Defensa colectiva

La OTAN diseña garantías de seguridad para Ucrania, pero enfría la adhesión

Zelenski reclama una coalición de antimisiles Patriots para proteger los cielos ucranianos de los ataques rusos

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg (Foto de ARCHIVO) 20/04/2023
El relevo del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, se abordará en OsloEuropa Press/Contacto/Pool /UkraEuropa Press

La OTAN vuelve a dar largas a Ucrania sobre una adhesión y comienza a perfilar las garantías de seguridad que el país necesitará cuando termine la guerra para que no vuelva a producirse una invasión rusa. Los ministros de Exteriores reunidos hoy en Oslo (Noruega) mantienen que las puertas de la Alianza siguen abiertas para Kyiv, pero no quieren comprometerse con una fecha de entrada y todo indica que tampoco habrá avances en un mes, cuando los jefes de Estado y de Gobierno se reúnan en Vilna (Lituania) «La política de puertas abiertas de la OTAN sigue vigente, pero al mismo tiempo está claro que no podemos hablar de aceptar nuevos miembros [que están] en medio de una guerra», aseguró sin rodeos la ministra de Exteriores de Alemania, Annalena Baebork.

Ucrania es consciente de que no podrá ser miembro de la OTAN hasta que termine la contienda, ya que esto supondría un conflicto directo entre la Alianza y Moscú, pero quiere garantías de que esta entrada se producirá cuanto termine el conflicto. El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha acogido con contrariedad la postura de la OTAN. Desde Moldavia, donde ha participado en una cumbre con casi cincuenta líderes europeos, mostró su «decepción» por la falta de «decisiones positivas». «Incluso Ucrania, que defiende los valores europeos pagando un precio de sangre, no tiene todavía una respuesta positiva sobre su adhesión a la Unión Europea y la OTAN», lamentó.

Zelenski quiere que en la cumbre de la OTAN en Vilna se ofrezca una «invitación clara» a Kyiv y que, durante el tiempo que dure el proceso de adhesión, se establezcan garantías de seguridad, ya que durante este lapso el país no estará protegido por la cláusula de defensa colectiva de la Alianza. Ninguno de los mensajes desde Oslo resultan demasiado esperanzadores. El siempre comedido secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, reconoció hace unos días que existen divisiones en el seno de la organización militar sobre una fecha de adhesión.

De momento, la OTAN se abre a a planear estas garantías de seguridad, establecer un paquete de financiación que se anunciará en Vilna y mejorar la coordinación en un Consejo Ucrania-OTAN como premio de consolación.

Mientras, lo principal es ganar la contienda. «No sabemos cuándo terminará la guerra. Pero debemos asegurarnos de que cuando esto suceda, tengamos acuerdos creíbles en marcha para garantizar la seguridad de Ucrania en el futuro y para romper el ciclo de agresión de Rusia», dijo Stoltenberg.

Zelenski tampoco olvida que para ganar la guerra se necesita el apoyo de Occidente y también aprovechó su visita a Moldavia para pedir una «coalición de Patriots», los sistemas de defensa antimisiles, mientras sigue esperando el envío de cazas F-16. Como gran aliado, cuenta con el primer ministro holandés, Mark Rutte, ya que Países Bajos es uno de los tres Estados junto a Alemania y Reino Unido que ya ha enviado Patriots a Ucrania.

La Haya pretende que más países se sumen, ya que «hemos visto lo que puede hacer este sistema para proteger» y que también más Estados comiencen a instruir a políticos ucranianos. Polonia ya ha comenzado a hacerlo y la propio Países Bajos, junto a Reino Unido, Bélgica y Dinamarca están diseñando un calendario para comenzar también el adiestramiento. A pesar de esto, todavía no hay fechas claras sobre cuándo llegarán estos cazas a Kyiv.

Esta reunión informal de los ministros de Exteriores en Oslo ha servido como preámbulo el encuentro que se celebrará el 11 y 12 de julio en Vilna. En esa cumbre, los aliados seguirán discutiendo el apoyo a Ucrania, negociarán un nuevo objetivo de gasto militar para que el 2% del PIB no sea un techo sino un mínimo y, si no hay cambios en la agenda, elegirán al sucesor de Stoltenberg, que abandonará su cargo en otoño. Sobre esto último, fuentes diplomáticas aseguran que el proceso sigue muy abierto y no hay un claro favorito. La organización militar tampoco pierde la esperanza de que Turquía y Hungría levanten para este fecha el veto para que Suecia entre en la OTAN. Stoltenberg va a viajar próximamente a Ankara para apremiar a las autoridades turcas.