Testimonios

"Fue una película de terror". La masacre de Hamás en un festival israelí contada por supervivientes

Más de 260 jóvenes fueron acribillados mientras intentaban huir. Varios de los asistentes fueron secuestrados por el grupo terrorista

Uno de los ataques más sanguinarios perpetrados por Hamás en su ofensiva contra Israel tuvo lugar durante las primeras horas del sábado, cuando comenzaba a amanecer en plena naturaleza cerca del kibutz Reim, a unos kilómetros de la frontera con Gaza y a una hora en coche al sur de Tel Aviv. Allí, unas 3.000 personas asistían a un festival de música electrónica Supernova, que se había publicitado como una reunión para celebrar "la amistad, el amor y la libertad infinita". El grupo terrorista Hamás conocía los detalles del evento y puso a los asistentes del certamen en el punto de mira de su macabro plan de ataque sin que nadie sospechara hasta entonces de la magnitud de la tragedia que se avecinaba.

La operación de exterminio ha dejado como resultado 260 muertos, según un recuento de los servicios de emergencia que accedieron al lugar. Ahora comienzan a salir a la luz los primeros testimonios de supervivientes que estaban en el recinto cuando decenas de terroristas de Hamás llegaron al recinto. "Fue como una película de terror que duró cuatro o cinco horas", ha dicho una persona presente en el festival Tribe of Nova Trance, en declaraciones recogidas por la prensa israelí.

El primer aviso se produjo cuando una lluvia de cohetes comenzó a sobrevolar sobre las cabezas del público asistente. Los organizadores suspendieron la música y la gente huyó hacia la zona de acampada. Después aparecieron los terroristas y rodearon las zonas de acceso y salida y fueron matando a todos las personas que se encontraban en el camino.

Muchos salieron corriendo y pronto quedaron a merced de los terroristas porque el festival se desarrollaba en un espacio abierto y con pocos lugares para buscar refugio.

"Las mujeres fueron violadas"

Las imágenes tomadas con drones de la zona difundidas en redes sociales después del ataque muestran la magnitud del desastre, con decenas de coches calcinados y cuerpos de civiles en la carretera de salida. Gal Raz, de 31 años, también intentó irse con sus amigos cuando se dio cuenta de que la zona estaba controlada por los militantes de Hamás

“Oímos disparos. Había coches con cadáveres bloqueando la carretera. No pudimos salir ”, dijo Ben Haim al Washington Post, quien recuerda que "cincuenta terroristas llegaron en furgonetas, vestidos con uniformes militares". Haim reaccionó como pudo. "Le quité las llaves del coche a un amigo mío que estaba muy borracho, metí en el vehículo a tanta gente como pude y me fui como loco”, dijo. "Las personas que se quedaron fueron secuestradas o asesinadas".

Otro asistente relató al medio estadounidense Tablet Magazine que hubo agresiones sexuales: "Las mujeres fueron violadas en el lugar de la rave, junto a los cuerpos de sus amigas". "Fue una masacre", ha contado al medio Kan News Yaniv, un médico de urgencias que asistió al lugar para ayudar en las labores de reanimación: “Nunca había visto algo así en mi vida. Fue un ataque planeado. Cuando la gente salió por las salidas de emergencia, grupos de terroristas los estaban esperando y empezaron a dispararles”.

Shoam Gueta también formaba parte del público del festival. En declaraciones a NBC News relató su huida con otras 20 personas que lograron esconderse entre los arbustos durante seis horas. El joven afirmó haber visto cómo disparaban a personas mientras todos trataban de buscar refugio. Una de las escenas descritas habla de una mujer cortada con un cuchillo. "Vimos terroristas matando gente, quemando coches, gritando por todas partes", dijo Gueta a NBC News. "Si simplemente dices algo, si haces algún ruido, te asesinarán".

Se cree que muchos de los secuestrados por Hamás fueron capturados en ese festival. La página de Instagram del certamen está llena de mensajes de familiares, amigos y seres queridos que buscan desesperadamente a las personas desaparecidas. El festival Supernova formaba parte de los actos organizados para celebrar la fiesta judía del Sucot.