas por la escasez de trigo y otros cereales en zonas especialmente vulnerables como Oriente Medio y África.

El texto de conclusiones también intenta desenmascarar la narrativa rusa que culpa a las sanciones europeas de esta escasez de alimentos. “No hay sanciones de las exportaciones rusas a los mercados internacionales. Las sanciones europeas no prohíben las importaciones ni el transporte de los bienes agrícolas rusos ni el pago de esas exportaciones o la provisión de semillas por parte de terceros países”, asegura el texto que también recalca que las sanciones europeas tan sólo castigan a individuos y entidades en concreto y que las sanciones sectoriales contienen excepciones para que precisamente no incluyan a productos agrícolas.

Además, la reunión sirvió como primer debate para analizar los apoyos de las cancillerías europeas a considerar a Ucrania con el estatus de candidato a formar parte del club europeo, un tema que se debatirá por parte de los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete en la cumbre de este jueves y viernes en la capital comunitaria y en la que se espera la luz verde definitiva.

“No puedo anticipar el resultado, pero no he oído a nadie oponerse”, aseguró Borrell en lo que supuso un resumen certero de las declaraciones de los ministros del ramo. Hasta los países más reticentes como Países Bajos dieron su visto bueno a la iniciativa.

“Teniendo en cuenta la guerra, teniendo en cuenta lo que está pasando en Europa, la unidad es lo más importante y por eso, pensamos que la propuesta de la Comisión es equilibrada y que el Gobierno de Países Bajos la apoyará”, aseguró el ministro de Exteriores del país, Wopke Hoekstra.

La semana pasada, el Ejecutivo comunitario defendió en su informe la necesidad de otorgar al país en guerra este estatus, aunque esto no significa que la entrada efectiva en el país no pueda demorarse años o incluso décadas. Además, la Comisión Europea recuerda que este proceso es reversible y puede revocar esta decisión en cualquier momento si el país no hace los deberes. A finales de este año, el Ejecutivo comunitario volverá a publicar un informe en el que analice los progresos en el país. Bruselas pide a la antigua república soviética reformas en la independencia de los jueces, el respeto a las minorías y la lucha contra la corrupción entre otros aspectos. De hecho, no ha optado todavía por proponer el desembolso de los fondos de preadhesión de los que se benefician los países que pasan a engrosar esta lista. A pesar de esto, el bloque comunitario ha suspendido los aranceles en el comercio con el país y está preparando un plan de reconstrucción por valor de 9.000 millones de euros que todavía no se ha concretado.

En la cumbre de esta semana también se analizará la candidatura de país candidato de Moldavia mientras Georgia no ha recibido el visto bueno de la Comisión Europea.