Fuerza Espacial
La Fuerza Espacial de Estados Unidos prepara su próximo lanzamiento: está planificado para este mes
La Fuerza Espacial de EE.UU. prepara el lanzamiento de su misterioso avión espacial X-37B en una misión orbital clasificada
Durante décadas, las operaciones espaciales militares han evolucionado desde simples satélites de comunicaciones hasta complejas plataformas capaces de permanecer en órbita durante años. Esta transformación refleja no solo avances tecnológicos, sino también un cambio estratégico en cómo las fuerzas armadas conciben el espacio como dominio operativo.
Mientras tanto, los programas de vehículos reutilizables han demostrado ser fundamentales para reducir costos y aumentar la flexibilidad de las misiones espaciales. Boeing y SpaceX han liderado esta revolución, cada uno desde perspectivas diferentes pero complementarias en el desarrollo de tecnologías que permiten múltiples usos de las mismas plataformas.
Por su parte, la experimentación en microgravedad ha abierto nuevas fronteras para la investigación científica y el desarrollo de materiales avanzados. Las condiciones únicas del entorno espacial ofrecen oportunidades imposibles de replicar en laboratorios terrestres, convirtiendo cada misión en una valiosa oportunidad de aprendizaje.
X-37B se prepara para su octava misión con el cohete más potente de SpaceX
Fuerza Espacial estadounidense confirmó el lanzamiento de su octava misión del vehículo de prueba orbital X-37B para el próximo mes de agosto, según apuntan desde Defense News. OTV-8 representará un salto cualitativo importante al ser la primera vez que esta nave espacial utilice un Falcon Heavy de SpaceX como vehículo de lanzamiento, permitiendo alcanzar órbitas más elevadas y realizar experimentos completamente nuevos.
Desde el Centro Espacial Kennedy en Florida, esta misión expandirá considerablemente las capacidades operativas del programa al probar tecnologías de conciencia del dominio espacial en un entorno orbital real. Además, transportará múltiples experimentos de la NASA diseñados específicamente para informar futuras misiones de exploración espacial, consolidando la colaboración entre agencias militares y civiles.
Boeing ha construido este vehículo siguiendo el diseño de un transbordador espacial en miniatura, capaz de operar de forma autónoma durante períodos extendidos que han variado entre 224 y 908 días en misiones anteriores. Su capacidad para aterrizar en pista como un avión convencional lo convierte en una plataforma única para recuperar experimentos y materiales expuestos al entorno espacial.
Entre los experimentos confirmados destaca Seeds-2 de la NASA, que expondrá semillas de plantas a la radiación espacial para estudiar sus respuestas biológicas. También se probarán nuevos materiales y tecnologías en las condiciones extremas del espacio, aprovechando la capacidad única del X-37B para devolver muestras intactas a la Tierra.
Coronel Joseph Fritschen, director del programa X-37B, destacó que la capacidad de realizar experimentos orbitales y analizarlos posteriormente en tierra ha resultado invaluable tanto para el Departamento de la Fuerza Aérea como para la comunidad científica. Esta octava misión continuará demostrando las crecientes capacidades de la Fuerza Espacial en operaciones orbitales de larga duración.