Terremoto político en Portugal

La caída de Costa: De candidato al presidente del Consejo Europeo a ser investigado por el Supremo portugués

La Fiscalía portugesa cree que hay una trama para agilizar las adjudicaciones de explotaciones de litio y en el centro sitúa a su íntimo amigo Lacerda Machado y a su jefe de Gabinete: Vítor Escária

El primer ministro portugués Antonio Costa
El primer ministro portugués Antonio CostaPEDRO NUNESREUTERS

Hasta hace pocos días, los portugueses no conocían aDiogo Lacerda Machado. Un hombre acostumbrado a estar entre los bastidores del poder, pero no a acaparar focos. Ahora todos le señalan comola amistad peligrosa que ha llevado a la dimisión a Antonio Costa, ahora primer ministro en funciones hasta las próximas elecciones del 10 de marzo.

Costa presentó el pasado martes su dimisión después de que su residencia oficial fuera registrada, dentro de una trama que le acusa, junto a otros políticos del país, por supuestos delitos de prevaricación, corrupción activa y pasiva y tráfico de influencias en la explotación de minas de litio y un proyecto producción de energía a partir de hidrógeno.

Lacerda Machado conoció a Costa cuando los dos estaban cursando estudios universitarios en la Universidad de Lisboa en 1981. Lacerda Machado fue padre muy joven con 17 años y se casó antes de terminar la universidad en 1984. Estos pasos fueron seguidos por Costa que contrajo matrimonio en 1987 con su mujer, Fernanda. Su padrino de boda fue su amigo de universidad y los dos matrimonios vivían en la misma calle. El abogado consiguió su primer trabajo en Macau por recomendación de Costa y acabó trasladándose en 1988 para preparar el sistema de administración judicial para la transición del territorio.

La amistad se mantuvo incólume durante todos estos años y Machado volvió a Portugal en 1990 cuando comenzó negocios con empresas chinas y empezó a trabajar para el sector privado. Su relación con Costa siguió gozando de buena salud y, cuando éste se presentó a las elecciones, al abogado fue el intermediario elegido por el primer ministro para intentar solucionar la situación de las víctimas del Banco Espírito Santo. Hasta aquí, nada parece censurable. Dos buenos amigos que se apoyan mutuamente. El abogado era conocido por sus grandes dotes de intermediación y era lógico que Costa confiara en él.

Los vínculos comienzan a volverse peligrosos cuando es contratado por la empresa Star Campus. El objetivo es, según las hipótesis abiertas tras esta investigación, aprovechar su cercanía con Costa para conseguir favores. Star Campus estaba persiguiendo un contrato para construir un centro de datos ligado a la explotación de Litio en la localidad de Sines por valor de 2.000 millones de euros. Las pesquisas se concentran en las concesiones para extraer litio de las minas de Romano y Barroso, en el norte del país, en un proyecto para producir energía a través del hidrógeno en el puerto de Sines financiado con fondos europeos que ha hecho de este tipo de infraestructuras una de sus grandes prioridades. Según los medios portugueses la Fiscalía considera que existía una trama para agilizar estas concesiones a través de varios ministerios y una figura clave: el jefe de gabinete de Costa.

Su nombre es Vitor Escária y fue detenido después de encontrar en su despacho de la residencia oficial del primer ministro en el Palacio de Sao Bento 75.800 euros en metálico en sobres ocultos en libros, estantes y cajas de vino. Él ha alegado que se trata de dinero procedente de trabajos anteriores en Angola, pero ya ha sido cesado de su puesto como jefe de gabinete y su suerte parece echada.

En todo caso, nadie sabe hasta dónde se puede extender esta trama que incluye como sospechosos al ministro de Medio Ambiente, Duarte Cordero, el de infraestructuras Joao Galamba y el ex ministro de Medio Ambiente Joao Pedro Matos Fernandes. Según la prensa portuguesa, la policía llevaba tiempo investigando estos hechos y había procedido a escuchas en las que aparece de manera frecuente el nombre de Costa, si bien no parece que de momento se hayan encontrado pruebas incriminatorias claras en estas charlas. Según la prensa portuguesa, varios de los detenidos sí que han implicado de manera directa a Costa como responsable directo de haber intentado agilizar estas concesiones.

El litio, el nuevo oro

Portugal es el país europeo con mayores reservas de litio, materia prima imprescindible para la construcción de las baterías. Aunque hasta ahora este material se utilizaba sobre todo en el vidrio y la cerámica, la implantación del coche eléctrico para luchar contra el cambio climático y la fuerte dependencia europea de países terceros, sobre todo China, ha despertado un nuevo apetito por este elemento químico. A pesar de esto, la baja calidad del litio portugués y el impacto medioambiental de ciertos proyectos había hecho que la concesión de ciertos permisos de explotación haya sido polémica en los últimos años y de ahí que Star Campus necesitara un conseguidor lo suficientemente bien relacionado para que los expedientes no se eternizaran

A pesar de las sospechas, Costa no ha sido detenido si bien está siendo investigado por el Tribunal Supremo del país. Además, continúa como primer ministro en funciones por expreso deseo del presidente de la República hasta la convocatoria de elecciones e incluso participó en la reunión este jueves del Consejo de Gobierno tras la cuál se anunció la convocatoria de elecciones, a pesar de que los socialistas perseguían que Costa fuera sustituido por otro político de la misma familia política.

Hasta el momento, el primer ministro en funciones había conservado una imagen intachable desde el punto de vista internacional a pesar de que en el último año se habían producido en su gobierno una docena de dimisiones. Por una parte, era uno de los líderes socialistas más veteranos dentro del los países europeos y, tras la últimas elecciones de 2022 que ganó por mayoría absoluta se había presentado como dique de contención para la ultraderecha ya que los sondeos no garantizaban que los conservadores de centro pudieran gobernar en solitario. Estos credenciales intachables en la burbuja comunitaria hacían que incluso su nombre sonara con fuerza como sucesor de Charles Michel el próximo otoño dentro del reparto de puestos en la cúpula comunitaria.