Cumbre en Madrid
La OTAN sitúa a Rusia como su mayor amenaza para esta década
Muy debatida fue la nueva hoja de ruta de la Alianza, que marcará el camino a seguir para hacer frente tanto a las nuevas amenazas como a las tradicionales en los próximos diez años
Rusia como la «amenaza más significativa y directa para la seguridad, la paz y la estabilidad euroatlántica», seguida del terrorismo y otros riesgos emergentes a los que hacer frente, entre ellos los que viene del Sur. Es una de las muchas claves del Concepto Estratégico de la OTAN que se aprobó ayer en la Cumbre de la Alianza que se celebra en Madrid. Un documento de 11 páginas que incluye numerosas novedades, entre ellas alguna de las reivindicadas por España, como el hecho de que la OTAN atienda al flanco Sur o que las amenazas híbridas (ciberataques, instrumentalización de la inmigración o chantaje energético se consideren como un «ataque armado» que permita a los aliados invocar el artículo 5 del Tratado.
Muy debatida fue esta nueva hoja de ruta de la Alianza, la cual marcará el camino a seguir para hacer frente tanto a las nuevas amenazas como a las tradicionales en los próximos diez años. Y entre ellas, además de Moscú está la inclusión por primera vez de China, considerado un «desafío» más que una amenaza por parte de los miembros de la Alianza. Según trató de explicar el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en la rueda de prensa en la que se anunció el nuevo Concepto Estratégico, «los aliados afirman que las políticas coercitivas» de Pekín «desafían nuestros intereses, seguridad y valores».
Entre las principales novedades está esa mirada al Sur dentro de la visión de 360 grados de la OTAN. Y es que el Concepto Estratégico aprobado destaca, en su punto 11, que «los conflictos, la fragilidad y la inestabilidad en África y Oriente Medio afectan directamente a nuestra seguridad y la de nuestros socios». Una insistente reivindicación española cuya inclusión supone una «gran satisfacción» para nuestro país, según confirman fuentes gubernamentales. Así, hace referencia al Norte de África y al Sahel, que se «enfrentan a desafíos interconectados de seguridad, demográficos, económicos y políticos», algo que «proporciona un terreno fértil para la proliferación de grupos armados no estatales, incluidas las organizaciones terroristas» y «permite la interferencia desestabilizadora y coercitiva por parte de competidores estratégicos», en referencia clara a Rusia y a su cada vez mayor influencia en el continente africano con, entre otros, el grupo mercenario Wagner. De hecho, en las palabras de Pedro Sánchez al inaugurar la Cumbre, afirmó: «Enviamos un mensaje contundente a Putin: No ganarás».
«Rusia representa la amenaza más significativa y directa para nuestra seguridad», manifestó Stoltenberg. De ahí que haya cambiado tanto en apenas una década el nuevo Concepto Estratégico de la Alianza. «Hemos decidido un cambio fundamental en nuestra defensa y disuasión para responder a una nueva realidad de seguridad». El mandatario noruego avanzó que «reforzaremos nuestras defensas avanzadas. Mejoraremos nuestros grupos de combate en la parte oriental de la Alianza, hasta el nivel de brigada. Transformaremos la Fuerza de Respuesta de la OTAN. Y aumentaremos el número de fuerzas de alta disponibilidad hasta superar ampliamente los 300.000 efectivos». También se potenciará la capacidad de refuerzo incluso con fuerzas preasignadas para defender a determinados aliados. «Es la primera vez desde la Guerra Fría que tenemos este tipo de planes», aseveró.
Asimismo, Stoltenberg insistió en que «los aliados volvieron a comprometerse con el acuerdo que alcanzamos en 2014 de gastar al menos el 2% del PIB en Defensa». Y es que el líder de la OTAN manifestó que «el 2% se ve cada vez más como el suelo, no como el techo». En este sentido, España ya ha anunciado que alcanzará ese objetivo entre 2028 y 2030.
Por otro lado, en lo que se refiere al flanco Sur, el Concepto no hace referencia específica a Ceuta y Melilla, como reclamaban muchas voces, aunque la OTAN sí que reproduce unas palabras que el secretario general de la Alianza ha repetido en los últimos meses: «La Alianza defenderá cada centímetro del territorio aliado y preservará la soberanía y la integridad territorial de todos los aliados». De esta forma, pone fin a esos estrictos límites geográficos que marca el artículo 6 del Tratado fundacional, de 1949. España cree que quedan atentidas sus preocupación sobre el futuro de Ceuta y Melilla.
En cuanto a las nuevas amenazas, el documento no se olvida de las «híbridas» y habla de la necesidad de «defendernos del uso coercitivo de tácticas políticas, económicas, energéticas, de información y otras tácticas híbridas por parte de actores estatales y no estatales», como la instrumentalización de los flujos migratorios como arma de presión. Así, deja claro que «las operaciones híbridas contra los aliados podrían alcanzar el nivel de un ataque armado y podrían llevar al Consejo del Atlántico Norte a invocar el Artículo 5 del Tratado».
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