Divorcio

Sunak descarta el “modelo suizo” para definir la relación de Reino Unido con la UE: “Creo en el Brexit”

El “premier” asegura que no aceptará ningún marco de relaciones que suponga “alinearse” con las leyes europeas y defiende las oportunidades del divorcio a pesar de la recesión económica

El primer ministro británico Rishi Sunak durante su discurso de este lunes ante los empresarios en Birmingham, Reino Unido
El primer ministro británico Rishi Sunak durante su discurso de este lunes ante los empresarios en Birmingham, Reino UnidoTOLGA AKMENAgencia EFE

El “premier” Rishi Sunak señaló ayer que el Reino Unido no aceptará ningún marco de relaciones con la UE que implique “alinearse” con sus leyes, descartando así que se quiera seguir el modelo suizo. “Voté por el Brexit, creo en el Brexit”, proclamó en el congreso de la Confederación de la Industria Británica (CBI, en inglés). El líder tory defendió los “enormes beneficios y oportunidades” que, a su juicio, conlleva romper definitivamente con el bloque y terminar con la libertad de movimiento. Pero la patronal británica de empresarios lo ve desde un prisma completamente diferente porque considera que el crecimiento económico del país -que ya está en recesión- se está viendo socavado por una escasez de trabajadores inmigrantes.

La intervención de Sunak tenía lugar tan sólo un día después de que “The Sunday Times” publicara en su portada que hay voces dentro del nuevo Ejecutivo que no ven tan mal un marco de relaciones como el de Suiza, un país ajeno a la UE, que dispone en la actualidad de un amalgama de 120 acuerdos sectoriales bajo cuyo paraguas pivotan las relaciones con su principal socio comercial. Eso sí, a costa de seguir cierta regulación y suavizar la normativa migratoria.

Es exactamente el modelo que Theresa May quería llevar a cabo y que finalmente se vio obligada a renunciar por la presión del ala dura del partido. Aunque Sunak votó en su momento por el plan porque, pese a ser un brexiteer convencido, económicamente siempre se ha mostrado más pragmático.

Preguntado por los periodistas al término de su discurso si se plantearía permitir la entrada de más inmigrantes para impulsar el crecimiento, el “premier” subrayó que su prioridad es “combatir la inmigración ilegal”. En este sentido, defendió el nuevo sistema migratorio por puntos del Reino Unido -aclarando que era “muy competitivo para los (trabajadores) mejores y más inteligentes”- y recordó que los británicos votaron por acabar con la libertad de movimiento al apoyar la salida de la UE en el histórico plebiscito de 2016. “Bajo mi mandato, Reino Unido no buscará ninguna relación con Europa que se base en una armonización con sus leyes”, aclaró.

Tirón de orejas de la patronal

Con todo, la patronal británica CBI defiende que las trabas burocráticas que afrontan las empresas en el Reino Unido se deben principalmente a normativas aprobadas por Westminster y no por la UE. “Sé que algunos políticos conservadores sienten que este problema es culpa de Europa, pero las mayores barreras regulatorias que afrontan hoy las compañías surgen de las leyes británicas, creadas por un Parlamento británico y administradas por reguladores británicos”, declaró el director general, Tony Danker.

El empresario señaló en su discurso que el crecimiento en el Reino Unido se topa con obstáculos que son “decisiones políticas”. “Seamos prácticos. Permitamos una migración económica en áreas donde no vamos a poder contar con la gente y las debidas cualificaciones dentro del país a corto plazo. A cambio, demos visados permanentes”, argumentó.

También apuntó a la actual disputa con la UE que impide aplicar el Protocolo de Irlanda y avanzar en otros aspectos del tratado comercial bilateral. “A los ‘Brexiteros’ les digo que el mejor garante del Brexit es una economía que crece, y el mayor riesgo una que no lo hace”, declaró ante los empresarios.

Las previsiones de crecimiento del Banco de Inglaterra se extienden hasta 2025, momento en el que espera que sea el único país importante cuya economía aún no se haya recuperado a los niveles previos a la pandemia. No solo se trata de las peores tasas de crecimiento del G7 o G20, sino de cualquier parte del mundo desarrollado. Y nadie se olvida que las próximas elecciones generales están previstas para 2024.