Defensa

Francia se rearma con su avión de combate más letal: compra 42 nuevos Rafale

Estos cazas alcanzan velocidades de Mach 1.8 y puede transportar 1,5 veces su propio peso en armas y combustible

Más allá de Estados Unidos, Rusia o China, la carrera armamentista cuenta con otros protagonistas que incrementan su gasto en Defensa para mejorar sus fuerzas terrestres o aéreas, entre otras. Francia, por ejemplo, ha decidido modernizar su capacidad aérea y ha aprobado la compra de 42 cazas Dassault Rafale F4, una adquisición valorada en 5.500 millones de dólares.

El Rafale fue diseñado para evolucionar según sucesivos estándares, con el fin de adaptar las nuevas tecnologías a las necesidades del usuario. Asimismo, ha demostrado su eficacia en diversas misiones en escenarios de Afganistán, Mali, Siria o Irak. Ha sido capaz de ejecutar operaciones de superioridad aérea, ataque estratégico, apoyo aéreo cercano o vigilancia marítima.

Desde que entró en la Armada Francesa -en 2004- y en la Fuerza Aérea francesa -en 2006-, ha ido reemplazando gradualmente a las generaciones anteriores de combate y ha realizado pedidos en cinco tramos: 3 Rafales en 1993; 48 en 1999; 59 en 2004; 60 en 2009; y 42 en 2023. Asimismo, en 2021 Francia realizó un pedido especial de 12 cazas Rafale para sustituir los 12 aviones transferidos a Grecia.

Así es el Dassault Rafale F4, el avión de combate que Francia compra para modernizar sus Fuerzas Armadas

Este avión de combate cuenta con un techo operativo de 50.000 pies y velocidades que alcanzan Mach 1.8. Puede transportar 1,5 veces su propio peso en armas y combustible.

Entre las misiones de aviación de combate que puede realizar, está la intercepción aire-aire y combate con un cañón de 30mm, ataques profundos con misiles de crucero Scalp/Storm Shadow o ataques antibuque con misiles Exocet AM39 Block 2 y otras armas aire-tierra.

En sí, el avión de combate puede atacar objetivos aéreos, apoyar a las tropas terrestres y atacar objetivos detrás de las líneas enemigas, mientras transporta cargas convencionales.

"Garantiza la superioridad de nuestra aviación de combate. También es un activo para la influencia diplomática y una fortaleza económica en el comercio de exportación", afirma Éric Trappier, presidente y director ejecutivo de Dassault Aviation, sobre esta operación.

Sin lugar a dudas, se ha convertido en un pilar de la defensa aérea francesa y de los siete países clientes hasta la fecha gracias a su éxito técnico, operativo y comercial que sigue posicionando a París a nivel mundial en materias de aviones de combate.