El coste
Un Reino Unido «cerrado» bajo el fantasma de la recesión
Los economistas alertan de que el parón de la actividad por el funeral de Isabel II puede suponer hasta 11.000 millones en pérdidas
El funeral de Estado de Isabel II dejó ayer Reino Unido paralizado. Literalmente. Incluso el aeropuerto londinense de Heathrow, uno de los aeródromos con mayor tráfico de Europa, detuvo vuelos programados los minutos antes y después del servicio religioso celebrado en la Abadía de Westminster para respetar los dos minutos de riguroso silencio nacional. En torno al 15% del tráfico aéreo de Heathrow quedó interrumpido. Los restaurantes, tiendas y supermercados también cerraron sus puertas en señal de luto en una jornada en la que no hubo colegios ni se fue a trabajar. El propio servicio de correos también fue cancelado.
La frágil economía británica ya estaba al borde de la recesión antes de la muerte el pasado 8 de septiembre de Isabel II a los 96 años. Pero ahora esta perspectiva se cierne mucho más, por un duelo nacional que ha paralizado al país y la propia actividad de Westminster, ya de por sí estancada en verano durante las primarias celebradas en el Partido Conservador para elegir al nuevo primer ministro tras la dimisión forzosa de Boris Johnson.
Los economistas advierten que la pérdida de un día laboral completo conducirá a una fuerte caída en la producción en un momento en que Reino Unido está inmerso en la crisis energética que obligará a muchas familias a tener que elegir este invierno entre calentarse o comer. El precio de las facturas se ha duplicado en los últimos seis meses. El IPC ha dado un respiro en agosto, situándose en el 9,9 %, frente al 10,1 % de julio. Aun así se mantiene en el nivel más alto en casi 40 años y el Banco de Inglaterra ya ha anticipado que puede llegar al 13 % antes de que termine el año.
La libra está en su cotización mínima anual. El Servicio Nacional de Salud acumula tiempos de espera históricos y la hostelería no encuentra camareros porque el Brexit ha acentuado los problemas de falta de mano de obra. Por lo que en términos puramente económicos, la muerte de la monarca tiene consecuencias negativas para un país que acumula una deuda neta que supera los 2,34 billones de libras, equivalente al 96,2 % del PIB.
Economistas como Modupe Adegbembo, de AXA Investment Managers, asegura que el día festivo por el funeral “aumenta el riesgo de caer en una recesión técnica este trimestre”. Aunque la celebración de este día “libre” para los británicos no es lo que más preocupa a los expertos, sino los comportamientos imprevisibles de millones de consumidores afligidos por la muerte de la reina.
Andrew Sentance, economista y antiguo miembro del comité de política monetaria del Banco de Inglaterra, recalca que esta combinación de factores podría tener “un impacto bastante significativo en la actividad económica a corto plazo”, un fenómeno que ya se observó en el Reino Unido tras la muerte de la princesa Diana en 1997.
El festivo para conmemorar el jubileo de platino de la monarca para marcar sus 70 años de reinado recortó alrededor de 0,5 puntos porcentuales del crecimiento mensual en junio. En este sentido, los expertos vaticinan que ahora el Producto Interior Bruto (PIB) se reducirá entre 10.000 y 11.000 millones de libras, dado que Reino Unido es una economía de 2,2 billones de libras.
Parte del gasto nunca se recuperará e incluso una pequeña reducción en el PIB en septiembre sería suficiente para inclinar la balanza a favor de un segundo trimestre consecutivo de crecimiento negativo. La economía se contrajo un 0,1% en los tres meses hasta junio. Los economistas consideran que dos trimestres consecutivos de caída del PIB son la definición técnica de una recesión.
Asimismo, existen muchas especulaciones en los medios de comunicación sobre cuánto costará el funeral en sí de Isabel II, que será pagado por las arcas públicas. Las cifras varían desde 8 millones de libras hasta alrededor de 6.000 millones de libras, algo que parece más bien desorbitado aun incluyendo el costo de la coronación de Carlos III.
El último funeral de Estado que se celebró en el Reino Unido fue el de Winston Churchill en 1965. En aquel momento, “The Times” informó que los costes habían sido de 48.000 libras, lo que equivaldría aproximadamente a alrededor de 1 millón de libras con los precios de 2022, utilizando los deflactores del PIB del Tesoro.
Sin embargo, es probable que el funeral de Isabel II sea mucho más caro, porque algunos funerales “ceremoniales” más recientes han costado varios millones de libras. El de Lady Di en 1997 costó entre 4 y 5 millones de libras, según las estimaciones de los funcionarios públicos de la época, lo que equivaldría con los precios actuales a aproximadamente entre 7 y 8 millones de libras. Por su parte, el de la Reina Madre en 2002 se ha estimado en alrededor de 5,4 millones, lo que sería 8,4 millones con los datos actuales.
En cualquier caso, la monarquía sigue siendo una máquina de hacer dinero en Reino Unido. La Firma - también conocida como `Monarchy PLC´, es la cara pública de un imperio, según Forbes, valorado en 28.000 millones dólares, que inyecta cientos de millones de libras a la economía de Reino Unido cada año.
El costo anual promedio para los contribuyentes del mantenimiento de la institución ronda los 500 millones de libras, según Brand Finance, frente a los 2.500 millones de libras que genera la “marca royal” cada año. Sólo en entradas para ver las residencias reales se cosecharon unos ingresos de 49,9 millones de libras, según las últimas cifras oficiales del año fiscal 2019-20, frente a los 48,4 millones de libras del año anterior. Y a todo eso hay que sumar, entre otros, la compra de `souvernirs´ porque no hay nada que guste más a un británico y a un turista que tener una taza de cerámica o una cucharilla de plata con la cara de un royal.
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