Fillon, el discreto reformista radical

François Fillon, el “tercer hombre” con quien pocos contaban, será el candidato del centro-derecha francés en las elecciones presidenciales de 2017 gracias a un discurso a la vez rupturista y sumamente tradicional con el que promete reformar Francia.

François Fillon es un hombre secreto y ambicioso. Elegido diputado de la Sarthe en 1981, con 27 años, ha sido ministro en cuatro ocasiones y primer ministro durante los cinco años que duró la presidencia de Nicolas Sarkozy. Con 62 años, la presidencia de la República es el único cargo electivo que no ha asumido a día de hoy, aunque desde ayer, las posibilidades de que ascienda a la jefatura del Estado son reales. Con una izquierda totalmente disgregada, Fillon podría ser el hombre que la próxima primavera dispute la presidente a la candidata del Frente Nacional, Marine Le Pen.

A pesar de ello, hasta ahora era poco conocido por los franceses en general, no sólo porque quedaba eclipsado por la omnipresencia de Sarkozy cuando él era jefe de gobierno, sino también por su propia discreción. Fillon cree que la vida privada no debe mezclarse con la vida pública, y achaca a ello el « desamor de los franceses por la política ». Pero durante la campaña por las primarias ha visto la necesidad de darse a conocer un poco más y ha participado, como el resto de candidatos, a un programa de televisión, « Ambición íntima », que ha permitido conocerle un poco más en el plano personal. Entre sus hobbies, está el alpinismo, ha subido varios 4.000 metros, siempre sin guía porque le gusta « ser el primero de la cordada, concebir y preparar la ascensión »; y las carreras de coches, ha participado en el Circuito Bugatti y en el 24 Horas de Mans.

Fillon ha recibido una educación católica tanto en su familia como en el colegio, con los jesuitas. Sus padres eran gaullistas, el padre con una vertiente más conservadora, y la madre, más social.

También su mentor político, Philippe Seguin, aunque el desaparecido presidente de la Asamblea Nacional, habría calificado el programa de François Fillon, de excesivamente liberal.

Fue ministro de Asuntos Sociales (2002-2004) y de Educación (2004-2005) con Jacques Chirac, y cuando éste anunció en junio de 2005 una nueva remodelación del gobierno en el que Fillon no estaba incluido, su respuesta fue: «cuando se haga el balance de Chirac, no se acordarán de nada, salvo de mis reformas ». Tiempo después admitiría que « hay confidencias que uno debería guardar para sí mismo ».

Tras la elección de Nicolas Sarkozy como presidente de la República, fue nombrado primer ministro, en mayo de 2007, y permaneció en el cargo hasta el final. Tras la derrota de la derecha en las urnas en 2012, Fillon se lanzó a una nueva batalla, la de la presidencia del partido frente a Jean-François Copé. Fue una batalla sangrienta, y los dos candidatos reclamaron la victoria, aunque Fillon optó finalmente por dejar el puesto a Copé.

Desde entonces ha estado preparando su candidatura a las primarias de la UMP, reconvertida en LR (Los Republicanos), con vistas a las elecciones presidenciales de 2017.

Desde ayer, ha superado una etapa más con vistas a la conquista del Elíseo.