Reino Unido

Truss, en su primer discurso como primera ministra: “Juntos podemos capear la tormenta”

La líder “tory” mantuvo esta mañana una audiencia con la reina Isabel II y comenzará a designar esta tarde a su gabinete de ministros

La lluvia con la que Liz Truss se mudó este martes a Downing Street convertida ya en la nueva primera ministra británica no podía ser más metafórica. Reino Unido atraviesa uno de los momentos más convulsos de su historia reciente, una auténtica tormenta. Y aunque la nueva líder tory hereda la mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes que cosechó en 2019 su antecesor, Boris Johnson, su autoridad no está consolidada.

El margen de ventaja que sacó a su rival, Rishi Sunak, en las primarias fue mucho más ajustado de lo que se esperaba: 57% frente al 43%. Y, según las últimas encuestas, menos de la mitad de los votantes conservadores le dan su aprobación. Eso sin contar que solo ha sido elegida por los afiliados tories, sin pasar el examen de las urnas. Así que está claro que no va a disfrutar de la tradicional luna de miel de la que gozan los mandatarios en sus primeros días en el cargo. Nada más lejos de la realidad.

Tras su recepción con Isabel II en el Castillo de Balmoral (Escocia) -donde la reina pasa los veranos- para solicitar formalmente la creación del nuevo Gobierno, la nueva inquilina del Número 10 realizó su primer discurso como mandataria prometiendo acciones rápidas para hacer frente a las facturas energéticas -con una subida del 80%- que dejan a muchos hogares de cara a este invierno con la difícil tesitura de comer o calentarse.

El regulador británico, Ofgem, ha fijado en 3.549 libras (4.202 euros) el precio máximo que las empresas energéticas podrán cobrar a los hogares al año a partir del 1 de octubre frente al actual de 1.971 libras (2.325 euros), lo que tendrá un enorme impacto en el coste de la vida y disparará aún más la inflación interanual, que se sitúa en el 10,1 % pero podría superar el 13 % a finales de año.

Tengo confianza en que todos juntos podemos capear la tormenta, reconstruir nuestra economía y convertirnos en el Reino Unido moderno y brillante que sabemos que podemos ser”, declaró frente a la famosa puerta negra.

Al desgranar sus prioridades más apremiantes, destacó sus planes para “impulsar la economía a través de recortes fiscales y reformas”. “Recortaré impuestos para premiar el trabajo duro y fomentar que las empresas generen crecimiento e inversiones”, subrayó la jefa del Ejecutivo, que al mismo tiempo recalcó su intención de asegurarse de que “la gente no recibe facturas eléctricas impagables” y de que se invierte en “hospitales, escuelas, carreteras y conexiones a internet de banda ancha”.

Truss prevé presentar este jueves un plan para congelar o reducir la factura eléctrica de los hogares británicos durante los próximos dos inviernos, valorado en unos 90.000 millones de libras (104.000 millones de euros); y trabaja al mismo tiempo en medidas para las empresas, según han revelado medios británicos.

Se espera que la nueva líder tory financie ese programa con cargo a la deuda pública, en lugar de incrementar impuestos, en línea con las prioridades que ha defendido durante la campaña de las primarias conservadoras. La deuda neta acumulada supera ya los 2,34 billones de libras (2,78 billones de euros) equivalente al 96,2 % del PIB.

En su intervención en Downing Street, frente a decenas de periodistas y diputados conservadores que en los momentos previos al discurso se mojaron por la lluvia, Truss resaltó asimismo que el sistema sanitario público británico (NHS) está también entre sus prioridades. “Me aseguraré de que la gente pueda obtener las citas médicas y los servicios sanitarios que necesitan. Vamos a poner una base firme bajo nuestro sistema de salud”, afirmó. La primera ministra afrontará este miércoles su primera sesión de control en la Cámara de los Comunes, en la que debatirá con el líder de la oposición, el laborista Keir Starmer.