Análisis

“Meloni es crítica con la actual UE, mientras Salvini es un declarado antieuropeísta”

Pablo Martín de Santa Olalla, profesor de la Universidad Europea, atribuye la desilusión en la izquierda italiana a “la ausencia de un auténtico liderazgo”

Cierre de campaña de la derecha italiana el pasado jueves en Roma
Cierre de campaña de la derecha italiana el pasado jueves en RomaVALERIA FERRARO / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTOVALERIA FERRARO / ZUMA PRESS / C

¿Es inevitable la victoria de la derecha o el alto índice de indecisos puede dar una sorpresa el domingo?

Yo tengo la impresión de que el centro derecha (porque hay que hablar de centro derecha y no derecha ya que la coalición incluye a la Forza Italia de Silvio Berlusconi, que es un partido de centro derecha) va a ganar con mucho margen de ventaja sobre el centro izquierda. De haber una elevada abstención, esta beneficiaría al centro derecha, al que vota la población de más edad en un país muy envejecido, mientras que se espera que uno de cada dos jóvenes menores de 35, y que tradicionalmente vota al centro izquierda, se quede en casa.

¿El nuevo sistema electoral a quién beneficia?

Comencemos por decir que no es nuevo: ya se utilizó en las anteriores elecciones generales, las de marzo de 2018. Y beneficia, en esencia, a los partidos que se presentan en coalición frente a los que lo hacen individualmente: las coaliciones entran en el Parlamento al superar el 10% de los votos, mientras los partidos individuales necesitan un mínimo de un 3%.

Meloni inquieta a la UE a pesar de que ha moderado su discurso en los últimos meses. ¿Podemos esperar un choque de trenes como en 2018?

No lo creo, aunque la posibilidad existe. La clave estará en la renegociación del Pacto de Estabilidad prevista para los meses venideros: Italia necesita que la relación entre deuda y PIB aumente sustancialmente (en este momento está en el 60%), ya que, con su abultadísima deuda (150.8%, la mayor de la Unión Europea tras Grecia), a lo que hay que añadir la subida de tipos de interés que acaba de decidir el BCE, los italianos pueden verse obligados a destinar una ingente cantidad de recursos a pagar intereses de la deuda que lastrarían la inversión en modernización del país. Pero será todo muy diferente con respecto a Salvini en 2018: Meloni es crítica con la actual manera de funcionar la Unión Europea, mientras Salvini es un declarado antieuropeísta con estrechos lazos con Alternativa por Alemania, el Frente Nacional o Demócratas Suecos.

¿Qué pasará con las reformas incompletas de Draghi? ¿Quién es su heredero político?

Realmente, no tiene heredero político, aunque Draghi no ha acabado aún su carrera política: aún puede convertirse en presidente de la República si el actual Jefe del Estado (el siciliano Sergio Mattarella) decide renunciar debido a su avanzada edad (va camino de los 82 años y está, además, en su segundo mandato consecutivo). Eso sí, a estas elecciones concurre una coalición, el Tercer Polo de Renzi (primer ministro entre 2014 y 2016) y Calenda (ministro entre 2015 y 2018), que se han comprometido a llevar a cabo todo lo que quedó por hacer de la llamada “Agenda Draghi”, un documento de unas 1.200 páginas donde se contienen todas las reformas a las que se comprometió el economista y financiero romano en marzo de 2021.

¿A qué atribuye la desilusión en la izquierda?

A la ausencia de un auténtico liderazgo, lo que allí llaman “leadership”. Por primera vez desde la fundación de la principal formación del centro izquierda (el Partido Democrático, PD), este concurre sin un candidato elegido en primarias, frente a lo sucedido con Walter Veltroni en 2008, con Bersani en 2013 y con Renzi en 2018. Solo tienen un secretario general interino o “regente”, el ex ”premier” Letta, un hombre absolutamente falto de carisma y con muy poca capacidad de atraer a los votantes más jóvenes. De ahí que, tras la debacle que previsiblemente sufrirán en estas elecciones, seguramente se convocarán nuevas primarias para elegir el que sería octavo secretario general del partido (entre titulares e interinos) y ahí asoma con fuerza la figura de “Pippo” Civati, rival de Renzi en las primarias de 2013 y que en esta legislatura pasada ha estado fuera de la política, pero que ahora tiene asegurado recuperar su condición de parlamentario por las listas del PD.