Atentado
Así fue la detención de la sospechosa del ataque terrorista en Estambul
Un atentado perpetrado este domingo en la avenida Istiklal provocó la muerte de seis personas, incluidos dos niños
Tal como prometió el presidente Recep Tayyip Erdogan, las Fuerzas de Seguridad de Turquía arrestaron con rapidez a la principal sospechosa del atentado terrorista perpetrado en el corazón de Estambul, que mató a seis personas e hirió a más de ochenta el domingo por la tarde.
Cuando ni habían transcurrido 24 horas del bombazo en la avenida comercial Istiklal, el ministro de interior, Suleyman Soylu, confirmó que “la persona que colocó la bomba fue detenida por el departamento de policía de Estambul”. La sospechosa, Ahlam Abashir, es de nacionalidad siria.En las cerca de 1.200 cámaras de seguridad revisadas –es una zona altamente vigilada-, se detectaron imágenes de la mujer corriendo entre las masas aterrorizadas, que huyeron en todas direcciones tras el ruidoso estallido. Albashir, que cubría su cabello con un hiyab, huyó en un taxi tras dejar el paquete con explosivos TNT en un área densamente concurrida por locales y turistas.
Si bien las autoridades siguieron apuntando a la autoría kurda, ninguna de las milicias de la minoría enfrentada al Gobierno de Ankara clamó responsabilidad por el atentado. Además de la principal sospechosa, que fue fotografiada esposada en sede policial, se realizaron 21 redadas en distintas localidades del país, en las que se arrestaron a otras 46 personas. En la vivienda de la siria arrestada se encontraron grandes cantidades de dinero en efectivo, oro y una pistola. El ministro de Interior informó que la Policía intervino una conversación telefónica de miembros del PKK, en que se ordenó a Abashir que muriera antes de ser apresada por las Fuerzas de Seguridad. Soylu aseguró que el siguiente objetivo de la siria y sus colaboradores era intentar huir a Grecia.
El atentado en el centro de Estambul retrajo a los turcos al periodo sangriento vivido entre 2015 y 2017, en que una serie de atentados perpetrados por militantes kurdos e integrantes del Estado Islámico dejó un reguero de más de 500 víctimas mortales.
Según la versión emitida por la policía, la sospechosa reconoció haber sido entrenada como “oficial especial de inteligencia” por el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), así como por el brazo armado de la formación Unión Democrática. Habría accedido a territorio turco desde la localidad siria de Afrin, ubicada cerca de la frontera entre los dos países.
En un comunicado, el PKK rechazó las acusaciones, especificando que sus acciones tratan de evitar víctimas civiles. Desde Siria, las Unidades de Protección Popular (YPG) también se desvincularon del atentado terrorista. Las YPG consideraron la acusación de Erdogan como una coartada para justificar la presunta voluntad de lanzar una nueva operación militar en el norte de Siria, donde el ejército turco estableció un “corredor de seguridad” en la región fronteriza. Los kurdos acusan a Ankara de haber perpetrado una campaña de limpieza étnica, con el desplazamiento forzado de la población autóctona y la posterior repoblación de sus aldeas por ciudadanos turcos y grupos armados islamistas afines.
Suleyman Soylu, que insistió en la versión de que el ataque fue planeado desde la población kurdo-siria de Kobane, prometió que “les golpearemos con dureza. Sabemos qué mensaje querían enviar los perpetradores”. El ministro de Interior cargó con dureza contra Estados Unidos, reflejando así el rencor hacia la Casa Blanca por el apoyo que brindó a los kurdos de Siria.
Al parecer, a Soylu no le gustó el comunicado oficial estadounidense, en que se condenó el “acto de violencia”, y se apuntó que “nos mantenemos hombro con hombre con nuestro aliado de la OTAN en la lucha contra el terrorismo”. Si bien Estados Unidos considera al PKK como grupo terrorista, su percepción respecto a las milicias kurdas sirias es distinta, ya que estuvieron en la primera línea de fuego para contener el avance del Estado Islámico.
Ali Yerlikaya, gobernador de Estambul, informó ayer que 57 de las 81 personas hospitalizadas fueron dadas de alta, mientras que seis de los heridos permanecen en unidades de cuidados intensivos. Los seis fallecidos pertenecían a tres familias, y dos eran menores de 9 y 15 años. Los funerales de las víctimas se celebraron durante la mañana de ayer. La céntrica avenida Istiklal, que fue decorada con cientos de banderas de Turquía, se llenó de flores en recuerdo a las víctimas tras la retirada del cordón policial al amanecer.
La incógnita es si se trató de una acción aislada, o si supondrá el inicio de una nueva oleada de atentados. Desde el inicio de la insurrección armada del PKK en 1984, decenas de miles de personas han muerto víctimas del conflicto. En un país sumido en lahiperinflación y la inestabilidad económica, la campaña antiterrorista de Erdogan podría reforzar su figura de cara a los comicios presidenciales y parlamentarios de 2023. Además de las incursiones en territorio sirio, las autoridades turcas detuvieron en los últimos años a decenas de políticos, periodistas y activistas kurdos.
✕
Accede a tu cuenta para comentar