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Armas

Ucrania combate a los ocupantes rusos con ametralladoras usadas en la I Guerra Mundial y la Revolución de 1917

Kiev estaría usando la ametralladora PM M1910, utilizada por el Ejército Imperial Ruso y el Ejército Rojo durante la Guerra Civil Rusa y la Segunda Guerra Mundial

Imagen de un soldado ucraniano junto a una ametralladora M1910 montada sobre un vehículo
Imagen de un soldado ucraniano junto a una ametralladora M1910 montada sobre un vehículoLa Razónfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@69f48aa5

Mucho se está hablando en el conflicto que enfrenta a Rusia y a Ucrania del gran despliegue de armamento que tanto Moscú como las potencias occidentales están poniendo sobre el campo de batalla. Drones, lanzacohetes, misiles hipersónicos, cazas de quinta generación como el Su-57 ruso, carros de combate... Sin embargo se habla mucho menos de las armas que uno y otro contendientes han desempolvado de sus arsenales para hacer frente a un conflicto que se está extendiendo en el tiempo y cuyo coste se está dejando notar.

Si hace apenas unos días salía a la luz que Rusia había rescatado de sus almacenes cientos de carros de combate T-62, un tanque obsoleto fabricado en la URSS entre 1961 hasta 1975 y ya retirado del servicio, o que muchos de los aviones que combaten son de fabricación soviética, ahora se ha sabido que Ucrania ha ido un paso más allá, en realidad mucho más allá, y estaría utilizando la ametralladora Pulemyot Maxima 1910 (o PM M1910), utilizada por el Ejército Imperial Ruso durante la Primera Guerra Mundial (WW1) y el Ejército Rojo durante la Guerra Civil Rusa y la Segunda Guerra Mundial.

Se trata de un modelo derivado de la Maxim original, primera ametralladora completamente automática del mundo, creada en 1884 por el inventor británico-estadounidense Hiram Maxim. La Rusia de época zarista adquirió estas armas de Alemania y Gran Bretaña y después se tomó la decisión de fabricarlas en el país.

Y lo más curioso es que su uso más de un siglo después está resultado bastante más efectivos de lo que en un principio podría pensarse. Aunque es mucho más grande y pesada que muchas de las ametralladoras actuales y, además, su velocidad de disparo también es más baja, presenta una considerable ventaja sobre las actuales: su sistema de refrigeración por agua que le permite disparar de forma continuada durante mucho más tiempo.

Frente a las más modernas cuyo uso debe hacerse con ráfagas cortas e, incluso, necesitan un cañón de repuesto pues se suelen deformar por el sobrecalentamiento, la M1910 aguanta lo que le echen, entre otras cosas gracias a que su cañón está equipado con una camisa de agua de latón que permite que dispare durante períodos prolongados de forma continua.

Según publica el diario Eurasian Times, una auditoria interna de 2012 indicaba que Ucrania almacenaba 35.000 de estas ametralladoras producidas entre 1920 y 1950, durante la época en que el país pertenecía a la Unión Soviética. De hecho, no es la primera vez que las fuerzas armadas ucranianas la utilizan, pues parece que ya en 2018, desde que empezó el conflicto con los prorrusos en Donetsk y Lugansk se estaría utilizando.

Algunas de las M1910 también se han modernizado, con imágenes que circulan en las redes sociales de ametralladoras centenarias equipadas con modernas miras electrónicas de punto rojo.

Las fuerzas ucranianas también utilizan armas de artillería de campaña de la Segunda Guerra Mundial, como los obuses remolcados M101 de fabricación estadounidense y los cañones D-44 de fabricación rusa desarrollados en los años cuarenta del pasado siglo.