Salud

Fue al hospital pensando que tenía gripe y salió con las cuatro extremidades amputadas

La sepsis, una infección grave que puede confundirse con una gripe

El permiso retribuido por hospitalización de un familiar no acaba con el alta del familiar
Imagen de archivoLa Razón

La estudiante británica Lily McGarry, de 21 años, ha sufrido la amputación de sus cuatro extremidades tras ser diagnosticada con sepsis, una reacción extrema del organismo frente a una infección. Lo que en un primer momento parecía una gripe común se convirtió rápidamente en una emergencia médica que puso en riesgo su vida.

Según los médicos, Lily ingresó en el hospital con síntomas como fiebre, cansancio y malestar general. Sin embargo, el cuadro evolucionó con rapidez hacia una infección bacteriana grave que provocó un fallo multiorgánico. Ante la imposibilidad de frenar el daño en sus extremidades, los especialistas optaron por amputarlas para evitar un desenlace fatal.

El caso ha tenido repercusión en Reino Unido, no solo por la gravedad clínica, sino porque pone de relieve la necesidad de detectar a tiempo los signos de sepsis, una condición que puede confundirse fácilmente con enfermedades más leves. Entre los síntomas de alarma se incluyen fiebre alta, confusión, dificultad para respirar y una rápida progresión del malestar.

Tras el diagnóstico, se ha puesto en marcha una campaña para informar sobre la sepsis y cubrir los costes médicos derivados de la amputación y la futura adaptación a prótesis.

Los especialistas recuerdan que la sepsis constituye una emergencia médica y que la detección precoz resulta esencial para aplicar un tratamiento eficaz. El caso subraya la importancia de reconocer los síntomas y acceder con rapidez a atención hospitalaria.