Energía
Los ataques rusos no consiguen colapsar el sistema eléctrico de Ucrania
Las autoridades ucranianas informan que se han “movilizado esfuerzos” en las tareas de reparación de los daños y restablecido el suministro de electricidad
Los ataques rusos, que continuaron durante la semana pasada y estaban diseñados, en palabras de comentaristas respaldados por el Estado ruso, para sumergir al país invadido en “frío y oscuridad”, no han logrado resultados significativos.
Si bien los ataques dañaron una cantidad significativa de la capacidad de generación y transmisión de electricidad, al menos el 30%, los sistemas tienen una capacidad de reserva significativa, lo que significa que los residentes de casi toda Ucrania tienen electricidad.
En parte es por el hecho de que el consumo de electricidad ha caído al menos un 35% desde el comienzo de la invasión rusa, según Volodimir Omelchenko, experto en energía ucraniano del Centro Razumkov. Asegura a LA RAZÓN que los grandes consumidores, en su mayoría gigantes industriales del oriente y centro del país, se vieron obligados a paralizar sus operaciones.
Además, los ucranianos han respondido a la llamada de sus autoridades para disminuir el consumo de electricidad, especialmente durante las horas pico de la mañana y la tarde.
El consumo cayó un 20% durante la semana en partes de Ucrania, lo que ayudó a evitar cortes de energía mientras las brigadas de reparación estaban ocupadas restaurando la infraestructura dañada en los ataques rusos que continuaban durante el fin de semana.
Jrystyna Shumska de Leópolis también ahorró energía después de que la infraestructura crítica de la ciudad sufriera tres ataques la semana pasada: “No he usado la lavadora durante una semana y cambié a calentar el agua con gas en los primeros días”.
También está más oscuro dentro de los grandes supermercados, ya que las autoridades locales se han dirigido específicamente a las grandes empresas para reducir el consumo de electricidad.
Según Olexiy Danilov, jefe del Consejo de Seguridad y Defensa de Ucrania, Rusia ya solo dispone de una pequeña parte de su “stock” de misiles de precisión, lo que significa que su capacidad para llevar a cabo ataques está disminuyendo. Sin embargo, ha cambiado al uso dedrones kamikaze de producción iraní, que son mucho más baratos.
“Actúan como fósforos”, ha subrayado una de las portavoces del Ejército ucraniano, Nataliia Gumeniuk. “Su daño directo es insignificante, pero provocan incendios que pueden generar una destrucción mayor”.
Según los funcionarios estadounidenses, citados por el diario “Washington Post”, Irán se está preparando para entregar su primer lote de misiles balísticos Fateh-110 y Zolfaghar a Rusia. Los misiles son capaces de alcanzar objetivos a 300 y 700 kilómetros de distancia.
Las entregas de armas modernas de defensa aérea a Ucrania se han convertido así en una prioridad y Francia se ha convertido en el último país en prometer enviar sus misiles tierra-aire de corto alcance “Crotale” dentro de dos meses. Según los expertos ucranianos, el país necesita varios tipos de sistemas, con diferentes rangos, para crear un sistema de múltiples capas.
Sin embargo, Mykola Bielieskov, analista militar, subraya que los misiles rusos poco pueden hacer para infligir daños a las tropas ucranianas en el frente: “El progreso en el campo de batalla sigue siendo clave”.
Fuentes rusas afirman que Ucrania renovó su ofensiva en Jersón el sábado, alegando que no tuvo éxito, mientras el Ejército ucranianos informó el domingo sobre los 300 soldados rusos caídos en batalla.
La limpieza étnica de Putin
El Instituto para el Estudio de la Guerra, con sede en EE UU, subraya en el último informe que Rusia continúa realizando “deportaciones masivas y forzadas” de ucranianos que “probablemente equivalgan a una campaña de limpieza étnica deliberada”.
El grupo de expertos señala que los funcionarios rusos han “admitido abiertamente haber dado en adopción a niños de las zonas ocupadas de Ucrania con familias rusas”.
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