Defensa

España se queda fuera del “escudo antimisiles” de 14 países de la OTAN que lidera Alemania

El proyecto liderado por el canciller Olaf Scholz tiene como objetivo proteger a Europa de ataques con misiles

La guerra de Rusia contra Ucrania se está librando en los cielos y los países de la OTAN no quieren dejar ningún flanco sin cubrir. Los ministros de Defensa de catorce países de la alianza, más la candidata Finlandia, han decidido unir sus fuerzas para desarrollar un nuevo escudo antimisiles que cubra el norte de Europa y que resulte compatible con los sistemas ya existentes, con el objetivo de evitar duplicidades. Este acuerdo ha sido suscrito en los márgenes de la reunión de los ministros de Defensa de la Alianza que ha tenido lugar este jueves en Bruselas. España se ha quedado fuera del proyecto, pero no descarta sumarse en el futuro si Alemania así lo solicita.

“A nosotros no nos han hecho ninguna petición. Nosotros todas las peticiones que nos hacen las atendemos, las estudiamos y vemos si es posible o no es posible”, ha explicado la titular de Defensa, Margarita Robles, en unas declaraciones a la prensa tras esta reunión.

Según Robles, en la reciente reunión bilateral entre el presidente del Gobierno Pedro Sánchez y el canciller Olaf Scholz, ya quedó claro que este proyecto responde a una decisión interna alemana y, por el momento, no se ha producido ningún tipo de solicitud formal.

A pesar de esto, la ministra ha dejado claro que el compromiso de España con los aliados en la protección a Ucrania es firme. Según ha explicado este jueves el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, nuestro país ha aprovechado este encuentro para anunciar una contribución de cuatro lanzaderas de misiles HAWK. Un hecho que la ministra no había mencionado en sus declaraciones a los periodistas españoles tras la cita y del que el ministerio Defensa no ha dado más detalles. Este sistema de fabricación estadounidense tiene un alcance de 40 kilómetros y puede destruir objetivos aéreos a media y baja altura

Este paso ha tenido lugar un día después de que el político noruego urgiera a los aliados a aumentar su contribución en los sistemas de defensa aérea, después de que en los últimos días se hayan multiplicado los ataques a civiles en Ucrania mediante misiles. A pesar de que este martes Alemania envió Ucrania el primer sistema antiaéreo de defensa Iris-T – capaz de repeler los ataques a toda una ciudad- Stoltenberg aseguró este miércoles que esta ayuda no era suficiente y pidió nuevas contribuciones para poder proteger un país tan grande como Ucrania. En la clausura de este encuentro, el secretario general ha anunciado también que la OTAN entregará al país invadido cientos de inhibidores para neutralizar los drones de fabricación rusa e iraní con los que cuenta el ejército de Putin.

Los catorce aliados de la OTAN que han decidido participar en este nuevo escudo son: Alemania, Bélgica, Bulgaria, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Noruega, Países Bajos, Reino Unido y Rumanía, además de Finlandia.

“Este compromiso es aún más crucial hoy cuando vemos los ataques con misiles, despiadados e indiscriminados, de Rusia a Ucrania”, se al felicitado el vicesecretario general de la organización multilateral, Mircea Geogana.

Actualmente la Alianza ya cuenta con un sistema de escudo antimisiles que se aprobó en 2010 por el impulso de EEUU. Su propósito reside en interceptar misiles de largo alcance, con la mirada sobre todo puesta en Irán y Corea del Norte, aunque su puesta en marcha ya levantó reticencias por parte de Moscú, cuando no se había producido la anexión ilegal de la península de Crimea y Vladimir Putin todavía no había enseñado los dientes. Este mecanismo consta de una serie de radares, los principales situados Turquía. El centro de control para coordinar las operaciones está instalado en la base aérea de Ramstein (Alemania), el cuartel general de las Fuerzas aéreas de Estados Unidos en Europa, y los cohetes interceptores para repeler los ataque se distribuyen en bases de Rumanía, Polonia y España. En Rota se sitúan cuatro destructores norteamericanos y se espera el refuerzo con otros dos buques. A pesar de esta iniciativa, Alemania ha defendido la necesidad de un nuevo sistema antimisiles con el objetivo también de avanzar en la autonomía estratégica europea frente al tradicional poderío armamentístico estadounidense. Para ello, Berlín ha dado un giro a su tradicional política de austeridad en el gasto y ha decidido destinar 100.000 millones de euros para fortalecer la defensa y llegar al 2% de su PIB.

En la rueda de prensa concedida por Stoltenberg este jueves, han vuelto a estar muy presente la posibilidad de que Rusia acabe utilizando armas nucleares en Ucrania y la posible respuesta de los Aliados. El político noruego ha seguido siendo tan críptico como de costumbre. Se ha limitado a explicar que eso acarrearía “consecuencias graves” y supondría “cruzar una línea roja” incluso aunque Moscú se limitara a usar armas pequeñas. Sobre la posibilidad de que la OTAN pagara con la misma moneda, el político noruego ha asegurado que " las circunstancias en las que la OTAN usaría armas nucleares son extremadamente remotas”. El máximo representante de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, ha avisado de que el ejército ruso sería “aniquilado” en caso de un ataque con armas atómicas en Ucrania, aunque también ha dejado claro que la respuesta no sería la utilización de armas nucleares.