Militarismo
Seúl exhibe su poderío ante su vecino norcoreano con el primer gran desfile militar en 10 años
La demostración de fuerza responde a la preocupación de que Pyongyang esté recabando ayuda rusa para ampliar su arsenal nuclear a cambio de suministrar a Moscú armas convencionales esquilmadas por su guerra con Ucrania
Un espectacular desfile militar recorrió el martes el centro de Seúl para celebrar el 75º Día de las Fuerzas Armadas, en el que se exhibió un poderoso arsenal de armamento de vanguardia como misiles balísticos o carros de combate, y donde debutaron por primera vez 300 soldados estadounidenses, en una demostración de su firme postura frente a la incesante escalada de las amenazas norcoreanas. Durante el primer acontecimiento de este tipo en una década, el presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, acompañó en el desfile al personal militar, en una novedosa medida que pretendía elevar la importancia del evento. El enérgico lema elegido para la exhibición fue: «La paz mediante la fuerza».
«El régimen norcoreano debe darse cuenta de que las armas nucleares nunca podrán garantizar su seguridad», dijo Yoon en un discurso pronunciado durante la inauguración en la base aérea de Seúl, en Seongnam. «Si Corea del Norte usa armas nucleares, su régimen será llevado a su fin por una respuesta abrumadora de la alianza de Corea del Sur y Estados Unidos». Además, advirtió de que la «obsesión por el desarrollo de armas nucleares» del régimen de Kim Jong-un «agrava el sufrimiento del pueblo norcoreano» y viola sus derechos humanos.
«Nuestro pueblo nunca se dejará engañar por los falsos trucos pacifistas del régimen comunista norcoreano, sus seguidores y las fuerzas antiestatales», subrayó Yoon, quien añadió que reforzará aún más la cooperación trilateral en materia de seguridad con Washington y Tokio.
Bajo una lluvia torrencial, en el gigantesco desfile se mostraron los principales medios del sistema de defensa surcoreano de «tres ejes», que comprende la Kill Chain, la Korean Air and Missile Defense (KAMD) y la Korea Massive Punishment and Retaliation (KMPR). Más de 3.700 miembros del servicio, incluidos más de 300 soldados de las Fuerzas de EE UU en Corea, se unieron a veteranos y ciudadanos para expresar su confianza y aprecio por el Ejército.
Era la primera vez en una década que los militares surcoreanos organizaban un desfile en el corazón de la capital. En virtud de un decreto presidencial, debe celebrarse cada cinco años, pero la anterior administración de Moon Jae-in no celebró ninguno en 2018, debido a que Seúl mantenía en ese momento un cordial entendimiento con Pyongyang.
La demostración de fuerza se produce mientras crece la preocupación de que Pyongyang esté recabando ayuda rusa para ampliar su arsenal nuclear a cambio de suministrar a Moscú armas convencionales esquilmadas por su guerra con Ucrania. En una cumbre bilateral celebrada a principios de mes, Vladimir Putin se ofreció a ayudar a Kim a perfeccionar su tecnología de «satélites».
Los altos mandos militares surcoreanos y estadounidenses, veteranos, personal de los países que apoyaron a las fuerzas de la ONU durante la guerra de Corea de 1950-53 y miembros del cuerpo diplomático participaron en la inauguración al que asistieron unos 6.700 efectivos e incluyó 200 piezas de equipo bélico. «Como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, haré todo lo posible para construir un ejército fuerte que infunda miedo al enemigo y confianza al pueblo», prometió Yoon.
En los actos conmemorativos también se presentó por primera vez el misil balístico tierra-tierra Hyunmoo, de «alta potencia» y y tecnología secreta. La denominación Hyunmoo hace referencia a una bestia mítica descrita como el «Guardián del Cielo del Norte», ya que, al parecer, puede transportar una ojiva de hasta nueve toneladas. Los expertos militares lo han calificado de sistema de armas óptimo para destruir búnkeres subterráneos, comparando sus capacidades con las de un arma nuclear táctica.
El concurrido cortejo, de 1,2 kilómetros de longitud, tuvo lugar en el centro de la capital, entre Sungnyemun y Gwanghwamun, y en él se exhibieron armas clave del sistema de tres ejes, como el Cheongung, el Hyeonmoo y los misiles tierra-aire de largo alcance (L-SAM). Este último es el sistema de defensa antimisiles desarrollado para derribar misiles balísticos en su fase terminal en caso de ataque norcoreano. Es la primera vez que este escudo se hace público.
Durante el nutrido desfile también se exhibieron otros equipamientos que incluyeron carros de combate principales K2, obuses autopropulsados K9, lanzacohetes múltiples Chunmoo, sistemas de misiles tierra-aire de medio alcance Patriot y Cheongung II, drones de ataque y helicópteros armados ligeros de nueva generación, según medios locales
Sin embargo, a causa de la intensa tormenta se canceló un espectáculo aéreo en el que participaban el equipo acrobático Black Eagles de las Fuerzas Aéreas y vuelos en formación de cazas KF-21, cazas furtivos F-35A y otras aeronaves.
Con el fin de conmemorar el 70 aniversario de la alianza y el armisticio de la Guerra de Corea, se invitó a la ceremonia de la Base Aérea de Seúl a las nietas de John Foster Dulles, quien fue secretario de Estado estadounidense en el momento de la firma del Tratado de Defensa Mutua entre Corea del Sur y Estados Unidos, así como a Mark Wayne Clark, quien participó en la firma del Acuerdo de Armisticio de la Guerra de Corea como comandante de la ONU, además de otros treinta veteranos y sus familias que habían servido en la contienda, procedentes de 20 países diferentes.
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