Oriente Medio convulso
Fuerzas yihadistas entran en Alepo, la capital económica siria, tras una fulgurante ofensiva
La operación de la antigua Al Qaeda comenzó el miércoles, coincidiendo con la firma del frágil alto el fuego entre Israel e Hizbulá, y ya controlan 50 localidades
Fuerzas yihadistas y de milicias aliadas entraron este viernes en Alepo, la segunda ciudad de Siria, tras una ofensiva relámpago contra las fuerzas del régimen de Bashar Al Asad respaldado por Irán y Rusia.
La ofensiva provocó los combates más violentos desde 2020 en el noroeste de Siria, con más de 250 muertos, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
Entre los muertos figuran al menos 24 civiles, la mayoría muertos en bombardeos rusos, según esta oenegé con sede en Reino Unido pero que cuenta con una red de informantes en el terreno.
La ofensiva comenzó el miércoles, el mismo día en que entró en vigor un frágil alto el fuego en el vecino Líbano entre Israel y el grupo islamista Hizbulá, respaldado por Irán.
Los yihadistas y sus aliados ya se habían hecho el viernes con el control de más de 50 localidades del norte de Siria, de acuerdo al OSDH, lo que representa la mayor pérdida de territorio del régimen de Asad en varios años.
Según el OSDH y varios testigos, milicianos de la organización yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS) y grupos aliados, algunos cercanos a Turquía, lograron ingresar a Alepo, la segunda del país, con dos millones de habitantes.
El director del OSDH, Rami Abdel Rahman, afirmó que los milicianos "tomaron el control de cinco barrios" de Alepo y que las fuerzas del régimen de Asad "no opusieron gran resistencia".
Dos testigos confirmaron a AFP que vieron hombres armados y escenas de pánico en la ciudad.
Combates mortíferos
La región de Alepo limita con el último gran bastión rebelde y yihadista de Idlib. Cazas sirios y rusos lanzaron intensos bombardeos cerca de esta localidad, según la misma fuente.
El OSDH reportó 255 muertos, la mayoría combatientes de ambos bandos pero también al menos 24 civiles, incluidos 19 en bombardeos de la aviación rusa en zonas rebeldes.
El ejército sirio envió "refuerzos" a Alepo, indicó a la AFP un representante de seguridad, que pidió el anonimato.
Durante la guerra civil que estalló en 2011, las fuerzas del régimen, respaldadas por la aviación rusa, reconquistaron la parte oriental de la región Alepo en 2016, tras devastadores bombardeos.
"Por primera vez desde hace cerca de cinco años, escuchamos cohetes y artillería todo el tiempo y a veces aviones", contó a la AFP Sarmad, un hombre de 51 años.
"Tenemos miedo de que se repita el escenario de la guerra y que nos veamos obligados a huir", añadió.
Los yihadistas y sus aliados cortaron el jueves la carretera entre Alepo y Damasco, la capital siria, situada a unos 300 km, indicó el OSDH.
"Es extraño ver a las fuerzas del régimen recibir tales golpes a pesar del apoyo aéreo ruso (...) ¿Dependían las fuerzas del régimen de Hezbolá, que actualmente está ocupado en Líbano?", se preguntó Rami Abdel Rahman.
"Pánico"
Un general de los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de Irán, murió en los combates del jueves, informó una agencia de noticias iraní.
Irán es un aliado incondicional de Siria, país en el que Teherán se ha implicado militarmente, enviando asesores para apoyar al presidente Asad durante la guerra civil.
El ministro iraní de Relaciones Exteriores, Abás Araqchi, prometió "apoyo continuo al gobierno, la nación y el ejército de Siria" en una llamada telefónica con su homólogo sirio, Basam al Sabagh, según un comunicado.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, describió la situación en Alepo como "una violación de la soberanía de Siria" y expresó su apoyo "al gobierno de Siria para que restablezca rápidamente el orden".
La cancillería turca instó a "poner fin" a los "bombardeos" sirios de la ciudad de Idlib y su región.
El grupo HTS, antigua rama siria de la red Al Qaeda, controla el último bastión rebelde del país, en el noroeste, incluyendo gran parte de Idlib y algunas zonas de las provincias vecinas de Alepo, Hama y Latakia.
El jefe del autoproclamado "gobierno" de Idlib, Mohamad al Bashir, justificó el jueves la ofensiva afirmando que el régimen de Asad había "comenzado a bombardear zonas civiles, lo que ha provocado el éxodo de decenas de miles de civiles".
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