Guerra de Ucrania

Putin lanza la guerra del frío contra Ucrania

Rusia golpea las infraestructuras energéticas ucranianas clave para dejar sin luz ni calefacción a su enemigo de cara al invierno

Ucrania trata de restaurar el suministro mientras se adapta a los apagones
Ucrania trata de restaurar el suministro mientras se adapta a los apagones

Rusia ha iniciado una nueva ofensiva para privar a millones de ucranianos de electricidad, gas y calefacción, intensificando sus ataques contra infraestructuras energéticas clave. Decenas de miles de personas en las regiones de Cherníguiv, Sumi y Járkov han quedado sin acceso confiable a estos servicios esenciales tras una serie de ataques rusos dirigidos a subestaciones eléctricas e instalaciones de gas en los últimos días.

La situación es particularmente crítica en Shostka, una ciudad a 50 kilómetros de la frontera rusa, donde hasta 70.000 habitantes se han quedado sin electricidad mientras las labores de reparación de emergencia persisten bajo la amenaza constante de nuevos ataques con drones y misiles. Con el suministro de gas también interrumpido, muchos residentes han acudido a tiendas para adquirir cartuchos de gas, trípodes y calderos para cocinar sus alimentos a fuego abierto. Algunas familias han recurrido a la leña, encendiendo fogatas en los patios de sus hogares o edificios de apartamentos, o utilizando parrillas.

«No me imagino cómo será para las familias numerosas, especialmente aquellas con niños pequeños», expresó Katerina Ragulina, de 37 años, en una entrevista con LA RAZÓN desde Shostka. Comentó que se han habilitado varias «estaciones de calentamiento» con generadores portátiles para que los ciudadanos puedan calentarse o cargar sus teléfonos, pero estas medidas apenas alcanzan para cubrir las necesidades.

Aunque las temperaturas aún superan los cero grados, descendiendo a seis por la noche, el frío afecta al ánimo y al estrés constante provocado por los reiterados bombardeos rusos a la ciudad. Un reciente ataque con drones contra un tren en la estación local dejó un muerto y nueve heridos.

«No es fácil, pero no nos han abandonado», afirmó Ragulina, destacando que la situación mejora lentamente gracias al esfuerzo incansable de los equipos de reparación. El proveedor local de electricidad informó el miércoles que los trabajadores, encargados de restablecer el suministro de energía y gas, son blanco de drones rusos. Un vehículo de reparación, el 31º desde el inicio de la invasión, fue atacado el miércoles por un dron kamikaze ruso.

Las regiones cercanas a la frontera con Rusia, como Sumi y Járkov, serán probablemente las más afectadas por esta campaña rusa contra el sistema energético, según ha afirmado Volodimir Omelchenko, experto del Centro Razumkov en Kiev, a LA RAZÓN.

Marcando la diferencia con campañas anteriores, en las que Rusia atacó centrales eléctricas y la red en todo el país, ahora parece concentrar un gran número de drones en objetivos más específicos, aparentemente para saturar las defensas y aislar las partes del sistema energético más alejadas de Europa, con menos alternativas de suministro.

«Este invierno será el más duro de la guerra», advirtió el alcalde de Járkov, Igor Terejov, tras la destrucción de dos subestaciones durante el fin de semana, que dejó a 22.000 residentes sin electricidad durante horas.

«Rusia ataca el sistema energético ucraniano para privar a la población de electricidad, calefacción y gas», señaló el presidente Volodimir Zelenski, quien ha encabezado reuniones de emergencia para mitigar el impacto de los ataques.

En respuesta, Ucrania está reforzando sus defensas antiaéreas y acumulando repuestos para reparaciones, mientras exhorta a sus aliados internacionales a incrementar la presión sobre Rusia mediante sanciones y otras medidas. Tras los destructivos ataques rusos a la infraestructura de extracción y distribución de gas la semana pasada, Kiev ha decidido aumentar un 30% las importaciones de gas.

En general, Ucrania está mejor preparada para enfrentar los ataques a su sistema energético que al inicio de la invasión, cuando estuvo al borde de un apagón total, según los expertos. Sin embargo, ni las defensas antiaéreas ni las barreras físicas de concreto y arena instaladas en puntos clave de la red pueden protegerla este invierno completamente de los ataques rusos, dejando abierta la posibilidad de cortes de energía a nivel nacional.