Guerra

Así utiliza Ucrania el sistema HIMARS de Estados Unidos contra objetivos rusos

La comunidad internacional se ha volcado con Kyiv desde el comienzo de la invasión de Rusia

Sistema Himars disparando
Sistema Himars disparandoLa Razón

Estados Unidos es, probablemente, el país que más se está volcando para ayudar a Ucrania en su guerra contra Rusia, desde que el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenara la invasión al territorio el pasado 24 de febrero.

Cada pocos días en las últimas semanas, el presidente Biden anuncia un nuevo paquete de ayuda para el país ucraniano valorado en cientos de millones de euros, entre los que se incluye armamento para resistir ante la ofensiva rusa. Entre el múltiple apoyo, se encuentra el Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad (HIMARS), que EE UU ya ha desplegado. Un vehículo codiciado por muchos países, entre ellos España, puesto que el Ejército de Tierra estudia la posibilidad de su compra para sustituir al sistema Teruel, retirado ya hace una década.

Washington ha ofrecido ocho lanzadores y el pasado viernes, tras anunciar otro paquete de ayuda para Ucrania por valor de 400 millones de dólares, declaró que podría enviar cuatro más. Los funcionarios habían sido cautelosos a la hora de ofrecer más armas hasta que esté claro que Ucrania los utilizara con éxito, aunque fuentes de la Casa Blanca piensan que están superando la prueba.

Problemas para Rusia y retraso de la invasión

El pasado 11 de julio, un depósito de municiones ruso en Nova Kakhovka, en el sur de Ucrania, explotó de forma imprevisible, pero también rápida. Toda su instalación desapareció en un solo día, y se considera el más reciente damnificado del sistema utilizado gracias al envío estadounidense. Asimismo, Kyiv destruyó un deposito de armas ruso utilizando HIMARS.

Por otra parte, un coronel responsable del despliegue asegura que Ucrania también parece estar utilizando cohetes de la era soviética para confundir y abrumar a las técnicas de defensa aéreas rusas, antes de lanzar los nuevos proyectiles guiadas por GPS.

La mayoría de los ataques de los HIMARS se han producido a lo largo de las líneas de entrada, desde Luhansk, en el este, hasta Jersón, más al sur. La primera de estas batidas fue utilizada contra objetivos de Járkiv, según Kirill Mikhailov, del Equipo de Inteligencia de Conflictos, un grupo de análisis de fuente abierta, a otros medios estadounidenses.

Un alto cargo del Ministerio del Interior, Vadim Denysenko, explicó este miércoles que las últimas dos semanas, “sobre todo gracias a las armas que recibió Ucrania, pudimos destruir aproximadamente dos docenas de almacenes con armas y reservas de combustible y lubricantes. Esto afectará sin duda a la intensidad del fuego”, según CNN.

En Ucrania, que desde el comienzo de la invasión han pedido más y más armas, se muestran “orgullosos por lo que han recibido hasta ahora”, aunque quieren más. Entre otros, también han recibido obuses M777 tanto de Estados Unidos como de Canadá, y obuses de largo alcance Caesar de Francia. Además, el Reino Unido se comprometió a proporcionar sistemas de lanzamiento múltiple (MLRS) M270,

Pero EE UU, a sabiendas que Ucrania no los utilizaría contra objetivos en suelo ruso, no presentó la munición de mayor alcance, el ATCMS (Army Tactical Missile System). La razón es que cada centímetro cuadrado del territorio ocupado por Rusia podría estar dentro de la potencia (incluyendo también la Península de Crimea, anexionada en 2014).

¿Cómo es el sistema HIMARS?

El HIMARS es un sistema de lanzamisiles múltiple ligero montado en un camión capaz de cargar seis cohetes o un ATCMS, misiles de nueva amilia de misiles tácticos medianos del Ejército de EE UU. Desplegable desde un C-130 Hércules, posee una gran flexibilidad para ser enviado en cualquier parte del mundo.

HIMARS ofrece ataques de precisión asequibles, rápidos y de largo alcance, una capacidad de disparo y desplazamiento que mejora la supervivencia de la tripulación y la plataforma en entornos de alta amenaza y tiene un alcance probado de hasta 300 km.

Presente en otros países como Marruecos, Jordania o Emiratos Árabes Unidos, la empresa española Expal ha estudiado este sistema dentro de su proyecto para el desarrollo de un lanzacohetes español a través de la transferencia de tecnología por parte de un tecnológico extranjero, analizando HIMARS y comparándolo con las características y puntos fuertes de otros dos lanzacohetes que existen en el mercado, el brasileño Astros y el israelí Puls.