Discurso
Borne pide al Parlamento trabajar con el Gobierno por el bien de Francia: “Hay que actuar”
La primera ministra francesa se dirige a la Asamblea Nacional tras constituir su segundo gobierno en menos de dos meses y anuncia que mantiene la reforma de las pensiones
La legislatura de lo desconocido ha arrancado en Francia con un Gobierno que no cuenta con un rodillo parlamentario que lo secunde. Los franceses lo dijeron nítidamente en las urnas: querían un segundo mandato de Emmanuel Macron, pero sin un poder absoluto. Y ahora, toca explorar la vía del pacto y el entendimiento en un país poco acostumbrado a ello.
La primera ministra, Élisabeth Borne, fragilizada tras las elecciones legislativas, pero respaldada después por Macron, ha pedido este miércoles a los demás grupos en la Asamblea Nacional “trabajar de forma constructiva en favor del país”. “Los franceses han elegido una Asamblea sin mayoría absoluta y nos obligan a actuar de otra forma”, afirmó Borne en el discurso de presentación de su programa de Gobierno, en el que alertó del “deber de actuar” ante los retos políticos y económicos que plantea la guerra de Ucrania y la emergencia climática.
Esto se pondrá a prueba con el primer proyecto de ley sobre el poder adquisitivo que se espera que salga de un Consejo de Ministros extraordinario este jueves y que, entre otras cosas, debe formalizar una subida de las pensiones y de las prestaciones sociales, además de diversas ayudas para las facturas de la energía.
Justo antes del inicio de su discurso, los cuatro partidos de la coalición de izquierda liderada por Jean-Luc Mélenchon presentaron una moción de censura contra el Gobierno que fue aceptada, pero que tiene poco recorrido ya que necesitaba de una imposible mayoría absoluta de 289 diputados para llevarla a cabo. Los Republicanos y el partido de Marine Le Pen, Reagrupamiento Nacional, ya afirmaron que votarán en contra.
A diferencia de muchos de sus predecesores, la primera ministra no se ha sometido a un voto de confianza tras exponer su método de Gobierno, motivo principal por el que la coalición de izquierdas ha decidido presentar la moción de censura. “A falta de un voto de confianza, no tenemos más remedio que presentar esta moción”, justifican los grupos de Francia Insumisa, el Partido Socialista, ecologistas y comunistas en su texto entregado a la presidencia de la Asamblea Nacional.
De entre los principales anuncios hechos por Borne en su discurso, destaca la intención del Gobierno de hacerse con el control del 100% del capital social de la eléctrica EDF, Electricité de France. Durante la campaña para su reelección del pasado mes de marzo, el presidente francés había defendido la nacionalización de la compañía para reforzar la independencia energética francesa y su ambición de cero emisiones mediante la construcción de nuevas plantas nucleares. Actualmente, el Estado controla el 84% de la eléctrica.
A pesar de que el Ejecutivo no tiene una mayoría clara, Borne ha anunciado entre ruidosos abucheos de la oposición que se mantiene el plan gubernamental de reforma de las pensiones de jubilación, que incluirá retrasar la edad de retiro, aunque no ha precisado una cifra concreta. Además, y entre otras reformas y promesas como que no se subirán los impuestos, ha recalcado que hay que ajustar progresivamente las cuentas públicas, de forma que en 2026 comience a bajar la deuda y en 2027 el déficit caiga por debajo del nivel del 3% del PIB.
Borne también ha advertido de que la situación económica “se ha ensombrecido” en los últimos meses y que la pandemia “sigue aquí”, pero ha insistido en pedir la cooperación con los grupos parlamentarios porque “el desorden y la inestabilidad” no son una opción.
Macron ganó un segundo mandato en abril, pero su alianza centrista perdió la mayoría absoluta en las elecciones legislativas de junio. Sin ningún pacto con otros partidos, Borne se enfrenta ahora a la perspectiva de complicadas y largas negociaciones en el Parlamento galo.
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