Moción de confianza

La crisis del gobierno nacionalista de Escocia deja a su líder Humza Yousaf pendiendo de un hilo

El divorcio se produce tras abandonar el objetivo de reducir las emisiones de carbono un 75% para 2030

Scotland's First Minister Humza Yousaf speaks during a press conference at Bute House, Edinburgh, Thursday, April 25, 2024. Scotland’s leader is facing a potential battle for survival after ending a three-year power-sharing agreement with the Scottish Green Party following a clash over climate change policies. First Minister Humza Yousaf of the Scottish National Party informed the leaders of the much smaller Greens on Thursday that he was terminating the power-sharing agreement. (Jeff J Mitch...
El ministro principal de EsociaASSOCIATED PRESSAgencia AP

Apenas lleva un año al frente del Ejecutivo escocés, pero el futuro del líder independentista Humza Yousaf, pende ahora de un hilo tras la gran crisis abierta en Holyrood -parlamento de Edimburgo- tras anunciar ayer la ruptura del acuerdo de coalición gobernante entre el Partido Nacionalista Escocés (SNP) y los Verdes. “El SNP necesita libertad y flexibilidad para garantizar que Escocia avance. Necesitamos hablarle al país con una sola voz: nuestra voz”, manifestó.

La decisión se tomó tras días de recriminaciones entre ambas formaciones tras admitirse que no se alcanzará el gran objetivo para reducir las emisiones de carbono en un 75% para 2030. Los Verdes habían convocado una reunión el próximo mes para decidir su hoja de ruta, pero Yousaf decidió ayer tomar la delantera para ser la parte que deja en lugar de la dejada.

Lo cierto es que las tensiones venían ya de antes. Los Verdes se habían opuesto ferozmente a la decisión del SNP de imponer una congelación de las tasas municipales de las autoridades locales, y ambos partidos también habían estado en desacuerdo sobre la decisión de suspender la prescripción de bloqueadores de la pubertad a los niños en el Sistema Nacional de Salud Público.

Yousaf, que sustituyó a Nicola Sturgeon en marzo del año pasado tras un proceso de primarias, anunció que gobernaría a partir de ahora en minoría. Pero apenas concluyó su rueda de prensa, el Partido Conservador escocés presentó una moción de no confianza contra el responsable del Ejecutivo. Si todos los diputados de la oposición unen fuerzas contra el líder independentista, éste perderá, ya que el SNP tiene 63 escaños, frente a los 65 de la suma de sus oponentes.

Al cierre de esta edición, se barajaban todo tipo de hipótesis ante una votación que tendrá lugar la próxima semana, tan solo meses antes de las elecciones generales en el Reino Unido previstas para otoño, donde los independentistas no gozan de especial popularidad en las encuestas. En caso de que Yousaf pierda la moción de confianza, el SNP podría elegir a otro líder sin necesidad de convocar comicios en Escocia. Pero sería muy criticado, ya que sería el segundo mandatario no electo en poco más de un año que se pone al frente del Ejecutivo de Edimburgo sin pasar por las urnas.

El único diputado del Partido Alba (fundado por Alex Salmond, ex líder del SNP) escribió ayer a Yousaf ofreciéndole las condiciones para respaldarlo. Estaba previsto que éstas pasaran por cambiar la estrategia para conseguir un nuevo referéndum de independencia que los nacionalistas prometieron tras ganar las elecciones escocesas de 2021 y cuyas posibilidades son ahora más que remotas.

Ya no sólo por los obstáculos legales y la negación del Ejecutivo central a sacar de nuevo las urnas. Sino porque el SNP -que lleva al frente del Gobierno escocés desde 2007- está sumido en una profunda crisis interna, agravada por la reciente acusación de Peter Murrell -ex director ejecutivo del partido desde 1999 hasta 2003- por malversación de fondos en relación a la misteriosa donación de 667.000 libras (761.000 euros) para un nuevo referéndum de secesión que nunca existió.

Murrell es el marido de Nicola Sturgeon, ex líder de la formación y considerada durante mucho como una de las políticas más respetadas del Reino Unido. Cuando ella también presentó en febrero del año pasado su dimisión por sorpresa como responsable del Ejecutivo escocés tras más de 30 años ligada al independentismo dio múltiples razones. Entre ellas, que era "un ser humano" y que necesitaba un cambio.

En ningún momento mencionó el problema sobre las finanzas de su partido. Pero en junio de 2023 también fue arrestada en su domicilio. La detención concluyó a las pocas horas sin ningún tipo de medida cautelar, pero manchó sobremanera la imagen de la que fue la gran estrella del secesionismo. También fue detenido Colin Beattie, el ex tesorero del partido. Tanto él como Sturgeon siguen bajo investigación policial.