Lluvia de misiles
Rusia lanza un bombardeo masivo sobre Kyiv tras la gira europea de Zelenski y el revés militar en Bajmut
El presidente ucraniano arranca más promesas de armamento a los países europeos aunque todavía se le resisten la entrega de aviones de combate
La capital de Ucrania, Kyiv, repelió un nuevo ataque ruso a mayor escala en la que se interceptaron varios tipos de misiles rusos, en una impresionante muestra de las nuevas capacidades de defensa aérea de Ucrania.
“La capital fue el epicentro del ataque, ya que aquí se encuentran muchas instituciones estatales e importantes instalaciones de infraestructura. Los misiles fueron lanzados desde aviones, barcos y tierra rusos y procedían del norte, este y sur”, informó el portavoz de las Fuerzas Aéreas ucranianas Yuriy Ignat.
Según él, un número récord de misiles Kinzhal X-47, las armas de largo alcance más potentes de Rusia, apuntaron a Kiev. Los sis fueron derribados, así como tres misiles balísticos, Iskander-M o S-400, que la defensa aérea ucraniana no pudo derribar antes, y 9 misiles Kalibr. En total, el 100% de los misiles rusos fueron derribados, junto con 9 drones, incluidos 6 “kamikazes”.
La alarma aérea sonó a las 2:30 de la noche y fue seguida rápidamente por numerosas explosiones y luces que iluminaron el cielo. Fragmentos de misiles interceptados cayeron en varios lugares de la ciudad, incluido su zoológico, con 3 personas heridas. La intensidad de los ataques llevó a muchos vecinos a buscar seguridad en refugios antibombas o adherirse a la regla de las “dos paredes”, escondiéndose en lo profundo de sus apartamentos.
El ataque ha sido interpretado como un intento complejo de abrumar y destruir los sistemas de defensa aérea "Patriot" proporcionados recientemente.
“Hemos recibido sistemas de defensa aérea muy potentes de nuestros socios occidentales. Los misiles Kinzhal X-47 que solían aterrorizarnos ya no dan tanto miedo”, dijo Ignat.
Los sistemas permiten a Ucrania interceptar los misiles más sofisticados de Rusia, aunque su número sigue siendo insuficiente para garantizar la protección de gran parte del país.
Como siempre, Rusia afirma que su ataque fue exitoso, lo que ha sido negado por Ucrania. Según muchos analistas, Rusia ha exagerado constantemente sus logros al apuntar al equipo militar proporcionado por Occidente.
El ministro de defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, elogió el “éxito increíble” de sus fuerzas aéreas y escribió que “los terroristas rusos no tienen ninguna posibilidad de imponerse a Ucrania”.
A pesar del ataque, la vida en la capital continuó en gran medida como de costumbre durante el día. Su alcalde dijo que se habían implementado "medidas anti estrés" para calmar a los animales en su zoológico con el zoológico abriendo sus puertas al público.
Sin embargo, el ataque sirvió como un recordatorio de por qué muchos ucranianos son reacios a regresar a sus hogares desde su refugio temporal en el extranjero o en el relativamente más seguro oeste del país.
“Todos los días, Rusia destruye nuestros planes. Todos los días posponemos nuestros sueños y nuestras vidas”, escribió Nastya Stanko, periodista y habitante de Kyiv.
El ataque se produjo cuando Volodimir Zelenski regresaba de su gira por las capitales europeas, después de haber visitado Berlín, Roma, París y Londres y haber recibido "importantes y poderosas" promesas de ayuda militar. Impulsar el lanzamiento de una “coalición de aviones de combate” estaba entre sus prioridades. París y Londres prometieron que comenzarían a capacitar a pilotos ucranianos y trabajarían con otros países para hacer posible la entrega de F-16 al país invadido.
Ignat subrayó que las F-16 son necesarias para apoyar la contraofensiva ucraniana y ayudar a proteger al país de los ataques terroristas de Rusia al complementar la defensa aérea para derribar drones y misiles.
Los funcionarios y analistas ucranianos también han pedido la intensificación de las sanciones contra la economía de Rusia y sus sectores militar-industrial y financiero en particular. Según las estimaciones de “Ukrainska Pravda”, Rusia gastó al menos 120 millones de dólares solo en su ataque nocturno contra Kyiv y todavía es capaz de recibir las piezas producidas en Occidente que utiliza para producir sus armas a través de terceros países.
Mientras tanto, en solo unos días, las tropas ucranianas han retomado unos 20 kilómetros cuadrados de área cerca de Bajmut, informó el martes la viceministra de Defensa, Hanna Maliar. Al mismo tiempo, Rusia ha hecho progresos marginales en la ciudad misma mientras la “destruía completamente con artillería” y traía “unidades de paracaidistas profesionales”.
Oleksandr Syrskyi, comandante de las fuerzas terrestres de Ucrania, aseguró que los mercenarios "wagnerianos" se sentían "como en una ratonera" en Bajmut mientras las fuerzas ucranianas continuaban con acciones ofensivas en el norte y en el sur cerca de la ciudad.
Tras visitar las posiciones del ejército cercanas a la ciudad sitiada, elogió a las tropas por “hacer historia” al lograr victorias en la lucha contra un oponente que aún tiene “más recursos”.
“Con sus acciones, paralizamos a todo el ejército ruso porque los rusos no saben dónde está ocurriendo nuestra ofensiva y qué está pasando cerca de Bajmut, la ciudad que ya decían tener bajo control”, subrayó el general.
A pesar de los avances cerca de Bajmut, no está claro si la esperada contraofensiva ucraniana ya ha comenzado. Los avances allí, así como los ataques contra la infraestructura militar de Rusia, pueden interpretarse como los elementos iniciales de la contraofensiva encaminada a crear las condiciones más favorables para el ataque y desorientar al oponente con respecto a su dirección principal.
Lukash, un joven soldado voluntario de una brigada que recientemente obtuvo varias victorias cerca de Bajmut, dijo que sus compañeros de armas están extremadamente motivados y han recibido un buen entrenamiento. Aún así, recordó que cada éxito tiene un alto costo, ya que los soldados dan su vida y su salud, y pidió que todos los ucranianos maximicen su esfuerzo.
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