Guerra
Qué pasó con el T-14 Armata, el "mejor tanque del mundo" que Rusía quería enviar a Ucrania
Aunque estaba diseñado para ser el más moderno y tecnológicamente avanzado carro de combate del arsenal ruso, se dice que se ha transformado en "la gran decepción para Putin"
Desde que Rusia comenzó la invasión a Ucrania, en febrero de 2022, Moscú ha enviado el más novedoso armamento para una contienda que preveían corta pero está a punto de alcanzar los dos años. Drones, aviones, armas de última generación... o tanques, muy presentes en la ofensiva. El tanque T-14 Armata, un moderno carro de combate, también fue desplegado en las ciudades ucranianas y se presentaba como la gran amenaza de Kyiv. Sin embargo, hace meses que no hay noticias y se habla de la "gran decepción" que supone para el presidente Putin.
En abril de 2023, los medios estatales rusos sugerían que el Kremlin planeaba desplegar los T-14 Armata por primera vez en la línea del frente de la guerra, algo que fue confirmado por las propias autoridades rusas. Y meses atrás, había estado operando en el Donbás, según explicaban.
Equipados con protección adicional en sus flancos, las tripulaciones se sometieron a una "coordinación de combate" en campos de entrenamiento, y se trataban de los más modernos y tecnológicamente avanzados de su arsenal. En 2015, incluso, los diseñadores de este tanque afirmaron que sería el primer "invisible" del mundo.
Los T-14 Armata tenían potencial para convertirse en el mejor del mundo. No necesitan apuntar con precisión, sino que, incluso, pueden hacerlo aproximadamente, y la electrónica hará todo lo demás, es decir, determinar con precisión la distancia hasta el objetivo y apuntar el arma hacia este, ya que utiliza elementos de inteligencia artificial que ayudan a la tripulación a disparar.
¿Por qué el "moderno y poderoso" T-14 Armata ha sido una decepción para Rusia en la guerra de Ucrania?
El principal problema al que se empezó a enfrentar las tropas rusas fue la lenta producción de estos revolucionarios carros de combate. Y es que según un artículo de Sergio Miller, exmiembro de la inteligencia británica en el medio Wavell Room, el Armata también presenta defectos a nivel de motor.
La efectividad de los Armata en el campo de batalla y la capacidad para marcar la diferencia en la guerra se basaría en la habilidad del tanque para defenderse a sí mismo. Sin embargo, el informe británico también mencionaba que un vehículo de un tamaño mayor tendría implicaciones adicionales en la logística y dificultades para la cadena de suministro de las fuerzas rusas, algo que siempre ha sido un problema para Rusia.
"La producción probablemente está por debajo de las decenas, y no es probable que los comandantes confíen en los vehículos en el combate", decía el Ministerio de Defensa de Reino Unido. Y es que, el pasado mes de septiembre, el teniente general Kyrylo Budanov, jefe del Directorio Principal de Inteligencia de Ucrania, contó en una rueda de prensa que "todavía no se había visto ninguno en primera línea de batalla".
Pese a ello, Rusia plantea la guerra con unos tanques de cuestionable utilidad en un conflicto como el actual, teniendo en cuenta que en su mayoría, tienen entre 60 y 70 años, de la década de 1950.
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