Alemania

Scholz propone un gasoducto que una España y Portugal con el resto de Europa

El canciller alemán lamenta que no esté construido ya que con esta infraestructura se evitaría la dependencia del gas ruso

Ha sido la sorpresa del día. El canciller alemán, Olaf Scholz, se ha sometido a las preguntas de los periodistas durante casi dos horas de conferencia de prensa, una tradición de los veranos para hacer balance que con su predecesora, Angela Merkel, se solía celebrar antes de las vacaciones para hacer balance. Scholz ha decidido acudir a la cita tras su descanso en Algovia (Baviera), donde ha estado haciendo senderismo. La sorpresa del día ha sido la mención de un gasoducto, un proyecto del pasado y que ahora su país lamenta no haber construido. Se trata de una tubería de gas que pasaría por Portugal y España a través de Francia antes de llegar a Alemania. «He estado muy ocupado con un gasoducto que desafortunadamente hemos dejado pasar», aseguraba. «El que debería haberse construido entre Portugal, España, a través de Francia hasta Europa central».

Dicho gasoducto o una discusión al respecto no se recuerdan en Alemania. «Ahora sería una gran contribución para aliviar la situación del suministro», explicaba Scholz, que sabe que en la delicada situación que se encontrará Alemania en los próximos meses. Según palabras del canciller, habría hablado con sus «colegas en España y Portugal, pero también con el presidente francés y la presidenta de la Comisión Europea, para que abordemos un proyecto de este tipo». El suministro, después de que Gazprom redujese el flujo al 20% de su capacidad debido a supuestos problemas con una turbina, no está garantizado este invierno. «Haremos todo lo posible para garantizar que los ciudadanos superen este momento difícil», respondía Scholz. Además de las medidas de ahorro de energía que se dieron a conocer las semanas pasadas, algunas ciudades están planeando crear refugios de cara al invierno donde, en caso de no funcionar las calefacciones, puedan resguardarse.

A diferencia de su Ministerio del Interior, que la semana pasada alertaba de posibles manifestaciones a partir de octubre, Scholz respondía a la pregunta de si cree que se producirán con un escueto y simple «no». «Estoy bastante seguro de que nos llevaremos del brazo mutuamente y que esta será la respuesta alemana a tal desafío», explicaba el canciller, que también presentó el tercer plan de ayuda a la población para hacer frente a la crisis económica y en especial a la inflación presentado el día anterior por su ministro de Finanzas, el liberal Christian Lindner. Una bajada de impuestos que ha sabido negociar el FDP y una bajada de expectativas del partido de Scholz, que renuncia a subir los impuestos a las grandes fortunas como recogía su programa. Se bonificarán a los conductores de coches eléctricos, sean estos personas privadas u ONG.

Las medidas han sido rechazadas por una parte del propio partido del canciller, el SPD. El alcalde de Bremen, Andreas Bovenschulte, ha formulado la crítica en «Der Spiegel» asegurando que quienes tienen ingresos bajos «que son quienes sufren más con la inflación, han de conformarse con muy poco mientras que los que más ganan son quienes reciben un buen regalo». Bovenschulte sabe que Scholz ha tenido que hacer concesiones al FDP, pero pide al canciller que ayude a los ciudadanos con una nueva ayuda directa como la que se pagará a cada trabajador el 1 de septiembre de 300 euros, ya que el aumento de los costos de la energía pondrán en aprieto a muchas familias.

“Caso Cum-Ex”

Sobre un escándalo de corrupción en Hamburgo de los tiempos en los que fue alcalde, el llamado «Cum-Ex», Scholz aseguró su inocencia: «No podrías corroborar estas declaraciones de hecho si tuvieras que hacerlo», respondió a una periodista que trató de ponerlo en un aprieto. El canciller tendrá que declarar en una comisión de investigación el viernes en Hamburgo y explicar el contenido de las conversaciones que tuvo con el jefe del banco Warburg, Christian Olearius, antes de que dicha institución recibiera una rebaja millonaria del fisco hamburgués que después resultaría ser errónea. Scholz aseguró una vez más no recordar de qué hablaron a pesar de tratarse de un tema de importancia.

Ante la pregunta de si el Gobierno alemán hará igual que los de Estonia y Finlandia y negará visados a turistas rusos, el canciller aseguró que le cuesta imaginarse una medida de ese tipo. “Hemos decretado sanciones que van muy lejos, y también muchas de ellas afectan a personas concretas, oligarcas y patrocinadores de la red de poder ruso”, dijo el canciller. “Eso seguro que lo vamos a mantener y esas medidas se verían debilitadas si las usamos contra todos, también contra los inocentes”, explicó.