Guerra

Rusia pasa a la defensiva en el este de Ucrania

Tras liberar gran parte de Jarkiv, el Ejército ucraniano recupera la iniciativa militar en Donbás. Moscú responde con ataques contra la infraestructura eléctrica

Ucrania ha llegado a la frontera con Rusia y ha liberado la mayor parte de la región de Jarkiv, mientras su contraofensiva relámpago se derrama en los regiones vecinos de Donetsk y Lugansk. Después de meses de la defensa, Ucrania ha ganado la iniciativa y ha obligado a las tropas rusas a pasar a la defensa en la parte de la región. «Esto no puede llamarse retirada, los rusos simplemente están huyendo», asegura Mykola Surungovskyi, analista militar, a la radio ucraniana NV.

Surungovskyi, como muchos analistas ucranianos y extranjeros, se ha visto sorprendido por la velocidad del avance ucraniano. Sin embargo, señalan que la operación se preparó durante meses con cientos de centros de comando rusos, depósitos de municiones y líneas logísticas dañadas por los ataques de artillería y lanzacohetes múltiples de alta precisión. Esto permitió que el Ejército ucraniano, que aún carece de armamento pesado, se acercara a la paridad entre las capacidades de combate de los dos bandos, mientras que la defensa de Rusia en la región parecía estar mal organizada y mal dirigida.

La situación de las tropas rusas parece ser mejor en el sur, cerca de Jersón. Es por allí donde se han trasladado muchas de las reservas rusas después de que Ucrania anunciara durante muchos meses su intención de atacar aquí y realizar los ataques contra los pocos puentes de la región. Aun así, Ucrania confirmó este lunes que al menos cinco asentamientos han sido liberados y ahora están firmemente bajo su control. Mientras, con el resultado de la batalla de Lyman aún sin confirmar, las tropas ucranianas ingresaron a Svyatogirsk, una ciudad cerca de Lyman en la provincia de Donetsk. Imágenes de las banderas ucranianas en el centro de la ciudad aparecieron en las las redes sociales de las tropas.

También han surgido voces de combates en Lugansk. El gobernador de la región, Sergiy Gaidai, señaló que los rusos y algunos de sus colaboradores estaban abandonando muchos de los asentamientos ocupados en la región y que algunos ya habían sido liberados por el Ejército ucraniano.

Guerra de Ucrania
Guerra de UcraniaAntonio Cruz

Son los vídeos hechos por los soldados los que han servido como la ventana principal de los acontecimientos que se desarrollan muy rápidamente, mientras que las fuentes oficiales del Ejército y los funcionarios públicos se mantienen cautelosos. Muestran la calurosa acogida que los lugareños dan a las tropas ucranianas o los escenarios de combate y las decenas de equipos militares rusos destruidos y abandonados. «Siento una sensación de orgullo y felicidad, mezclada con el dolor por las vidas perdidas en los combates», comparte Olga Kryvytska de Lviv a LA RAZÓN. Para la mayoría de ucranianos, los últimos días son fuente de esperanza.

Pero la sensación es clara del peligro persistente de Rusia. El ministro de Defensa de Ucrania, Olexiy Reznikov, advirtió en una entrevista al «Financial Times» que una contraofensiva rusa aún era posible e indicó que era importante que Ucrania estableciera un control firme sobre los territorios liberados con sus tropas cansadas, pero moralmente fuertes.

Como represalia por la dolorosa derrota y como parte de su chantaje energético antes del invierno, Rusia llevó a cabo ataques con misiles dirigidos contra la central térmica y otros objetos de infraestructura civil crítica en Járkiv y la provincia de Dnipropetrovsk. Gran parte de las regiones oriental y central quedaron a oscuras varias horas. Según la edición ucraniana de «Forbes», Rusia usó misiles por valor de 100 millones.

Volodimir Zelenskireaccionó resueltamente a los ataques de la noche mientras se dirigía a Rusia: «El frío, el hambre, la oscuridad y la sed son mucho menos aterradores y mucho menos mortales que su ‘amistad y fraternidad’». Aseguró que Ucrania «tendrá gas, energía, agua y comida, ¡y ustedes [Rusia] no estarán aquí!».

Mientras, comienzan a aparecer noticias preocupantes de las ciudades recientemente liberadas a medida que se aclaran las secuelas de la ocupación rusa. Es posible que hasta mil residentes hayan muerto en Izium, que fue el epicentro de intensos combates durante semanas en las etapas iniciales de la invasión. Más del 80% de los edificios de la ciudad han sido destruidos sin calefacción central disponible. Unas 10.000 personas aún permanecen allí y se necesitan medidas urgentes. Melnyk también indicó que muchos lugareños pueden haber muerto después de que los hospitales locales fueran destruidos en marzo y no hubiera farmacias operando en la ciudad durante meses. Rusia también continuó sus ataques contra la infraestructura crítica y las áreas densamente pobladas en Jarkiv. La ciudad se quedó sin electricidad y agua una vez más, mientras se desconoce el número de muertos y heridos. Su alcalde, Igor Terejov, aseguró que no había objetivos militares en las zonas bombardeadas.