Un exsocio de Hunter Biden vincula al presidente en los líos judiciales de su hijo

Se complica la trama alrededor del hijo del presidente Joe Biden en medio de la campaña electoral. En las últimas horas, un antiguo socio comercial de Hunter Biden afirmó que en 2015 –cuando su padre era el vicepresidente de Barack Obama– una compañía energética ucraniana llamó a Washington DC para detener a un fiscal ucraniano que estaba investigándolos. La pieza clave de los republicanos en su investigación contra Hunter es Devon Archer, quien este lunes testificó ante el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes que el hijo del presidente, quien junto con Archer formaba parte del consejo de administración de Burisma Holdings, «llamó a D.C.» en aquel entonces para conseguir que la Administración Obama ejerciera presión sobre Ucrania y despidiera al fiscal Viktor Shokin.

Archer afirmó durante su testimonio que Hunter puso a su padre al teléfono al menos 20 veces en un esfuerzo por vender «la marca», es decir, el apellido familiar. Tras las explosivas declaraciones, la cadena Fox News informó que una fuente familiarizada con el caso expuso que Archer le dijo al Comité que los funcionarios de Burisma «presionaron constantemente a Hunter para obtener ayuda de D.C.» para frenar la investigación de Shokin. Sin embargo, no está claro quién en Washington recibió la llamada. Archer aseguró que días después de la llamada, Biden, entonces vicepresidente, pronunció un discurso en Ucrania sobre la necesidad de reformar la oficina del fiscal ucraniano. «Este es el aspecto más revelador del testimonio de Archer y quizás el más importante en toda nuestra investigación hasta ahora», indicó el republicano Jim Jordan, de Ohio.

El presidente del Comité de Supervisión de la Cámara, James Comer, de Kentucky, explicó que el testimonio de Archer «confirma que Joe Biden mintió al pueblo estadounidense cuando dijo que no tenía conocimiento de los negocios de su hijo y que no estaba involucrado».

Las presunciones tras el testimonio se leen devastadoras para Hunter. «Joe Biden era ‘la marca’ que su hijo vendía en todo el mundo para enriquecer a la familia», aseveró Comer. Y puntualizó que «cuando Biden era vicepresidente de EE UU, se unió a las cenas de negocios de Hunter con sus asociados comerciales extranjeros en persona o por teléfono más de 20 veces».

Además del testimonio relacionado con Burisma, Comer declaró que Archer le contó al Comité que una llamada conectó supuestamente a Joe Biden con Jonathan Li, el CEO de BHR, una empresa formada por Hunter Biden y asociados chinos. «Archer reconoció que Joe Biden tomó café con Jonathan Li, el CEO de BHR, en Pekín. El entonces vicepresidente incluso escribió una carta de recomendación para la hija de Li para la universidad», se puede leer en el comunicado de Comer, que añade que Archer señaló que, en la primavera de 2014, «el entonces vicepresidente Biden asistió a una cena de negocios con su hijo, Hunter, y sus asociados en Café Milano en Washington, D.C.». La persona en cuestión, Elena Baturina, es una considerada oligarca rusa y viuda de un exalcalde de Moscú. Esto último no ha podido ser confirmado de manera independiente por nadie relacionado con la investigación.

La Casa Blanca ha querido bajar el tono a las declaraciones no haciendo mucho caso de ellas. La historia llega cuando parecía que había un impulso en las encuestas para Biden, el único rival con opciones de hacerse con la nominación de su partido, probablemente para enfrentar a Donald Trump, en un combate en 2024, una fotografía repetida a la elección de 2020.