Guerra

La bandera de Ucrania vuelve a izarse en Jersón, “la ciudad de la muerte”, tras la retirada rusa

Ucrania denuncia que las tropas rusas han minado toda la capital regional y han cortado los suministros de gas para dejarla sin luz ni calefacción en plena bajada de las temperaturas

El Ejército ucraniano ha vuelto a izar su bandera en la plaza principal de Jersón después de que las fuerzas rusas hayan anunciado la retirada de las tropas de la zona.

Nuestros partisanos han colgado la bandera de Ucrania en el centro de Jersón”, han indicado las autoridades en un mensaje en su cuenta de Telegram en el que han matizado que la bandera se encuentra en la plaza de la Libertad, donde se encuentran las principales oficinas gubernamentales.

La población se ha acercado a la zona para celebrar el izamiento y realizar fotografías.

Las Fuerzas Armadas de Rusia han informado este viernes de que han finalizado el traslado de tropas a la orilla occidental del río Dniéper, que discurre desde el territorio ruso hasta Ucrania pasando por Bielorrusia y que ha adquirido una especial relevancia en el marco de los enfrentamientos con las fuerzas ucranianas en la región de Jersón.

Las fuerzas rusas han señalado que no se han registrado “pérdidas del personal y equipamiento militar” durante la operación, según informaciones de la agencia de noticias Interfax.

“Hoy se ha producido la transferencia completa en la dirección de Jersón”, ha indicado el portavoz del Ministerio de Defensa, Igor Konashenkov, durante una rueda de prensa. “Ni una sola pieza de equipamiento y armamento militar se ha quedado en el lado oriental. Todos los miembros de las fuerzas rusas han cruzado al otro lado del Dniéper”, ha aseverado.

Así, ha explicado que las unidades militares del Ejército han ocupado las líneas defensivas de forma preventiva en la zona. “Todos los civiles que han querido abandonar el lado derecho han recibido asistencia para poder ser evacuados”, ha aseverado.

El comandante Sergei Surovikin ha insistido en que las decisiones respecto a los movimientos militares en las inmediaciones de Jersón dependen de la “situación de emergencia militar”.

Esta decisión no es simplemente “un gesto de buena voluntad”, advirtió este jueves el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, en su habitual discurso nocturno a los ucranianos. “Nos estamos ganando cada paso adelante en un combate difícil”, dijo Zelenski, quien subrayó que el avance ucraniano en la región proseguía “de manera muy cuidadosa, sin emociones y riesgos superfluos” para lograr la liberación de la región con tan bajas pérdidas de vidas como sea posible.

El comandante en jefe del Ejército ucraniano, el general Valerii Zaluzhnyi, dijo que no podía confirmar si las tropas rusas estaban efectivamente abandonando la ciudad o no. El general reveló, sin embargo, que sólo en un día, el miércoles, las tropas ucranianas liberaron doce localidades en la región, avanzando 7 kilómetros en dirección a Jerson. Ucrania ha recuperado 260 kilómetros cuadrados en un mismo día, elevando el área total liberada en la región desde principios de octubre a casi 1.400 kilómetros cuadrados.

Según Zaluzhnyi, las Fuerzas de Defensa de Ucrania destruyeron las rutas logísticas y el sistema de apoyo y rompieron el sistema de suministro del enemigo. Por lo tanto, los rusos no tuvieron otra opción que huir.

Entre las zonas recuperadas por las tropas ucranianas está el centro logístico clave de Snihurivka, situado a unos 30 kilómetros al norte de Jerson. Este equipamiento era importante para las fuerzas rusas en la orilla occidental del Dniéper pues actuaba como ancla para las líneas defensivas situadas allí.

Los militares ucranianos han compartido en las redes sociales que, si bien la mayor parte de las tropas rusas parece estar en retirada, el combate aún continúa.

Las autoridades locales dicen que la situación en la ciudad misma “es tensa”. No hay Internet y ningún residente ha estado en contacto con la administración militar regional desde el miércoles por la noche.

Los vecinos habían informado de que los equipos militares rusos estaban saliendo de la ciudad, mientras que muchos vehículos privados habían sido robados a los residentes locales.

En algunas de las aldeas de la región, las tuberías que suministraban gas fueron cortadas y la gente se quedó sin calefacción. No hay electricidad en la ciudad y sus alrededores, ya que las fuerzas rusas en retirada cortaron deliberadamente las líneas de alta tensión.

Militares rusos camuflados

No obstante, Galyna Lugova, la jefa de la administración militar local, advirtió de que los vecinos de Jerson han denunciado redadas y presiones por parte de las tropas rusas. La población desconfían del anuncio de retirada y aseguran “la presencia de los ocupantes se siente en la ciudad”. Un vecino del lugar logró confirmar este jueves a LA RAZÓN que muchos soldados rusos aún permanecían en la capital “vestidos de civiles”.

Los medios locales también informan que los rusos volaron la torre de televisión local y las estaciones de calefacción. Sin apenas conexión a internet ni móvil, con las farmacias cerradas la vida en la ciudad se hace insufrible.

Según el asesor del jefe de la Oficina Presidencial de Ucrania, Myjailo Podoliak, Rusia quiere convertir a Jerson en una “ciudad de la muerte”. “El Ejército ruso mina todo lo que puede: apartamentos, incluso alcantarillas”. Podoliak advierte que la artillería rusa en el margen izquierdo planea convertir la ciudad en ruinas: “Así es como se ve el mundo ruso. Vinieron, robaron, celebraron, mataron a testigos, dejaron ruinas y se fueron”.

Nuevo Mariúpol

Los vecinos siempre han temido que Jersón se convierta en el nuevo Mariúpol. Muchos se han refugiado en localidades más pequeñas de la región con la esperanza de evitar los combates más crueles.

Si Ucrania logra tomar el control de Jerson, significaría que el corredor terrestre ruso hacia Crimea estaría directamente en peligro por la artillería ucraniana. También ayudaría a aliviar la presión sobre las tropas ucranianas en Donetsk, donde continúa el acalorado combate, ya que Rusia se vería obligada a mover aún más reservistas para asegurar el acceso al mayor logro de Putin.

Dado que Rusia no consiguió capturar Ucrania rápidamente al comienzo de la invasión y se retiró del área alrededor de la capital, ha centrado sus esfuerzos en capturar la región de Donbás, asfixiar la economía de Ucrania y asegurar el corredor terrestre desde Rusia hasta la Crimea anexada en el sur y más allá de Odesa y Transnistria.

Su avance en Donbás, logrado por la abrumadora superioridad en artillería y decenas de miles de vidas perdidas, fue parcialmente anulado cuando las fuerzas ucranianas lograron infligir fuertes derrotas a los rusos en Járkiv y partes de Donetsk y Lugansk. A medida que Rusia pasó a atacar la infraestructura ucraniana con drones y misiles de fabricación iraní, esperaba aterrorizar a la población civil para que se rindiera. Sin embargo, los ucranianos siguen empeñados en continuar retomando los territorios capturados, lo que permitiría que cientos de miles regresen a sus hogares, ocupados por los rusos.

Ante el progreso militar ucraniano y la incapacidad de desmoronar su infraestructura, Rusia ha comenzado a señalar que estaba lista para las negociaciones con algunos informes que aseguran que EE UU presiona a Ucrania para que se abra a unas conversaciones.

Sin embargo, varios ministros de Defensa europeos, incluido el británico Ben Wallace, insistieron este jueves en que no se debe presionar a Ucrania para que negocie. Kajsa Ollongren, de los Países Bajos, subrayó que “si Rusia deja de luchar, la guerra terminará, pero si Ucrania deja de luchar, no habrá más Ucrania”.