Según The Washington Post

No fue Rusia: el Pentágono localiza el origen de las filtraciones militares en un chat en una base militar de EEUU

La fuga de secretos de Estado salió de un grupo de 20 personas en el que había miembros de Rusia y Ucrania. El supuesto filtrador es un amante de las armas

Brussels (Belgium), 14/02/2023.- United States Secretary of Defense Lloyd Austin (L) and Chair of the US Joint Chiefs of Staff General Mark Milley (R) attend a press conference at the end of the meeting of the Ukraine Defense Contact Group as part of a NATO Council of Defense Ministers at the Alliance headquarters in Brussels, Belgium, 14 February 2023. Defense Ministers of the North Atlantic Treaty Organization (NATO) countries gather in Brussels from 14 to 15 February. (Bélgica, Ucrania, Estados Unidos, Bruselas) EFE/EPA/STEPHANIE LECOCQ
US Secretary of Defense Lloyd J. Austin III press conference in BrusselsSTEPHANIE LECOCQAgencia EFE

Una investigación del periódico "The Washington Post" ha revelado que el presunto autor de la filtración de documentos clasificados de la Inteligencia estadounidense es, según declaraciones de un miembro del grupo en el que se compartieron los documentos, un trabajador de una base militar.

Según la fuente del periódico, un menor de edad miembro de un grupo privado en el servicio de mensajería Discord, el presunto autor de las filtraciones es un hombre de entre 20 y 25 años que durante meses envió a sus compañeros del grupo chat los documentos, primero reproducidos a mano, y después mediante fotografías.

De esta manera, cada vez hay más pruebas de que la filtración no fue una operación de inteligencia de Rusia ni de ningún actor estatal con el objetivo de desacreditar a EEUU, sino más bien la consecuencia de una política del Pentágono para dar autorizaciones de seguridad ultrasecretas a un gran número de miembros del servicio, tanto civiles y contratistas.

El grupo en el que se compartieron estos mensajes se creó durante la pandemia en la red de mensajería más popular para los jóvenes y adolescentes amantes de los videojuegos. Según el miembro del grupo, en su chat había más de 20 personas, su gran mayoría hombres jóvenes y adolescentes que compartían una ideología de derechas, religiosa y afín a las armas.

El presunto autor, el mayor del grupo, habría ido explicando a los otros miembros el significado de la jerga militar en los documentos, y se habría jactado de estar revelando cosas que "el Gobierno no quiere que se sepan", siempre según la investigación del citado diario.

El miembro del grupo también ha afirmado que no envió nada por error, que sabía con certeza lo que estaba haciendo, y que conoce el nombre real, así como la ubicación del presunto autor de las filtraciones, aunque ha expresado que esperará a la investigación que en este momento están llevando a cabo los Servicios de Inteligencia estadounidenses.

El periódico ha tenido acceso a vídeos enviados al grupo por el supuesto autor de las filtraciones -que algunos miembros describen como un tío o casi una figura paterna-, en el que se encuentra en un campo de tiro, profiriendo insultos racistas y antisemitas antes de disparar al objetivo.

En una ocasión, ha revelado la fuente, el presunto autor llegó a enfadarse con los demás miembros del grupo, ya que había pasado "una hora cada día escribiendo estos mensajes tan largos en los que a menudo hacía anotaciones y explicaciones de cosas que nosotros los ciudadanos normales no entenderíamos", enfadándose por la aparente falta de interés de los más jóvenes, amenazando con dejar de enviar las filtraciones.

La principal norma que el presunto autor de las filtraciones impuso sobre sus compañeros era no publicar los documentos en ningún sitio, según detalla la fuente consultada por el periódico, que añade que en el grupo había personas de fuera de Estados Unidos, entre otros países de Rusia y Ucrania.

Según el citado medio, el 28 de febrero salió del grupo la primera tanda de documentos, compartidos por alguno de los usuarios -su fuente no sabe quién fue- en otro chat de la red de mensajería que utilizaban, y de ahí a cada vez más grupos, aunque los Servicios de Inteligencia no reportaran constancia de estas filtraciones hasta un mes después.

A mediados de marzo, el presunto autor de las filtraciones dejó de publicar documentos, y un día antes de que el primer medio estadounidense informara de la presunta filtración, escribió en el grupo en un estado "frenético", asegurando que "algo había pasado, y pedía a dios que esto no ocurriera".

Después de que el caso saltase a los medios, los miembros del grupo saltaron a otro servidor para continuar sus conversaciones, en las que el presunto autor de las filtraciones confesó sentirse "confuso y perdido sobre qué hacer a continuación". Finalmente pidió al resto de miembros del grupo que borrasen todos los documentos y todos los mensajes y desapareció, algo que según la fuente consultada por 'The Washington Post', "se sintió como perder a un miembro de la familia, todos lloramos".

Además, ha afirmado que cree que, cuando los Servicios de Inteligencia den con el presunto autor de las filtraciones -algo que da por hecho que ocurrirá-, no tendrá un juicio justo y será enviado en su lugar a "Guantánamo o a algún lugar oscuro", e incluso ha añadido que quizá será "asesinado".

La respuesta de Rusia

Hasta ahora, Rusia ha mantenido un perfil bajo sobre las filtraciones confidenciales del Pentágono. El viceministro de Relaciones Exteriores, Sergei Ryabkov, sugirió el miércoles que la filtración podría ser una estratagema de desinformación de Estados Unidos. “Dado que Estados Unidos es parte del conflicto y esencialmente está librando una guerra híbrida contra nosotros, es posible que tales técnicas se estén utilizando para engañar a su oponente, la Federación Rusa”, dijo Ryabkov a las agencias de noticias rusas.

Una de las revelaciones de los documentos filtrados indican que países de la OTAN como Francia, Letonia y Reino Unido tienen soldados desplazados en Ucrania ayudando al Ejército de Kyiv en su estrategia contra Rusia. El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha asegurado que ya sabían que países de la Alianza Atlántica estaban "participando" en la guerra de Ucrania antes aún de la filtración de documentos clasificados. "Mucho antes de la aparición de estos documentos, teníamos y todavía tenemos información de que muchos instructores de países de la OTAN, incluido Reino Unido, y combatientes están participando en las hostilidades", aseguró Peskov ante los medios de comunicación, según recoge TASS.

Sin embargo, el portavoz del Kremlin ha querido también ser cauto y ha incidido en que, por el momento, no hay posibilidad de demostrar la veracidad de estos documentos del Pentágono estadounidense filtrados desde febrero, pero que no han cobrado notoriedad hasta la semana pasada. De acuerdo con estos archivos, Estados Unidos y la OTAN tendrían planes para preparar a las Fuerzas Armadas de Ucrania de cara a una contraofensiva para recuperar el territorio tomado por la fuerza por Rusia en el marco de una guerra que se prolonga ya por casi catorce meses.