Nuevo orden

Xi desafía las tensiones embarcándose en una gira por Europa en plena guerra de Ucrania

La visita arrancará en París con una ceremonia militar pero seguirá en Hungría y Serbia para demostrar la influencia de Pekín en el viejo continente

Macron con Xi Jinping en Pekín
Macron con Xi Jinping en PekínEuropa Press

El presidente chino Xi Jinping visitará Hungría, Serbia y Francia en una gira de alto nivel a principios de mayo, su primer viaje a Europa desde el inicio de la pandemia en 2019. Se trata de un recorrido cargado de simbolismo que llega en un momento crucial, con el avance de Rusia en el campo de batalla de Ucrania, la escalada de las tensiones comerciales entre Pekín y Bruselas y las posibles consecuencias de las elecciones estadounidenses de noviembre.

Con la pompa y el protocolo característicos de las visitas de Estado de alto nivel, Xi Jinping y su esposa, Peng Liyuan, serán recibidos en suelo francés el 6 de mayocon una imponente ceremonia militar, un gesto de honor y respeto que sitúa esta llegada en la cúspide de la jerarquía diplomática. "Los intercambios se centrarán en las crisis internacionales, como la guerra en Ucrania o la situación en Oriente Próximo, las cuestiones comerciales, la cooperación científica, cultural y deportiva, así como nuestras acciones conjuntas para hacer frente a los desafíos globales, en particular la emergencia climática, la protección de la biodiversidad y la situación financiera de los países más vulnerables", informó la Presidencia francesa.

En esta gira, uno de los puntos del orden del día será la participación de China en la próxima cumbre de paz sobre la guerra en Ucrania, que se celebrará en Suiza a mediados de junio. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha tratado de cortejar a Pekín para que participe, al igual que el canciller alemán, Olaf Scholz, durante su visita a Pekín de la semana pasada. Funcionarios de la UE afirman que Pekín ha estado presionando para que Rusia también tenga un asiento en la mesa, algo que Kyiv no está dispuesta a aceptar por el momento.

Putin en Pekín

Cabe destacar que el próximo mes se llevará a cabo una cumbre diplomática importantísima en Pekín, cuando Xi reciba a su homólogo ruso Vladimir Putin. Este encuentro, que sin duda captará la atención de la comunidad internacional, se produce en un momento crucial para las relaciones geopolíticas y las tensiones globales. Su estrecha relación ha sido motivo de especulación y análisis en los círculos políticos, y además ha generado una notable tensión con Bruselas, a pesar de los insistentes mensajes de neutralidad por parte de China.

Aunque la visita de Xi a París es una oportunidad para centrarse en la relación más amplia que mantiene este país con Europa, las paradas en Hungría y Serbia permitirán a Pekín demostrar que su influencia en Europa Central y Oriental sigue intacta. A pesar de su pequeño tamaño, Hungría ha atraído en los últimos años una avalancha de grandes proyectos chinos, la mayoría relacionados con la fabricación de baterías y vehículos eléctricos.

Desequilibrio comercial

Esta misión se produce además en un momento de creciente preocupación europea por las prácticas comerciales, incluido el limitado acceso al mercado chino y el enorme desequilibrio comercial. El bloque ha puesto en marcha una serie de investigaciones sobre supuestas subvenciones que ayudan a las empresas chinas a subcotizar a sus competidores europeos. Por ello, recientemente puso en marcha una investigación sobre la contratación pública en este país de dispositivos médicos, paneles solares y turbinas eólicas. Asimismo, en octubre se inició otra indagación sobre el sector de los vehículos eléctricos. Pekín se ha opuesto repetidamente a estas medidas y ha instado a los países a ejercer su autonomía estratégica, una postura que coincide con el llamamiento de Macron a una UE más sólida e independiente.

La elección de Serbia para esta visita es una declaración diplomática audaz que podría reconfigurar las prioridades de los líderes europeos en sus futuros compromisos. China mantiene desde hace tiempo fuertes lazos con el país, que apoya la soberanía de Pekín sobre Taiwán y es un socio importante de la iniciativa china de la Franja y la Ruta en los Balcanes. Por otra parte, la posible adhesión de Serbia a los BRICS permitiría a Xi retomar el plan original de ampliación del bloque, centrado en Europa y no en Oriente Próximo.