América Latina

Bukele intensifica su guerra contra las bandas y los pandilleros con una megacárcel

El presidente de El Salvador inaugura un complejo de diez edificios para albergar a 40.000 reclusos. Desde marzo no se necesita orden judicial para detener a una persona

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, inaugura una nueva cárcelPRESIDENCIA DE EL SALVADOR01/02/2023
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, inaugura una nueva cárcelPRESIDENCIA DE EL SALVADOR01/02/2023PRESIDENCIA DE EL SALVADORPRESIDENCIA DE EL SALVADOR

Las imágenes distribuidas por las redes sociales de Nayib Bukele muestran una megaestructura con más de 10 grandes edificaciones. La noche del martes, el presidente de El Salvador dio a conocer que el nuevo Centro de Confinamiento del Terrorismo está listo para comenzar a operar. Se trata de una instalación diseñada para albergar a 40.000 personas.

El acto de inauguración se hizo en una transmisión televisada en cadena nacional y sin acceso a la prensa, en la cual Bukele recorrió varios sectores de la infraestructura acompañado de funcionarios de su Gobierno. En las imágenes se evidencian barracones para los reclusos, gimnasio y sala de armas para los custodios, unidades de vigilancia y monitoreo por video, comedores y cafeterías, así como áreas sanitarias y exteriores, entre otras. Todo estará custodiado por hasta 600 funcionarios armados de las Fuerzas Armadas y 250 policías.

Bukele detalló que “antes los pandilleros estaban con teléfonos, prostitutas, playstation, pantallas, drogas, celulares y computadoras; y los custodios dormían en el suelo” en conversación con uno de los encargados del lugar que le presentaba cada uno de los espacios. “Aquí garantizamos control, orden y disciplina”, decía el funcionario.

Otro añadía que se construyeron ocho módulos en 5.400 metros cuadrados. “Los reclusos no van a poder salir de los módulos. Se ha garantizado que las celdas tengan acero reforzado, y toda la construcción ha sido con normativas internacionales”. A Bukele también le presentaron incluso las celdas de castigo “totalmente selladas” que tiene el recinto.

Régimen de excepción

La construcción del penal comenzó en julio de 2022 cuando Bukele confirmó el anuncio de la obra, en el marco de un “régimen de excepción” decretado para ello. Los “terroristas” y “pandilleros” que estarán allí confinados no tendrán comunicación con el mundo exterior y no podrán salir.

El costo de la obra, que se había prometido para septiembre pasado, no ha sido divulgado, y el mandatario no precisó cuándo comenzará el traslado de detenidos a la nueva megacárcel.

La cárcel, calificada por el gobierno salvadoreño como “la más grande de toda América”, ocupa un área de 166 hectáreas con pabellones que ocupan 23 hectáreas, explicó el ministro de Obras Públicas, Romeo Rodríguez. Alrededor no hay nada sino terreno abierto, para mantener a esa población aislada de los centros urbanos. Su capacidad total supera el total de la veintena de cárceles del país, que alcanza unos 30.000 presos.

La instalación es presentada cuando Bukele encabeza una autodenominada “guerra” contra bandas y pandillas durante la cual han sido detenidos unos 62.900 supuestos pandilleros en operaciones que han dejado más de 7.400 denuncias de atropellos a derechos humanos.

El régimen de excepción instaurado por Bukele suspendió el derecho a la defensa y la inviolabilidad de las telecomunicaciones, y extendió el plazo de detención preventiva hasta los 15 días, cuando normalmente es de tres días. Fue la respuesta a una escalada violenta que cobró la vida de 87 personas del 25 al 27 de marzo de 2022.

La organización Human Rights Watch (HRW) denunció el viernes pasado que en las cárceles salvadoreñas hay un “hacinamiento extremo” como consecuencia de las detenciones sin orden judicial de sospechosos que desde marzo pasado se permiten en el país.

Según datos de la ONG Cristosal, para octubre de 2022, El Salvador llegó a ser el país con la tasa per cápita más alta del mundo de personas privadas de libertad, con 2.144 por cada 100,000 habitantes.

Un dato similar mostró un informe de la Universidad de Londres publicado a comienzos de 2023 que registraba 38.250 reclusos en El Salvador, para una tasa de 2 por cada 100 habitantes del país.