Legislativas

Más de 200 candidatos se retiran de la segunda vuelta de las elecciones en Francia para frenar a Le Pen

Las reticencias que genera Mélenchon debilitan el frente contra la ultraderecha entre sectores macronistas y conservadores

La gran vencedora de los comicios en Francia ha sido Agrupación Nacional (RN), el partido de ultraderecha liderado por Marine Le Pen
La gran vencedora de los comicios en Francia ha sido Agrupación Nacional (RN), el partido de ultraderecha liderado por Marine Le PenAgencia EFE

Las múltiples reticencias que crea el líder de la izquierda radical, Jean-Luc Mélenchon, en figuras conservadoras y centristas ha sido el mayor escollo para formar un frente republicano que ponga freno a Marine Le Pen. Los partidos tenían hasta este martes a las seis de la tarde para configurar esas alianzas y dejar los cruces definitivos para la segunda vuelta, en la que Francia se juega un salto al vacío inédito en la V República.

La clave está en el desistimiento: la retirada del tercer clasificado en los territorios en los que pasen tres a la segunda vuelta para concentrar el voto en el candidato con más posibilidades de derrotar al de Le Pen.

El frente republicano ha funcionado en la mayoría de circunscripciones donde se han roto las posibles triangulares con un candidato de cada bloque (RN, frente de izquierdas y macronista), pero con algunas excepciones a la regla, especialmente por parte de Los Republicanos, que consideran equiparable el peligro de acceso al poder de Le Pen como el de la Francia Insumisa, que es al fin y al cabo el partido que más peso tiene en el Nuevo Frente Popular, por encima de socialistas, ecologistas y comunistas.

Más de 200 candidatos se han retirado en favor de ese frente republicano, 74 de ellos de las filas macronistas –en favor de un candidato de izquierdas o conservador–, y 117 del Nuevo Frente Popular –en favor de centristas y en algún caso de Los Republicanos–. Algunos de los que han renunciado incluso son ministros. Es el caso de Dominique Faure, ministra de Colectividades Territoriales que ha renunciado tras llegar tercera con el 29% en su circunscripción de Alta Garona para beneficiar al candidato de izquierdas contra el del Reagrupamiento Nacional. Este tipo de alianzas ha hecho reaccionar al candidato de la extrema derecha, Jordan Bardella, quien las ha tachado de «alianzas del deshonor» y volvió a pedir a los franceses una mayoría absoluta para la segunda vuelta.

No todos los ministros de Macron eran favorables al frente republicano sin excepción. Es el caso de uno de los pesos pesados de su Gobierno, el titular de Economía, Bruno Le Maire, que se mantiene en la consigna «ni RN ni LFI». Desoyen así tanto a Macron como a Gabriel Attal, así como al bloque de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP), el segundo clasificado con el 28% de los votos, que ha instado a unir todas las fuerzas contra el RN y sus aliados, en clara ventaja con el 33%.

Ahora falta por ver la segunda parte de la estrategia del frente republicano: que el votante siga la consigna de los partidos. Es decir, que un votante que en la primera vuelta votara por el frente de izquierdas tenga la motivación suficiente para votar el domingo a un macronista para frenar a Le Pen o que un centrista se ponga la «pinza en la nariz» para votar comunista y hacer barrera al RN. Este cordón republicano o el «todos contra Le Pen» ha funcionado en otras ocasiones, pero la desdiabolización del Reagrupamiento Nacional y la polarización entre bloques hacen dudar de su poder de efecto en esta ocasión. Pero sobre todo, el recelo que han dejado en el electorado dos figuras en concreto: Macron y Mélenchon. Ambos encarnan de una u otra forma las grandes dificultades de un votante del otro bloque para hacer frente a Le Pen votando por los candidatos que llevan sus siglas. La ultraderecha es consciente de que este factor le beneficia, pero también de que el partido no está ni mucho menos sentenciado.

La cifra mágica para el domingo son 289 escaños. Las proyecciones dan claros favoritos a los de Le Pen, pero sin llegar a esa cifra. Y aquí es donde comienza el gran rompecabezas. Las horquillas que se manejan a día de hoy entre 230 y 290 asientos en el hemiciclo son demasiado extensas como para lanzarse a vaticinar escenarios. Uno sobre el que estos días se lanzan hipótesis es el de una extrema derecha que se quedara en 270 o 280 y pudiera completar mayoría prometiendo cargos de Gobierno y ministeriales a Los Republicanos. Bardella ha repetido que solo gobernará si obtiene la mayoría absoluta en la Asamblea alegando que únicamente así podrá aplicar su programa y no ser un mero «colaborador» de Macron. Pero muchos analistas coinciden en que la opinión pública no entendería que la formación de Le Pen se negara a intentar formar Gobierno rozando esa mayoría aun quedándose por debajo tras acumular dos victorias tan rotundas consecutivas como fueron las europeas y la primera vuelta de las legislativas.