Investigación

Las fosas comunes del hospital de Jan Yunis: ¿ejecuciones o combatientes de Hamás fallecidos en la guerra?

Un alto dirigente de Hamás asegura que depondrán las armas si se reconoce el Estado Palestino

En Gaza, los equipos de rescate de la defensa civil anunciaron haber recuperado 392 cadáveres de varias fosas comunes. Miembros de Hamás en Gaza dijeron el pasado sábado pasado haber descubierto una fosa común con más de 200 cadáveres en las inmediaciones del hospital Naser de Jan Yunis. Comunicaron a través de sus canales de Telegram y Whatsapp que los muertos habían sido enterrados allí por las fuerzas israelíes. Por su parte, las autoridades militares israelíes rechazaron esa afirmación y dijeron que esa fosa común ya existía previamente, presentando pruebas documentales de que palestinos habían enterrado a sus muertos en los terrenos del hospital antes y durante los combates entre las fuerzas israelíes y personal de Hamás en la zona en el mes de febrero.

El Ejército israelí admitió que en los últimos meses habían exhumado cadáveres de fosas comunes en busca de cuerpos de rehenes, pero que los habían devuelto al mismo lugar “de manera ordenada y respetuosa”. Y que operaban “de manera selectiva” cuando tenían información de que rehenes podrían haber sido enterrados en esos lugares. Ravina Shamdasani, portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, dijo que su organización daba voz de alarma porque se habían descubierto múltiples cadáveres.

Algunos de ellos tenían las manos atadas, lo que por supuesto indica graves violaciones del derecho internacional de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario, y es necesario someterlas a más investigaciones”, afirmó Shamdasani. La portavocía de Hamás ha acusado a Israel de las ejecuciones, pero no ha compartido pruebas visuales ni de otro tipo. Israel niega haber llevado a cabo ejecuciones.

Aunque los hospitales son lugares protegidos en conflictos bélicos según el derecho internacional, pierden su estatus de protección si se utilizan con fines militares, como Israel ha acusado a Hamás de hacer en varios centros médicos del enclave que gobierna.

Entrega de armas

El jefe del equipo negociador de Hamás, Jalil al Hayya, quien había dicho en octubre dijo que el objetivo de las masacres del 7 de octubre en el sur de Israel era sumir a toda la región en la guerra, afirmó al canal saudí Asharq News que si se consigue un Estado palestino Hamás depondría las armas.

"Todas las experiencias de los grupos que lucharon contra los ocupantes, cuando se independizaron y obtuvieron sus derechos y su país, ¿qué hicieron estas fuerzas? Se convirtieron en partidos políticos, y sus fuerzas protectoras de combate se convirtieron en el ejército nacional", dijo al Hayya, quien es vicepresidente de Hamás y vive en Qatar.

Detalló que la organización estaría dispuesta a dejar la lucha armada y disolver las Brigadas Al Qasam “si se implementara un Estado palestino plenamente soberano en Cisjordania y la Franja de Gaza” a cambio de un alto el fuego de cinco años con Israel bajo el cual Hamás se uniría a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y establecería un Estado palestino en las fronteras de 1967.

Al Hayya no dice si su adopción de una solución de dos Estados equivaldría al fin del conflicto palestino con Israel o a un paso intermedio hacia el objetivo declarado del grupo terrorista de destruir a Israel.

También afirmó en la entrevista que Israel presentó a los mediadores mapas que muestran que pretende controlar hasta el 20 por ciento de la Franja de Gaza después de la guerra. A decir de al Hayya Israel quiere seguir controlando el pasillo que divide la Franja de Gaza y mantener el territorio un kilómetro al norte y al este de ella, así como algunos puntos en Jan Yunes y Rafah.

En cuanto al acuerdo de rehenes, al Hayya señaló que Hamás ha mostrado una gran flexibilidad y ha reducido sus demandas: 50 prisioneros palestinos por cada soldado, hombre o mujer, y 30 prisioneros por cada rehén anciano. Dijo que la demanda anterior era de 500 prisioneros para los soldados y 250 para los rehenes ancianos.

El funcionario de Hamás también dijo que su movimiento no se arrepiente del ataque del 7 O, a pesar de la destrucción que ha causado a Gaza y su pueblo.

En una entrevista con el The New York Times inmediatamente después del ataque, cuando unas 1.200 personas en el sur de Israel fueron masacradas en una incursión liderada por Hamás, al Hayya dijo que el objetivo del ataque era “cambiar toda la ecuación” y garantizar que “nadie en la región esté en calma”.

“Esta batalla no se debió a que quisiéramos combustible o trabajadores”, dijo Al Hayya en aquel momento. “No buscaba mejorar la situación en Gaza. Esta batalla es para derrocar completamente la situación”.

Mediación china

En este día, el 202 de la guerra entre Israel y Hamás y el más caluroso en Israel, Gaza y Cisjordania desde 1939, según el Instituto Meteorológico, delegaciones de Hamás y Fatah partieron hacia China en un intento de hacer avanzar nuevamente la conciliación interna palestina.

Las delegaciones se reunirán después de que el encuentro anterior de ambas facciones enfrentadas en Moscú terminara sin resultados.

Egipto, por su parte, advirtió sobre "consecuencias catastróficas" ante inminente ofensiva israelí en Rafah.

El presidente, Abdel-Fattah al-Sissi, reiteró en un discurso televisado: "Egipto ha adoptado una postura clara desde el primer minuto [de la guerra] rechazando totalmente la migración forzada de palestinos de sus tierras al Sinaí o cualquier otro lugar para preservar la causa palestina de la liquidación y salvaguardar la seguridad nacional de Egipto".

A El Cairo le preocupa que un plan israelí de avance sobre la ciudad fronteriza de Rafah, que Israel argumenta es el último bastión de Hamás en Gaza, desencadene un éxodo masivo de refugiados palestinos hacia la península egipcia del Sinaí.

Mientras tanto, el Ejército israelí ha declarado estar listo para la entrada terrestre, solo a falta de la aprobación del gobierno.