Exhibición militar de Kim Jong-un en el 60 aniversario del armisticio

El régimen norcoreano celebró ayer un desfile militar en memoria de la «Victoria en la Gran Guerra de la Liberación de la Patria» –el nombre con el que allí conocen a la tregua militar alcanzada en 1953–, en el que desplegó su poderío militar de cara a la comunidad internacional. Miles de soldados, tanques, cazas, helicópteros y lanzaderas de misiles cruzaron la plaza Kim Il Sung de Pyongyang, decorada para la ocasión con banderas y pancartas con mensajes patrióticos.

En un discurso a la nación, Chong Ryong-hae, máximo líder político del Ejército norcoreano, recordó que «si se busca la paz hay que estar preparado para la guerra» y que el objetivo prioritario de Corea del Norte es, «hoy más que nunca, mejorar las condiciones de vida de su pueblo y conseguir un ambiente de paz».

El desfile estuvo presidido por el líder Kim Jong-un y el vicepresidente chino, Li Yuanchao, que se encontraba de visita en el país con la misión de iniciar negociaciones para la retirada de las armas nucleares en la península de Corea. La presencia del mandatario chino representa un acercamiento entre los dos países, cuyas relaciones pasaban por un momento de tensión desde las pruebas nucleares de finales del año pasado.

Por su parte, la vecina Corea del Sur optó por recordar la fecha con un evento privado para los veteranos de la guerra.