Huida

Expertos noruegos creen que el desertor de Wagner tuvo ayuda de guardias fronterizos rusos

El mercenario Andrej Medvedev permanece en prisión a la espera de que se decida sobre su solicitud de asilo

Andrej Medvedev ha pedido asilo en Noruega
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Contra todo pronóstico, el supuesto comandante del grupo de mercenarios rusos Wagner Andrej Medvedev logró escapar a Noruega hace dos semanas tras una persecución, pero los experetos noruego están convencidos de que debe haber tenido ayuda de los guardias fronterizos rusos.

“Es extremadamente difícil cruzar esa frontera”, explica Tom Røseth, director de la Escuela de Estado Mayor de la Academia Noruega de Defensa al iario “Dagbladet”.

Fue en la noche del viernes 13 de enero cuando Medvedev cruzó la frontera con Noruega. Él mismo dice que es un excomandante de Wagner, y que quiere testificar contra los crímenes de guerra que están cometiendo en Ucrania. El mercenario ha sido arrestado y trasladado a Oslo bajo vigilancia.

“La persona ha sido arrestada de acuerdo con la Ley de extranjería y ahora están evaluando si debería ser detenido”, explicó Jon Andreas Johansen, de la unidad de inmigración de la Policía. Medvedev asegura que lo amenazan con la deportación, algo que su abogado niega, aunque admite que hubo “fricciones” entre Medvedev y la Policía noruega.

Sin embargo, la forma en que el mercenario ruso logró llegar a Noruega está envuelta en la oscuridad. Lo hizo en Pasvik en Finnmark, un área donde es imposible cruzar sin ser detectado, según varios expertos en defensa noruegos. “Es extremadamente difícil cruzar esa frontera, especialmente en invierno cuando las huellas son visibles. Aquí estamos hablando de perros, guardias fronterizos, obstáculos físicos y vigilancia digital”, explica Røseth.

El Andrej aseguró que recibió ayuda sin entrar en más detalles sobre cómo y por quién. Por lo tanto, Røseth está convencido de que debe haber recibido ayuda de los guardias fronterizos rusos.

Palle Ydstebø, el teniente coronel de Krigsskolan, se pronuncia en la misma línea. Afirma que no es ningún secreto que los funcionarios en Rusia pueden ser corruptos. “Así que es absolutamente una posibilidad real que haya sobornado a los guardias fronterizos. También puede ocurrir que haya recibido ayuda de alguien que conozca bien el lugar”, detalla a “Dagbladet”.

El mercenario de Wagner describió previamente cómo los guardias lo persiguieron durante la fuga. “Las balas me pasaron zumbando. Rompí el teléfono y lo tiré al bosque. Corrí, corrí y corrí. En mi camino a través del río sentí que el hielo cedía debajo de mí. Los guardias no lo siguieron”, relató al diario noruego.