Infraestructuras
Así es el faraónico puente que unirá Italia con Sicilia sobre el Estrecho de Mesina: una obra de ingeniería única en el mundo
La infraestructura se encuentra dentro del proyecto en el que participa la española Sacyr y que dará al país transalpino el puente colgante más grande que exista en el planeta
Sicilia es la isla más grande del mar Mediterráneo, la cuarta región más poblada de Italia y el territorio que alberga el Etna, el mayor volcán activo de Europa. No cabe duda sobre su importancia, pero por los siglos de los siglos (literal) ha existido una gran pregunta: por qué no hay un puente que una Italia con Sicilia a través del Estrecho de Mesina. Pero en los últimos años, aunque rodeado de críticas, el Gobierno de Meloni ha reactivado el proyecto para la construcción de un "megapuente" sin igual, así como un auténtico desafío para disponer de una infraestructura faraónica.
Hay varios ejemplos en otros lugares del Viejo Continente y del resto del mundo en el que islas, territorios peninsulares o ambas se conectan por puentes que permiten que ciudadanos puedan ir de un lado a otro sin necesidad de usar transporte marítimo. Tal es el caso del famoso Puente de Oresund, que conecta Copenhague, en Dinamarca, con la ciudad sueca de Malmö, manteniendo así la unión entre la península escandinava con Europa Central a pesar de la separación por el estrecho de Øresund.
Y es que son aproximadamente tres kilómetros de anchura lo que separa la isla siciliana de la península italiana, que a su vez permite conectar el mar Tirreno con el mar Jónico en el Estrecho de Mesina. Una distancia relativamente corta, suficiente motivo para unir por vía terrestre ambos territorios.
El "mayor proyecto de infraestructura" que unirá Italia con Sicilia: un puente a través del Estrecho de Mesina
El faraónico puente sobre el Estrecho de Mesina tendrá una longitud de algo más de 3,5 kilómetros y una sección suspendida de 3,3 kilómetros, superando al Puente de Canakkale, que atraviesa el estrecho de los Dardanelos en Turquía y permite conectar Europa con Asia. Un proyecto al que se le dio el visto bueno definitivo a principios de agosto de este año y el cual Europa también ratificó en 2024 y en el que se prevé que se inviertan alrededor de 15.000 millones de euros. Se convertiría en el puente colgante más largo del mundo.
El proyecto formará parte del Corredor Escandinavo-Mediterráneo de la Red Transeuropea de Transporte (RTET), diseñado para reforzar el papel estratégico del sur de Italia en Europa y el Mediterráneo a nivel logístico, económico y social.
Sacyr, compañía española que participa (22,4%) junto a Webuild (45%) en el consorcio Eurolink y junto a otras empresas, emitió un comunicado a principios de agosto informando de que el comité interministerial de Planificación Económica y Desarrollo Sostenible de Italia ya ha aprobado el diseño definitivo del puente.
El puente se extenderá entre dos torres de cuatrocientos metros de altura, con dos líneas de ferrocarril en el centro y tres carriles de tráfico a cada lado. Su tablero tendrá una anchura de unos sesenta metros y por el puente, con un peso de 55.000 toneladas, podrían cruzar más de 6.000 vehículos por hora y hasta doscientos trenes diarios.
Mientras tanto, el sistema de suspensión consta de dos pares de cables de 1,26 metros de diámetro, con una longitud de 5.320 m entre los dos anclajes. Cada cable está formado por 349 cuerdas prefabricadas formadas por 127 hilos, en total 44.323 hilos por cada cable. El peso total de los cuatro cables será de aproximadamente 170.000 toneladas.
Según explica Roma, el puente sería clasificado como "gasto militar" para que compute el objetivo de la OTAN de destinar el 5% del PIB a Defensa. Su diseño podría permitir la resistencia del puente a vientos con velocidades de más de 210 kilómetros por hora, en una zona donde el récord ronda los 150 km/h.
Por otro lado, desde el punto de vista sísmico, se prevé que pueda resistir sin sufrir daños a seísmos de una magnitud similar a 7,1 sobre la escala de Ritcher (algo similar al terremoto que azotó Messina en 1908, el cual destruyó la ciudad y causó la muerte de unas 80.000 personas y que está incluido entre los más fuertes registrados en Europa).
Por qué no hay un puente que une Italia con Sicilia: el proyecto de una obra de ingeniería faraónica que ha levantado críticas
De esta forma, el puente podría crear más de 100.000 puestos de trabajo al año y daría crecimiento económico al país, en especial las regiones de Sicilia y Calabria (unidas por el puente), que son dos de las más pobres de Europa, tal y como celebra el ministro de Transportes, Matteo Salvini, quien asegura que el objetivo es que esté terminado en la primera mitad de la década de 2030, posiblemente en 2033. Lo define así como "el mayor proyecto de infraestructura en Occidente".
No obstante, el proyecto también ha tenido detractores, y no se ha librado de las críticas. Miles de sicilianos salieron a las calles de Messina el sábado para expresar su rechazo a la construcción, ante su preocupación por el posible impacto medioambiental que pueda causar, además de la amenaza de actividad sísmica en la zona y el temor a la infiltración de grupos mafiosos en la ejecución del proyecto.
Un debate que ha estado presente desde 1969, cuando apareció la idea de crear dicho puente, aunque esta vez parece que se llevará a cabo. Los trabajos preliminares podrían iniciar a finales de septiembre o principios de octubre, sujetos aún a la aprobación final de la Corte de Cuentas italiana, lo que llevaría a comenzar la construcción en 2026.