Alarma

Una chapucera reparación con pegamento en un submarino atómico británico, a punto de provocar una catástrofe nuclear

Durante las tareas de mantenimiento del buque de la Royal Navy se descubrió que unas piezas rotas en las tuberías de refrigeración del reactor se pegaron en lugar de ser reparadas

Imagen del HMS Vanguard
Imagen del HMS VanguardLa Razón

Resultaría gracioso si no fuera porque se rozó la tragedia. De hecho, cualquiera diría que una cosa así podría haber aparecido perfectamente. en aquel mítico cómic español de “Pepe Gotera y Otilio, chapuzas a domicilio”. Pero no, han sido británicos y a bordo de un submarino nuclear de la Royal Navy. Ahora, los jefes de la Marina de Guerra de Su Majestad han ordenado una investigación para depurar responsabilidades, después de que los trabajadores del submarino HMS Vanguard estuvieran a punto de provocar una catástrofe al intentar reparar unas piezas rotas en la cámara de un reactor atómico.

La “cagada” en las tuberías de refrigeración, vitales para la seguridad del buque, solo se descubrieron cuando se cayó un perno durante las revisiones a bordo del sumergible, de 16.000 toneladas, de la clase Vanguard, que forma parte de la fuerza de disuasión nuclear estratégica de Reino Unido y que incorporan misiles nucleares Trident 2 D5, que se pueden disparar a objetivos a una distancia de . El Trident se puede disparar a objetivos a una distancia de hasta casi 6.500 kilómetros. Estos sumergibles llevan hasta 40 ojivas nucleares y hasta ocho misiles operativos.

En la mencionada revisión, según informa el diario británico The Sun, se descubrieron reparaciones fallidas de tuberías de enfriamiento fundamentales para el submarino. Tras detectarse el fallo, en lugar de informar del daño y llevar a cabo correctamente la reparación, el personal civil de Babcock, la empresa contratista de Defensa encargada del mantenimiento, volvió a pegar las piezas rotas.

Sí informaron sobre uno fallo pero guardaron silencio sobre los detalles, incluidos los pernos rotos y el uso del pegamento para la reparación. La función principal de estas piezas (había al menos siete) es mantener el aislamiento en las tuberías de refrigerante que evitan un derretimiento, algo similar a lo ocurrió en la central nuclear de Chernobyl. Afortunadamente, la “ñapa” fue localizada antes de que los ingenieros encendieran el reactor a plena potencia por primera vez tras la parada. Los investigadores están rastreando los registros para determinar cuándo sucedió y quién fue el responsable.

El Ministerio de Defensa de Reino Unido ha informado, tras descubrir el fallo, que “como parte de una inspección planificada, se encontró un defecto en el trabajo realizado cuando el HMS Vanguard estaba en dique seco. Se informó y solucionó rápidamente”.

Fuentes de la Royal Navy han querido dejar claro también que, según ellos, “no habría habido problemas de seguridad nuclear” y que el reactor no habría explotado si no se hubiera encontrado el daño.

Babcock tiene contratos multimillonarios para mantener las flotas de submarinos nucleares británicos de las clases Astute (cinco en total en servicio y dos en construcción) y Vanguard (cuatro) de la Royal Navy en HMNB Clyde en Escocia y reacondicionamientos en Devonport.

El secretario de Defensa, Ben Wallace , exigió una reunión y “garantías sobre el trabajo futuro” después de que The Sun diera la alarma. Una fuente de la Royal Navy asegura que están realmente contrariados por la situación porque Babcock es uno de los contratistas de Defensa más grandes de Reino Unido y, a pesar de ello, decidieron no informar de lo ocurrido.

“Es una vergüenza. No se pueden tomar atajos con la energía nuclear. Los estándares son los estándares. Los estándares nucleares nunca se ven comprometidos”, indican dichas fuentes.

El daño se produjo durante unas tareas de mantenimiento y reabastecimiento de combustible tras poner al submarino en el dique seco en las instalaciones de HMNB Devonport, en Plymouth.

Estos trabajos, que dieron comienzo en 2015, llevan casi cuatro años de retraso y su coste supera el presupuesto inicialmente previsto en 300 millones de libras.

Los retrasos en las tareas del HMS Vanguard han obligado a las tripulaciones de los otros submarinos de la clase Vanguard, los HMS Vengeance, HMS Victorious y HMS Vigilance, también armados con misiles Trident 2, a soportar largas patrullas.

Está previsto que estos sumergibles sean reemplazados, a partir de 2028, como los de la clase Dreadnought, también de disuasión nuclear.